viernes, 12 de marzo de 2010

EN CUAL GRUPO ESTAS TU

Si observa el modo en que las personas enfocan el proceso de planificación del viaje de la vida, pienso que verá que se ajustan a estas categorías:

Vicente, la víctima: Es muy presto a decir que no es culpa suya el hecho de no ir a ninguna parte en la vida. No hace planes porque ocupa su tiempo y energías en cosas que quedan fuera de su control, muchas veces cosas del pasado. Frecuentemente culpa a otros por su falta de progreso y parece estar más preocupado en la búsqueda de excusas que en captar las oportunidades de progreso. En su opinión, todos los demás y todo lo demás—y no él—lo han convertido en lo que es actualmente.

• Federico, pies lerdos: A Federico no le preocupa demasiado el pasado y no quiere pensar en el futuro. Su interés es el presente. En efecto, ama tanto el presente que está dispuesto a hacer casi todo para mantener el status quo. Aborrece los cambios y los evita a toda costa. Si hace planes, son para mantener las cosas tal como están.

• Débora, la soñadora: A Débora le encanta hacer planes, y pasa en eso la mayor parte de su tiempo. El problema es que nunca lleva sus planes a la acción. A menudo tiene grandes ideas y dice que quiere tener éxito, pero no quiere enfrentar ningún riesgo. No está dispuesta a pagar el precio requerido para avanzar en el viaje del éxito.

• Miguel, el motivado: Finalmente tenemos a Miguel. Enfoca la mayor parte de su tiempo en el presente, y hace lo mejor para maximizar su potencial. Pero una razón por la que es tan efectivo hoy es porque ayer pasó parte de su tiempo haciendo planes. Como resultado, se ha concentrado en su propósito, crece hacia su potencial y está sembrando semillas que beneficien a otros con el flujo positivo de su vida.

Tomado de Maxwell, J. C. 2003; 2003. El mapa para alcanzar el éxito . Thomas Nelson, Inc.

Muchas gente espera que otros hagan planes para ellos, pero Dios quiere que nosotros los hagamos y Él se encargará de ratificarlos o modificarlos en Su soberana voluntad. Vamos….comienza ahora a hacer planes sólidos pero sobre todo….consultarlos con Dios en oración. El mejor lugar para poner nuestros planes, es el ALTAR DE DIOS.

«¿Hasta cuándo, muchachos *inexpertos, seguirán aferrados a su inexperiencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los *insolentes, se complacerán en su insolencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los necios, aborrecerán el conocimiento? Proverbios 1:21,22

¡Su descarrío e inexperiencia los destruirán, su complacencia y *necedad los aniquilarán!

Pero el que me obedezca vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal.» Prov 1:31,32

!NO PUEDES DECIR ESO¡

Lectura: Génesis 3:9-19.
"Señor, ¿qué quieres que yo haga?" Hechos 9:6
Según un sitio en la red para formación de carreras profesionales, hay ciertas palabras que se deben evitar en el trabajo. Cuando alguien de autoridad te pide que hagas un proyecto, no debes responder, «claro, no hay problema», si no estás hablando en serio y no vas a llevarlo a cabo hasta el final. De otra manera, te ganarás la fama de ser alguien que no cumple su palabra. Y no digas, «no me corresponde hacer eso», porque puede que en el futuro necesites la ayuda de esa persona.
Y si tu jefe viene a ti con un problema, el sitio en la red antes mencionado sugiere que lo mejor es no culpar a otra persona ni decir, «¡no es mi culpa!».
Esa es la excusa que Adán y Eva Le dieron a Dios. Se les dijo que no comieran del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:16-17). Cuando desobedecieron y Dios les confrontó, Adán le echó la culpa a Dios y a Eva, y Eva le echó la culpa a la serpiente (3:9-19). Básicamente, lo que dijeron fue: «¡No es mi culpa!»
Tal vez deberíamos evitar ponerle a Dios algunas excusas en lo que respecta a lo que Él nos ha dicho que hagamos o no hagamos. Por ejemplo, en 1 Corintios 13 nos da instrucciones específicas para un comportamiento a semejanza de Cristo, pero puede que nos veamos tentados a decir, «simplemente eso no me convence en absoluto», o «ese no es realmente mi don».
¿Qué está pidiendo el Señor de ti hoy? ¿Cómo responderás? ¿Qué te parece decirle «¡sí, Señor!»?
El motivo más elevado para obedecer a Dios es el deseo de agradarle.

jueves, 11 de marzo de 2010

EL AJEDREZ Y EL GRANO DE TRIGO

Cuando un matemático oriental inventó el admirable juego de ajedrez, quiso el monarca de Persia conocer y premiar al inventor. Y cuenta el árabe Al-Sefadi que el rey ofreció a dicho inventor concederle el premio que solicitara.
El matemático se contentó con pedirle 1 grano de trigo por la primera casilla del tablero de ajedrez, 2 por la segunda, 4 por la tercera y así sucesivamente, siempre doblando, hasta la última de las 64 casillas.
El soberano persa casi se indignó de una petición que, a su parecer, no había de hacer honor a su liberalidad.
¿No quieres nada más? preguntó.
Con eso me bastará, le respondió el matemático.
El rey dio la orden a su gran visir de que, inmediatamente, quedaran satisfechos los deseos del sabio.
¡Pero cuál no sería el asombro del visir, después de hacer el cálculo, viendo que era imposible dar cumplimiento a la orden!
Para darle al inventor la cantidad que pedía, no había trigo bastante en los reales graneros, ni en los de toda Persia, ni en todos los de Asia.
El rey tuvo que confesar al sabio que no podía cumplirle su promesa, por no ser bastante rico.
Los términos de la progresión arrojan, en efecto, el siguiente resultado: diez y ocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince granos de trigo.
En números sería 18.446.744.073.709.551.615
Sabido es que una libra de trigo, de tamaño medio, contiene 12.750 granos aproximadamente.
¡Calcúlese las libras que necesitaba el rey para premiar al sabio! Más de las que produciría en ocho años toda la superficie de la Tierra, incluyendo los mares.
Con la cantidad de trigo reclamada, podría hacerse una pirámide de 9 millas inglesas de altura y 9 de longitud por 9 de latitud en la base; o bien una masa de 9 leguas cuadradas en su base, con una legua de altura. Semejante sólido sería equivalente a otro de 162.000 leguas cuadradas con un pie de altura.
Para comprar esa cantidad de trigo, si la hubiera, no habría dinero bastante en este mundo.
Hay cosas que parecen sencillas, pero que en el fondo son profundas. Las cosas del Espíritu son profundas y sòlo Dios las conoce. Por eso la Bisalvación, blia las llama Misterios. La salvación es un misterio, pero aunque sea un misterio, tú y yo las podemos experimentar en el espíritu, aunque nuestra mente no las entienda. Dios el inescrutable, se acerca al sencillo hombre para salvarlo. ¿Ya lo recibiste?
Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. Daniel 2:28.
Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser. Daniel 2:29.
El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio. Daniel 2:47.

HOY...PENSARE EN EL POBRE

Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará El Señor.Salmos 41:1
Obligación de todo cristiano es pensar en los pobres y tener un corazón compasivo para con ellos.
Jesús los puso al lado nuestro, entre nosotros, cuando dijo: «A los pobres siempre los tenéis con vosotros».
Muchos dan limosna a los pobres de prisa para desentenderse de ellos; otros muchísimos no les dan nada.
La promesa ha sido hecha para aquellos que se interesan por los pobres, examinan sus necesidades, piensan en los medios de socorrerles y juiciosamente los ejecutan.
Mucho más podemos hacer con nuestros cuidados, con nuestra delicada solicitud que con el dinero, y más todavía con ambas cosas a la vez.
El Señor promete su bienaventuranza, en los días de apuro, a quienes piensan en los pobres. Él nos librará de nuestra pena si ayudamos a los demás a salir de ella, y nosotros recibiremos una ayuda providencial muy grande si el Señor ve cómo procuramos nosotros proveer a los demás.
Por muy generosos que seamos, tendremos días malos; mas si somos benévolos, podremos reclamar del Señor un socorro especial y directo, porque Él ha empeñado su palabra y no podrá negarla.
El avaro se preocupa de sí mismo; empero el Señor favorece al creyente compasivo y generoso.
Como hayáis tratado a los demás, así hará el Señor con vosotros.
Vaciad vuestros bolsillos.
Hoy..Me acordaré de quién no tiene y quien sufre quebranto y escasez. Dios me ha bendecido en alguna manera para que yo pueda ser de bendición a otros.
Señor, Gracias por darme tu bendición y se que esa bendición no se puede quedar estancada en mi. Quiero y decido hoy bendecir a alguien. Amén.

miércoles, 10 de marzo de 2010

PORQUE VENDRA TIEMPO

Lectura: 2 Timoteo 4:1-8
"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias" 2 Timoteo 4:3
Un artículo de una revista muy popular en los Estados Unidos describe cómo algunos padres hoy quieren que sus hijos se adapten a un mundo en el que predomina el sincretismo. Una pareja le pidió a Ema Drouillard, quien realiza servicios religiosos, que oficiara un servicio para la hijita de ellos, Greer. La madre dijo: «Simplemente queríamos que un espíritu mayor guiará a nuestra hija, pero no queríamos ser específicos. No queríamos que se nos escapara nadie». La pareja dijo: «Simplemente hacemos que el cristianismo sea algo light para Greer, quien ‘cree en ángeles y hadas, duendes y Papá Noel’». Esto ilustra el poco valor que se le da a la verdad bíblica y esto es lo que hoy prevalece tanto en nuestra cultura.
El apóstol Pablo le advirtió a Timoteo que vendría una época cuando las personas preferirían alimento espiritual «light» y que no tolerarían la enseñanza más intensa (2 Timoteo 4:3-4). Predijo que la falsa enseñanza se incrementaría y que muchos la adoptarían porque satisface las necesidades de su carne. Quieren ser aceptados y desean una enseñanza que les haga sentirse bien consigo mismos. Pablo dio instrucciones a Timoteo de combatir esto enseñando doctrinas según la Palabra de Dios. El propósito de esta instrucción era redarguir, reprender y exhortar a los demás (v. 2).
Como creyentes, estamos llamados a enseñar y obedecer la Palabra de Dios, no a satisfacer los deseos de nuestra cultura.
Sostente en la Palabra de Dios y no caerás en el error.

«CAMINO DEL INDIO»

El satélite de la NASA terminó de hacer su recorrido en el espacio. Su misión —la misión que le encomendaron los técnicos— había sido tomar fotografías de la superficie terrestre. Sus cámaras especiales habían estado enfocadas sobre el cono sur de América, precisamente sobre el territorio de Chile.

Cuando los técnicos desarrollaron las fotos, se asombraron y se felicitaron. Vieron un camino, un camino de piedras trazado perfectamente sobre las faldas de la cordillera de los Andes. Era un tramo, desconocido hasta entonces, del camino del Inca, aquel formidable emperador de la América precolombina, cuyo imperio se extendió desde Chile en el sur hasta Colombia en el norte.

¡Notable descubrimiento este! Los incas fueron constructores sobresalientes, no sólo de palacios, templos, y fortalezas, sino sobre todo de caminos. Desde la Araucanía en el sur hasta los llanos colombianos en el norte, y desde las costas del Pacífico hasta bien adentro de las montañas y las selvas por el este, los incas trazaron magníficas rutas empedradas. Bien cantó Atahualpa Yupanqui: «Camino del indio, sendero coya sembrao de piedras; camino del indio que junta el valle con las estrellas.»

Fue merced a sus caminos que los incas edificaron su imperio. Sin esos caminos que atravesaban desiertos, salitrales, bosques, selvas, montañas y valles, hubieran quedado pobres, aislados y retrasados. Con caminos, que son como venas y arterias por donde corre la vida, levantaron una civilización poderosa que sólo cedió a la codicia de los españoles.

Hubo una vez un rey, mucho más glorioso y poderoso que el Inca, que también trazó un camino. No fue un camino de piedras. No fue un camino largo de centenares de leguas. No fue un camino que unió en una red inmensa a Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Fue un camino nuevo y vivo que unió la tierra con el cielo cuando unió al pobre pecador perdido con el Dios Altísimo y Todopoderoso, Señor de la gloria.

El constructor de ese camino, y a la vez el Camino mismo, fue Jesucristo, Aquel que dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí» (Juan 14:6). Es por ese camino vivo y llano que podemos llegar a Dios y recibir la vida eterna.

Hermano Pablo

LA ULTIMA LAGRIMA

Allí estaba, sentado en una banqueta, con los pies descalzos sobre las baldosas rotas de la vereda; gorra marrón, manos arrugadas sosteniendo un viejo bastón de madera; pantalones que arremangados dejaban libres sus pantorrillas y una camisa blanca, gastada, con un chaleco de lana tejido a mano. El anciano miraba a la nada. Y el viejo lloró, y en su única lágrima expresó tanto que me fue muy difícil acercarme, a preguntarle, o siquiera consolarlo.
Por el frente de su casa pasé mirándolo, al voltear su mirada la fijó en mi, le sonreí, lo saludé con un gesto aunque no crucé la calle, no me animé, no lo conocía y si bien entendí que en la mirada de aquella lágrima se mostraba una gran necesidad seguí mi camino, sin convencerme de estar haciendo lo correcto.
En mi camino guardé la imagen, la de su mirada encontrándose con la mía. Traté de olvidarme. Caminé rápido como escapándome. Compré un libro y tan pronto llegué a mi casa, comencé a leerlo esperando que el tiempo borrara esa presencia… pero esa lágrima no se borraba… Los viejos no lloran así por nada, me dije.
Esa noche me costó dormir; la conciencia no entiende de horarios y decidí que a la mañana volvería a su casa y conversaría con él, tal como entendí que me lo había pedido. Luego de vencer mi pena, logré dormir. Recuerdo haber preparado un poco de café, compré galletas y muy deprisa fui a su casa convencido de tener mucho por conversar.
Llamé a la puerta, cedieron las rechinantes bisagras y salió otro hombre. ¿Qué desea? preguntó, mirándome con un gesto adusto. Busco al anciano que vive en esta casa, contesté. Mi padre murió ayer por la tarde, dijo entre lágrimas. ¡Murió! dije decepcionado. Las piernas se me aflojaron, la mente se me nubló y los ojos se me humedecieron.
¿Usted quien es? volvió a preguntar. En realidad, nadie, contesté y agregué. Ayer pasé por la puerta de su casa, y estaba su padre sentado, vi que lloraba y a pesar de que lo saludé no me detuve a preguntarle que le sucedía pero hoy volví para hablar con él pero veo que es tarde.
No me lo va a creer pero usted es la persona de quien hablaba en su diario. Extrañado por lo que me decía, lo miré pidiéndole más explicación. Por favor, pase. Me dijo aún sin contestarme. Luego de servir un poco de café me llevó hasta donde estaba su diario y la última hoja rezaba: Hoy me regalaron una sonrisa plena y un saludo amable… hoy es un día bello.
Tuve que sentarme, me dolió el alma de solo pensar lo importante que hubiera sido para ese hombre que yo cruzara aquella calle. Me levanté lentamente y al mirar al hombre le dije: Si hubiera cruzado de vereda y hubiera conversado unos instantes con su padre… Pero me interrumpió y con los ojos humedecidos de llanto dijo: Si yo hubiera venido a visitarlo al menos una vez este último año, quizás su saludo y su sonrisa no hubieran significado tanto.
Autor Desconocido
Si hubiera….si hubiera…si hubiera….Cuántas veces esas dos palabras han estado en nuestros labios. Tomemos la decisión de aprovechar cada oportunidad para amar, compartir y edificar a otros. Hoy…porque mañana puede ser tarde.
Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Salmo 45:7
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. Juan 13:34
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Juan 15:12