jueves, 24 de septiembre de 2009

EL MANTEL

Una linda historia que confirma que las casualidades no existen.

El nuevo Sacerdote, recién asignado a su primer ministerio para reabrir una iglesia en los suburbios de Brooklyn, New York, llegó a comienzo de octubre entusiasmado con sus primeras oportunidades. Cuando vio la iglesia se encontró conque estaba en pésimas condiciones y requería de mucho trabajo de reparación. Se fijó la meta de tener todo listo a tiempo para oficiar su primer servicio en la Nochebuena. Trabajó arduamente, reparando los bancos, empañetando las paredes, pintando, etc., y para el 18 de diciembre ya habían casi concluido con los trabajos, adelantándose a la meta trazada. El 19 de diciembre cayo una terrible tempestad que azotó el área por dos días completos. El día 21 el sacerdote fue a ver la iglesia. Su corazón se contrajo Cuando vio que el agua se había filtrado a través del techo, causando que un área considerable del pañote, de unos 20 pies por 8 pies cayo de la pared frontal del santuario, exactamente detrás del pulpito, dejando un Hueco que empezaba como a la altura de la cabeza. El sacerdote limpio el Desastre en el piso, y no sabiendo que mas hacer sino posponer el Servicio de Nochebuena, salió para su casa. En el camino noto que una tienda local estaba llevando a cabo una venta Del tipo “mercado de pulgas”, con fines caritativos, y decidió entrar Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho a mano, color hueso, con un trabajo exquisito de aplicaciones, bellos colores y una cruz bordada en el centro. Era justamente el tamaño adecuado para cubrir el hueco en la pared frontal Lo compró y volvió atrás camino a la iglesia. Ya para ese entonces había comenzado a nevar. Una mujer mayor iba corriendo desde la dirección opuesta tratando de alcanzar el autobús, pero finalmente lo perdió. El Sacerdote la invito a esperar en la iglesia donde había calefacción por el próximo autobús que tardaría 45 minutos mas en llegar La señora se sentó en el banco sin prestar atención al pastor mientras este buscaba una escalera, ganchos, etc., para colocar el mantel como Tapiz en la pared. El sacerdote apenas podía creer lo hermoso que lucia y Como cubría todo el área de problema. Entonces él miro a la mujer que venia caminando hacia abajo, desde el pasillo del centro. Su cara estaba blanca como una hoja de papel “Padre,¿donde consiguió usted ese mantel?” El padre le explico. La mujer le pidió revisar la esquina inferior derecha para ver si las iniciales EBG aparecían bordadas allí. Si, estaban.. Estas eran las iniciales de la mujer y ella había hecho ese mantel 35 anos atrás en Austria. La mujer apenas podía creerlo cuando el pastor le contó como acababa obtener el mantel. La mujer le explico que antes de la guerra ella y su esposo tenían una posición económica holgada en Austria.
Cuando los Nazis llegaron, la forzaron a irse. Su esposo debía seguirla la semana siguiente. Ella fue capturada, enviada a prisión y nunca volvió a ver a su esposo ni su casa.
El pastor la llevo en el carro hasta su casa y ofreció regalarle el mantel, pero ella lo rechazo diciéndole que era lo menos que podía hacer. Se sentía muy agradecida pues vivía al otro lado de Staten Island y solamente estaba en Brooklyn por el día para un trabajo de limpieza de casa. Que maravilloso fue el servicio de la Nochebuena! La iglesia estaba casi llena. La música y el espíritu que reinaban eran increíbles. Al final del servicio, el sacerdote despidió a todos en la puerta y muchos expresaron que volverían.
Un hombre mayor, que el pastor reconoció del vecindario, seguía sentado en uno de los bancos mirando hacia el frente, y el padre se preguntaba por que no se iba. El hombre le pregunto donde había obtenido ese mantel que estaba en la pared del frente, porque era idéntico al que su esposa había hecho años atrás en Austria antes de la guerra y como podían haber dos manteles tan idénticos? El le relato al padre como llegaron los Nazis y como el forzó a su esposa a irse, para la seguridad de ella, y como el estaba supuesto a seguirla, pero había sido arrestado y enviado a prisión. Nunca volvió a ver a su esposa ni su hogar en todos aquellos 35 años. El pastor le pregunto si le permitiría llevarlo con el a dar una vuelta. Se dirigieron en el carro hacia Staten Island, hasta la misma casa donde el padre había llevado la mujer tres días atrás.
El ayudo al hombre a Subir los tres pisos de escalera que conducían al apartamento de la mujer, toco en la puerta y presencio la mas bella reunión de Navidad que pudo haber imaginado.

Una historia real – ofrecida por el Padre Rob Reid.

Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Dios mío, tú eres bueno y siempre actúas con justicia. Enseñas a los pecadores a hacer lo bueno; enseñas a los humildes a hacer lo bueno y lo justo. Con quienes cumplen tu pacto y obedecen tus mandamientos tú siempre actúas con amor y fidelidad. Salm 25:8

CAMAS ADICIONALES

Lectura: Hebreos 13:1-6.
“No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” Hebreos 13:2
En el 2004, Casey Fenton fue co-fundador de un servicio sin fines de lucro que ayuda a los viajeros a encontrar una «alternativa más amistosa» a los hoteles que son poco acogedores. Encuentran a dueños de casas que estén dispuestos a ofrecer sus camas adicionales y sus sofás a los demás.
El grupo alardea de tener casi un cuarto de millón de amistades que se han formado a partir de su servicio. «Cuanto más ampliemos la red -dice Fenton-, tanto mejores oportunidades tendremos de que este mundo sea un mejor lugar».
Dicho servicio se parece mucho a la hospitalidad bíblica. En las últimas páginas de su carta a los Hebreos, el autor instruyó a los creyentes a que practicaran su fe en Jesucristo por medio de la hospitalidad (13:2). Los primeros seguidores de Cristo definieron eso como actos de generosidad hacia personas extrañas.
En el primer siglo, la hospitalidad a menudo incluía darle alojamiento a un invitado. Esto era lo más difícil de hacer durante una época de persecución. Estos creyentes no sabían si la persona era un espía o un compañero creyente que estaba siendo perseguido. Pero al recibir a extraños, el autor dijo que en efecto podrían estar invitando una bendición a sus hogares.
Como pueblo de Dios, estamos llamados a ser hospitalarios con los demás como parte de nuestra gratitud por la salvación que hemos recibido de Dios.
Las personas con Dios en su corazón también tienen a las personas en su corazón.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

YO TAMBIEN ¿ Y TU ?

«GAMINES», «GOLFOS», «PUNGAS» Y «VAGOS»

La caravana se organizó sola. Nadie la convocó. Nadie la dirigió. De todas las esquinas y plazoletas, de todos los cines y mercados, de todos los barrios de la ciudad, comenzaron a caminar. ¿Quiénes hacían esto? Niños. Decenas de niños. Niños pobres. Niños desamparados. Niños que caminaban solidarios con un rumbo fijo: «La Nueva Jerusalén», uno de los barrios de la gran ciudad.

Iban para asistir al funeral de un compañero muerto, un chico callejero de doce años de edad llamado Wellington Barboza. Lo habían asesinado los narcotraficantes. Uno más, añadido a la lista de víctimas. Era uno de los chicos abandonados, de ocho a doce años de edad, que viven en las calles de Río de Janeiro.

Todas las grandes ciudades tienen sus niños pobres. Son los huérfanos, los desheredados, los corridos de sus casas sin amor y sin cuidado. Irónicamente el niño Wellington Barboza había sido asesinado en un barrio llamado «La Nueva Jerusalén», el nombre que la Biblia da a la eterna ciudad celestial.

Estos niños brasileños, como sus congéneres de todo el mundo, se dedican necesariamente al delito: al robo y al narcotráfico. Y a veces, por la misma vida que llevan, cometen homicidios.

En Bogotá se les llama «gamines», en España, «golfos», en otras ciudades, «pungas» o «vagos», pero todos por igual son víctimas del desamor y la indiferencia. Y su destino es la droga, la agresión, la cárcel y la muerte.

¿Habrá algo que nosotros, los adultos de este tiempo, podemos hacer? Sí, lo hay. En primer lugar, debemos reconocer la honda herida que motiva este comportamiento. Ellos son quienes son, y hacen lo que hacen, porque son víctimas de una sociedad que los ha herido, desamparado y abandonado.

Luego debemos levantar nuestra voz para hacer que tomen conciencia todos —padres, maestros, clérigos, autoridades— de que no hay modo de justificar el abandono de nuestros niños. La realidad es que son nuestros, y su comportamiento refleja el mal que aflige a nuestra sociedad.

Algo más. Padres, cuidemos con amor y atención a los hijos que todavía tenemos en casa. La Biblia dice: «Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor» (Efesios 6:4).

Pidamos de Dios la sabiduría espiritual para librar a nuestros hijos de la ruina moral. Si Cristo es nuestro Señor, hará de nuestro hogar un nido de paz. Invitémosle a que sea el huésped invisible de nuestro hogar. Así aseguraremos a nuestros hijos.

Hermano Pablo

LA VERDAD DE LA VERDAD

En 1692, la Universidad de Harvard adoptó el lema de Veritas Christo et Ecclesiae, que quiere decir “Verdad por Cristo y la Iglesia”. Su emblema mostraba tres libros, uno de ellos boca abajo, para simbolizar la limitación del conocimiento humano. Pero en décadas recientes, ese libro ha sido puesto boca arriba para representar la capacidad ilimitada de la mente humana. Y el lema ha sido cambiado a Veritas: “Verdad.”
La búsqueda del conocimiento es digna de alabar, y sin embargo, puede llevar rápidamente al orgullo y la negativa a reconocer cualquier límite de nuestras capacidades mentales. Cuando eso sucede, la verdad bíblica se ignora o se rechaza.
¿Cuál, entonces, es la verdad de la verdad? Un rey sabio escribió hace siglos: “El temor del Señor es el principio de la sabiduría” (Proverbios 1:7). Debemos reconocer la relación que existe entre Dios y la verdad. Sin la ayuda del Espíritu Santo y la instrucción de la Palabra de Dios, los hombres estarán “siempre aprendiendo, pero . . . nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad” (2 Timoteo 3:7). Sin embargo, cuando reconocemos y obedecemos su verdad somos liberados de la ignorancia espiritual y del error (Juan 8:32; 17:17).
Es por eso que debemos ser diligentes en nuestro estudio de la Biblia (2 Timoteo 2:15). Es el único libro que nos dice la verdad de la verdad.

EL VELA POR NOSOTROS

Lectura: Salmos 33:8-22.
“Desde el lugar de Su morada miró sobre todos los moradores de la tierra” Salmos 33:14
A principios de la década de los 60 leí la novela 1984 por George Orwell, la cual hizo famosa la frase: «El hermano mayor te está observando». En esta sociedad imaginaria, todos los aspectos de la vida están bajo vigilancia.
¡Hoy en día se estima que sólo en el Reino Unido hay unos 4.2 millones de cámaras de vídeo de circuito cerrado! Londres está saturada de ellas. Estas cámaras observan los salones y las veredas por razones de seguridad. Incluso monitorean el tráfico.
El Salmo 33 nos dice que Dios también está observando desde lo alto (v. 14). Él no sólo ve las imágenes y las actividades, sino que discierne los pensamientos y los motivos.
En su calidad de Dios Creador, se hará según Su Palabra (v. 9). Sus propósitos eternos siguen su marcha sin obstáculo alguno (vv. 10-11). Los obstáculos terrenales son sólo peldaños para Él. Aunque puede que muchos dependan de la fortaleza militar para obtener liberación y seguridad, su esperanza es en vano (vv. 16-17).
Pero los que confiamos en el Señor no tenemos que huir de este Dios imponente. El salmista afirma: «He aquí el ojo de Jehová sobre los que Le temen, sobre los que esperan en Su misericordia…. nuestra ayuda y nuestro escudo es Él» (vv. 18, 20).
Puede que el ojo de Jehová sea aterrador, pero los que confiamos en Él nos regocijamos. Él no es un «Hermano Mayor» entrometido sino nuestro Padre celestial amoroso que vela por nosotros.
Mantén tus ojos puestos en el Señor; Él nunca quita Sus ojos de ti.

martes, 22 de septiembre de 2009