jueves, 27 de agosto de 2009

HOY..RECIBIRE LA PORCION DE DIOS

“A ti daré la tierra de Canaán , porción de tu heredad”. I Corintios 16:18
Hoy pienso y reflexiono las veces que he mostrado un imagen mediocre y triste. Mi pequeña y escaza fe y mis grandes y abundantes problemas algunas veces me han llevado a preguntarme si detras de una no muy comoda providencia el Señor esconde un rostro no muy satisfecho conmigo.
Miro las masivas fuerzas que me rodean, enfermedad, preocupación, accidentes, muerte y conflictos y entonces experimento una gran sencación de inferioridad. A menudo me siento acobardado, temeroso y angustiado. Sin embargo , cuando me siento así, el Señor me muestra la porción que tiene para mi. Hoy quiero ver esa porción . A ti te daré tierra de Canaán, porción de tu heredad.
La porción que hoy recibo del Señor es una muestra que me asegura que todo lo que recibo hoy está permitido por la mano del Señor, si es dulce o amargo, frio o caliente, dulce o desagradable, todo eso esta con el permiso de Dios para el cumplimiento de sus propósitos eternos en mi vida. Yo no puedo perder lo que él me ha prometido. Ni un solo atomo me será negado.
La porción de Dios para mi vida está cuidadosamente medida y guardada por Dios. Algunas veces yo he arruinado cosas por forzar mi propia porción. Sin embargo, el Señor ha sido paciente conmigo. Si yo insistó en darle forma a mi propia porción por mi fuerte egoismo, Dios no compite conmigo.
Él me deja tomar mi propio camino hasta que yo aprenda la lección más amarga. La porción del Señor a veces puede ser amarga pero en ultima instancia me guía a la más grande dulzura.
Hoy dejaré al Señor escoger mi propia porción,de otra manera, si yo escojo mi propia porción esto producirá cansancio, frustración, caida y lágrimas. Cuando el Señor escoge mi porción en ella siempre encuentro victoria y paz interna. Hoy, se que la porción del Señor jamás producirá en mi frustración y amrgura más plenitud y satisfacción.
Señor. Gracias por que tú escoges la porción para mi vida en este día. Hoy , no quiero escoger mi propia porción, porque no estoy capacitado para mirar más alla de tus planes. Hoy, quiero dejar en tus manos la alternativa de escoger mi porción. Cuando tu escoges mi porción, la satisfacción es plena, no hay frustración y vacio, más la sensación de paz y alegría.
Hoy quiero caminar confiado por el sendero de la vida sabiendo que toda mi vida está en tus manos y que nada ni nadie podrá frustar tus propósitos para mi existencia. Gracias Señor por la porción de este día. Amén.

SIGUE LAS INSTRUCCIONES

Después que una mujer entabló una demanda a un restaurante de comidas rápidas por haberse quemado con un café, las compañías comenzaron a cambiar sus manuales y etiquetas de advertencia. Fíjate en las siguientes instrucciones:
En una cena congelada: Descongelar antes de comer.
En una plancha: ¡Cuidado! No planche la ropa sobre su cuerpo.En un frasco de mantequilla de cacahuate: Puede contener cacahuates.
En la tapa de la leche: Después de abrirla, manténgala derecha.
Si algunas personas necesitan estas obvias directrices en los artículos para el hogar, imagínate cuánto más necesitamos la guía de Dios. El Salmo 119 habla de la importancia de su manual de instrucción: la Biblia. En las páginas de las Escrituras encontramos lo que Dios quiere que creamos, seamos y hagamos.
“Cree en el Señor Jesús, y serás salvo. . .” (Hechos 16:31).

“Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo” (Efesios 4:32).
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).
Pídele al Señor que te enseñe sus estatutos y dirija tus pasos según su Palabra (Salmo 119:133,135). Luego léelo con frecuencia y sigue las instrucciones.

LOS COLORES DEL REY

Lectura: Juan 13:31-55.
“En esto conocerán todos que sois Mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” Juan 13:35
En Tailandia, las personas aman y admiran mucho al rey Bhumibol (Rama IX) quien les ha guiado durante más de 60 años. Como muestra de su respeto por el rey, el pueblo tailandés usa camisas color amarillo brillante cada lunes, porque el amarillo es el color oficial del rey.
Al buscar vivir para nuestro Rey, el Señor Jesucristo, nosotros también debemos mostrar nuestros colores de lealtad y aprecio por todo lo que Él ha hecho por nosotros. ¿Pero cómo? ¿Cuáles son los «colores» que le declaran al mundo que servimos al Rey de reyes y al Señor de señores?
La noche antes de Su crucifixión, el Rey Jesús nos dijo cuáles deben ser nuestros colores al pronunciar estas palabras: «En esto conocerán todos que sois Mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros» (Juan 13:35). Su discípulo Juan hizo eco de esto cuando escribió: «Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros» (1 Juan 4:11).
Mostrar el amor de Cristo a nuestros compañeros de la fe es más que una simple muestra de amabilidad o cuidado. Es una de las maneras más tangibles en las que podemos mostrar nuestro amor y nuestra devoción por el Salvador.
Asegurémonos de mostrar nuestros colores al interactuar con otros cristianos. Eso dará honra a nuestro Rey ante un mundo que observa.
Nuestro amor por Dios se muestra a través de nuestro amor por los demás.

miércoles, 26 de agosto de 2009

MI SALVADOR

JESUCRISTRO

VIOLENCIA FAMILIAR

Eran tres niños, hermanitos los tres, de seis, siete y ocho años de edad. Con ojos aterrorizados y temblando de miedo, no podían dejar de mirar. ¿Qué estaban mirando? Veían cómo su padre le daba una paliza brutal a su madre. La escena la describe un diario de América Latina.

El hombre enfurecido, a la vista de sus tres hijitos, golpeaba brutalmente a su esposa. ¿Cuál era la causa? Nadie sabe. Los niños sólo decían: «Papá estaba muy enojado.» Pero una palabra lo describe todo: violencia.

La violencia doméstica, aunque en la vida diaria no es nada nuevo, en las crónicas de los diarios y en los tribunales sí lo es. Es algo que ha recrudecido en las últimas décadas. Y esta crónica nos obliga a tocar dos puntos: la violencia entre padres, y su efecto en los hijos.

Algunos dicen que la violencia familiar la incita la familia misma, pero eso es ver el asunto de una manera superficial. La violencia nace en el corazón. Está adentro de uno como lo estaba en el corazón de Caín, y sólo necesita una muy pequeña provocación para estallar.

Decimos que es culpa de la mujer, o de los hijos, o del jefe o de otro, pero no lo es. Procede del corazón herido y confundido que vierte su frustración sobre los que están más cerca. Cuando el tronco está malo, todo el árbol lo está. Cuando el corazón vive en amargura, la persona en la que late reacciona con violencia.

¿Y qué de los hijos? No hay nada en todo el mundo que frustre y confunda y atemorice más al niño que ver a sus padres peleándose, especialmente cuando son encuentros violentos. Y si la criatura tiene dos, tres o cuatro años de edad, esos disgustos tienen efectos desastrosos que afectan toda su vida. Un sociólogo investigador dijo: «Cuanto más violenta es la pareja, de las que hemos entrevistado, más violentos son los hijos.» Por cierto, la violencia en los padres viene de la violencia en los progenitores de ellos.

¡Cuánto necesitamos paz y tranquilidad en nuestro corazón! ¡Cuánto necesitamos al Príncipe de paz! Y ese Príncipe de paz existe. Es Jesucristo, el Hijo de Dios. Él dijo: «La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden» (Juan 14:27).

Entreguémosle nuestro corazón a Cristo. Si el enojo ha sido nuestra debilidad, hagamos una sincera declaración de humilde arrepentimiento. Cristo conoce nuestra intención y Él quiere ayudarnos. Permitámosle entrar en nuestro corazón. Él nos renovará en lo más profundo de nuestro ser.

Hermano Pablo

HOY..ABUNDARE EN CONSOLACION

“Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abundan también por el mismo Cristo nuestra consolación” II Corintios 1:5
Hay una proporción bendita en la vida cristiana. La Regla de Providencia sostiene un par de escalas – - en un lado Él pone ensayos para su pueblo, y en el otro él pone sus consuelos. Cuando la escala de ensayo o prueba se vacía encontraré siempre la escala de consuelo en la misma proporción; y cuando la escala de ensayos o pruebas está llena, encontraré la escala de consuelo con el mismo peso.
Cuando las nubes negras se acumulan en gran cantidad, la luz se da a conocer más brillantemente para mi. Cuando la noche me rodea y la tempestad me envuelve, el Capitán Celestial está siempre más cerca de su tripulación.
Es algo bendito, cuando nosotros estamos bajo el peso de la angustia por que de esta manera experimentamos el peso de su consuelo, y es el consuelo del Espíritu.
Una de las razónes,porque las pruebas preparan la sala para el consuelo, es que los grandes corazones solamente pueden ser formados por y a través de los grandes problemas. La zanja de los problemas excava el depósito de comodidad más profunda de la sala para el consuelo.
Hoy se que en medio de las pruebas Dios viene a mi corazón y cuando Él lo encuentra lleno – - Él comienza a romper mis comodidades hasta dejarlo vacío; entonces hay más espacio para la gracia.
Otra razón por qué nosotros los cristianos somos frecuentemente muy felices en nuestros problemas, es que en los problemas tenemos las negociaciones más cercanas con Dios. Cuando el tesoro está lleno, el hombre cree que puede vivir sin Dios: cuando el bolso revienta con el oro, el hombre trata de hacer las cosas sin tanta oración. Pero una vez que los tesoros están lejos, en ese momento si queremos a Dios.
No hay grito tan bueno como que viene desde el fondo de las montañas; ninguna oración tan dulce como la que viene desde las profundidades del alma, mediante aflicciones y pruebas profundas. De aquí en adelante ellas nos traen a Dios, y nosotros somos más felices; por tener cerca a Dios.
Señor. Ayudáme a ver las aflicciones y las pruebas como elementos vitales para contemplar y disfrutar tu consolación. Tus consuelos abundan para mi cuando las aflicciones me rodean . Amén.