martes, 19 de enero de 2010

JUEGOS DE VIDIO Y CELEBRO

Una investigación realizada por la Universidad de Aachen, en Alemania, determinó que el cerebro de los adolescentes que se recrean con videojuegos violentos percibe esta dinámica de la misma forma que si se tratara de agresiones reales.
El hallazgo, que aparece comentado en la revista británica New Scientist, fue realizado a través de la comparación de imágenes computaciones del cerebro cuando los jóvenes estaban inmersos en un videojuego donde tenían que matar terroristas y moverse por un campo de acción de estilo militar. Luego, los científicos pidieron a los participantes que se imaginaran a sí mismos siendo violentos y agresivos con otras personas.
Las reacciones cerebrales eran casi similares, dicen los investigadores: el principal órgano del ser humano interpreta lo visto en los títulos virtuales como si fuese real, detonando la misma cascada de reacciones, hormonas y sustancias químicas que ante un ataque real.
Otros expertos afirman que es riesgoso afirmar que existe una relación directa, ya que imaginar una escena violenta no es lo mismo que vivirla
Tomado de Noticias La Tercera.Chile
Hay cosas que parecen inofensivas pero que pueden producir efectos no deseados. Es triste encontrar la multitud de jovencitos reunidos en los Ciber Café jugando embelazados y desconectados de su mundo exterior. Luego podríamos llevarnos las manos a la cabeza cuando encontremos jovenes luego realizando actos de violencia. Dios nos ha llamado a vivir en Paz y en un ambiente de gozo y tranquilidad.
Todavía estamos a tiempo para proteger a nuestros niños y jóvenes a pensar en lo bueno y agradable.
“Tú guardarás en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en tí persevera, porque en tí ha confiando” Isa 26:3
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Fil 4:8

¿IMPOSIBLE?

Lectura: Mateo 5:38-42.
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: no resistáis al que es malo" Mateo 5:38-39
Cuando el Presidente de la Asociación del Premio Nóbel, Gunnar John, hizo su discurso de presentación para el Premio Nóbel de la Paz otorgado a Martin Luther King en 1964, citó a Jesús: «A cualquiera que te hiera en la mejilla, derecha, vuélvele también la otra» (Mateo 5:39). Según observó el Sr. John: «No fue debido a que dirigió a una minoría racial en su lucha por la igualdad que Martin Luther King ganó fama... [Su] nombre perdurará por la manera en que libró dicha lucha».
En 1955, Martin Luther King había dirigido un boicot pacífico de todo un año para protestar contra la segregación en los autobuses. Pagó un alto precio. Le pusieron bombas en su casa y a él mismo fue atacado y arrestado. Nunca tomó represalias. Al final, le asesinaron.
¡Qué opuesto es el pacífico ejemplo del Dr. King a mi naturaleza carnal! Yo quiero justicia ahora. Quiero retribución. Quiero que otros paguen por sus malas acciones, en especial cuando éstas van dirigidas a mí. Lo que no quiero es volver la otra mejilla e invitarlos a que me vuelvan a golpear.
Haddon Robinson comenta acerca de los estándares elevados que Jesús expuso en el Sermón del Monte (Mateo 5–7), llamándolos «metas... no ideales imposibles. [Jesús] quiere que Sus discípulos se esfuercen hacia estas metas para dominar un nuevo tipo de vida».
En medio de las injusticias de la vida, tengamos la valentía, la fe, y la fuerza para volver la otra mejilla.
Se requiere de verdadera fortaleza para negarse a tomar represalias.

lunes, 18 de enero de 2010

TODO FUE EL RESULTADO DE UNA BOMBA

La bomba estaba allí a la vista, un negro cilindro de plástico: fatídica, silenciosa, ominosa. Quieta como una serpiente, sólo esperaba el momento de morder. Era una poderosa bomba que habían dejado en ese edificio unos narcotraficantes.

Les tocó a tres policías, veteranos en el oficio, realizar la peligrosa tarea de desactivarla. Los tres oficiales comenzaron con sumo cuidado, pero algo falló. La bomba estalló. En la fracción de un segundo los tres policías quedaron destrozados.

La crónica policial no dio los nombres de los agentes, pero alguien publicó fotografías. Éstas mostraban a los hombres unos momentos antes de la explosión y un momento después. En la segunda toma se veían los restos sanguinolentos de tres hombres jóvenes, servidores públicos, casados y con hijos, que murieron cumpliendo con su deber. Y todo fue el resultado de una bomba.

Ante esto no podemos menos que preguntarnos: ¿Qué tipo de persona, qué clase de hombre, qué inclinación, qué carácter, qué personalidad, podría darse a una actividad tan infame como la de fabricar instrumentos de muerte?

¿Cómo puede un hombre tramar cualquier clase de destrucción contra un semejante? ¿Dónde está la conciencia? ¿Dónde está el corazón? ¿Y dónde está el presentimiento de consecuencias? ¿Será que hoy en día se hace caso omiso de ellas?

Estas mismas preguntas podrían aplicarse a la persona que ofende. Decirle a alguien, especialmente a nuestro cónyuge o a un hijo nuestro: «estúpido» o «idiota» o «imbécil» o «tonto», es peor que poner una bomba debajo de sus pies.

Herir los sentimientos, especialmente entre familia, es destruir lo más precioso que tenemos. Insultar a la esposa de nuestra juventud, o peor todavía, golpearla físicamente, es lo más repugnante que pudiéramos hacer como maridos. Esa es la bomba que destruye matrimonio, hogar, esposo, esposa, hijos y todo.

Es posible que allá adentro, en lo más profundo de nuestro ser, lamentemos haber puesto alguna bomba simbólica, pero que igual destruye, en el seno de nuestro hogar. Sólo puede desactivarla el que la pone. Y la palabra clave para esa desactivación es: «¡Perdóname!» Pedir de la esposa perdón, pedir de los hijos perdón, es desactivar la bomba que de seguro estallará si no se neutraliza.

Comencemos esa desactivación pidiéndole perdón a Dios por nuestras ofensas. Luego pidámosle perdón a nuestra familia. Neutralicemos esa bomba antes de que estalle. No destruyamos lo que más valor tiene en nuestra vida: el cónyuge, los hijos, la paz y la fe.

Hermano Pablo

PURIFICADOR DE PLATA

Había un grupo de mujeres reunidas en su estudio bíblico semanal, y mientras leían el libro de Malaquías encontraron un versículo que dice: “Y Él se sentará como fundidor y purificador de plata”, este verso les intrigó en gran manera acerca de qué podría significar esta afirmación con respecto al carácter y la naturaleza de Dios. Una de ellas se ofreció a investigar el proceso de la purificación de la plata.
Esa semana la dama llamó a un Orfebre e hizo una cita para ver su trabajo. Ella no le mencionó detalles acerca de la verdadera razón de su visita, simplemente dijo que tenía curiosidad sobre la purificación de la plata.
Mientras observaba al orfebre sostener una pieza de plata sobre el fuego dejándolo calentar intensamente, él le explicaba que para refinar la plata, debía ser sostenida en medio del Fuego donde las llamas arden con más fuerza, para así sacar las impurezas.
En ese momento ella imaginó a Dios sosteniéndonos en un lugar así de Caliente.–Entonces recordó una vez mas el versículo “Y Él se sentará como fundidor y purificador de plata”. Le preguntó al platero si era cierto que él debía permanecer sentado frente al fuego durante todo el tiempo que la plata era refinada.
El hombre respondió-”SI” No sólo debo estar aquí sentado sosteniendo la plata, también debo mantener mis ojos fijamente en ella durante el tiempo que esta en el fuego, si la plata fuese dejada un instante más de lo necesario sería destruida.
La mujer se mantuvo en silencio por un momento y luego preguntó. -¿Cómo sabe cuando ya esta completamente refinada?
El sonrió y le respondió:, “Ah, muy simple — Cuando puedo ver mi imagen reflejada en ella.”
Si hoy sientes el calor del fuego, recuerda que Dios tiene sus ojos puestos en tí y continuará observándote hasta que vea su imagen en tí.
Ref.-Malaquías 3:3

MARAVILLOSAS OBRAS

Lectura: Salmo 139:7-16.
"Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras" Salmo 139:14
Una cita en el libro David Elginbrod, de George MacDonald, les habla a aquellos que a veces se preguntan por qué Dios los hizo como son y que desearían ser otra persona.
Lady Emily reflexiona: «Desearía poder ser tú, Margaret».
Margaret responde: «En su lugar, mi señora, preferiría ser lo que Dios eligió hacerme, en vez de la criatura más gloriosa que se pudiera imaginar. Por cuanto, haber sido ideada, nacida de los pensamientos de Dios, y luego hecha por Dios, es lo más querido, grandioso y precioso que se pueda pensar».
Puede que MacDonald haya tenido el Salmo 139:17 en mente: «¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!» En este salmo, David está pensando en su concepción y vívidamente describe los pensamientos de Dios cuando Él le formó en el vientre de su madre, creando una persona única y especial para que fuera el objeto de Su amor.
Es un pensamiento consolador saber que no somos un terrible error, sino una creación especial, «nacidos de los pensamientos de Dios». David podía pararse frente a un espejo y decir con toda honestidad y humildad: «Formidables, maravillosas son tus obras» (v. 14).
¡Eres un diseño original! Como tal, eres querido, grandioso y precioso para Dios.
Eres único, diseñado para glorificar a Dios como sólo tú puedes hacerlo.

domingo, 17 de enero de 2010

SEMILLA DE HACE 2000 AÑOS

JERUSALEN, 18-6-2005 (NYT/ACPress.net).
Científicos israelíes hicieron germinar una semilla de 2000 años de la palmera descrita en la Biblia
Los investigadores quieren averiguar qué es lo que resultaba tan excepcional acerca de la palmera original de Judea, muy alabada en la Biblia y el Corán por su sombra, alimento, belleza y cualidades medicinales, pero más tarde destruida por las cruzadas.
A las ocho semanas, la persistente semilla se mantenía fuerte, a pesar de que la mayoría de los granos antiguos producen plantas que mueren rápidamente.
La doctora Sarah Sallon, que dirige un proyecto sobre plantas medicinales del Oriente Medio, subraya que la palmera en la antigüedad simbolizaba el árbol de la vida. Pero la doctora Elaine Solowey, que hizo germinar la semilla y la está haciendo crecer en cuarentena, dice que la mayoría de las semillas antiguas mueren rápidamente porque han utilizado la mayoría de sus nutrientes en permanecer vivas.
Hasta el momento de redactar esta noticia, la planta produjo siete hojas.
Fuente: NYT. Redacción: ACPress.net
Una semilla de hace 2000 años puede revivir. Una semilla de fe y esperanza no importa cuando se sembró también puede revivir. Nuestra confianza en Dios necesita ser cada día alimentada.
Si como padres sembramos semillas de fe y esperanza en nuestros hijos, un día esa semilla germinará. Recuerda, este día, tus hijos son tierra fértil y las semillas de fe y esperanza que un día sembraste , germinará.
Sigue sembrando esas semillas y aún cuando uno de tus hijos te haga llorar hoy, mira con fe y esperanza y cree que un día esa semilla en él o ella germinará.
He aquí, don del Señor son los hijos; y recompensa es el fruto del vientre.
Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud.
Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; no serán avergonzados cuando hablen con sus enemigos en la puerta.
Sal 127:3-5

LA HERMANDAD DEL MAR


Lectura: Efesios 2:14-22.
"Así que... sois... conciudadanos de los santos" Efesios 2:19
El 8 de agosto del 2005, el mundo supo del dramático rescate de siete marineros rusos atrapados en un pequeño submarino que se había enredado en una red de pesca. Los hombres habían sobrevivido tres días fríos y oscuros en el fondo del mar y les quedaban menos de seis horas de oxígeno. Mientras tanto, arriba en la superficie se llevaba a cabo un frenético esfuerzo unido de rescate por parte de personal ruso, japonés, británico y norteamericano. Finalmente, el submarino fue liberado. El ministro de Defensa ruso alabó la operación, diciendo: «Hemos visto en hechos, no en palabras, lo que significa la hermandad del mar».
El libro de Efesios habla acerca de la unidad de creyentes en Jesús al referirse a la unidad de «la familia de Dios» (2:19). Los gentiles, quienes una vez estuvieron «alejados» y fueron «ajenos» (v. 12), ahora habían «sido hechos cercanos por la sangre de Cristo» (v. 13), uniéndoles a sus hermanos y hermanas judíos. Esta unidad ha de hacerse evidente en los esfuerzos de la comunidad cristiana hoy.
Los creyentes en Jesús han recibido la comisión de llevar a cabo el esfuerzo de rescate más importante de todos. Las personas están muriendo sin Cristo. Alabado sea Dios que hay esfuerzos misioneros unidos que traen esperanza, salvación, educación y ayuda de emergencia a personas desesperadas en todo el mundo. De eso trata la hermandad de Cristo.
Una iglesia saludable es el mejor testigo para un mundo que sufre.