sábado, 30 de mayo de 2009

HOY.. VERE LIBERTAD

“Y las cadenas se le cayeron de las manos” Hechos 12:7b.
Libertad es vivir en el genuino movimiento de Dios en mi vida. Dios nos hizo con libertad y para dar libertad. Libertad no es libertinaje, es moverse en el río de Dios para penetrar todas las áreas de sociedad llevando las aguas sanadoras de su presencia.Libertad es ser quien soy tal como Dios me hizo sin que personas, eventos o circunstancias me controlen, manipulen o me anulen.Victor Frank le dijo a quienes lo mantenían sin libertad en un campo de concentración nazi. “ Ustedes me pueden quitar la libertad física, la familia, las cosas, pero nunca me podrán quitar mi libertad de decidir a quién perdonar. Yo hoy decido perdonarlos¨.Eso es Libertad.Gloria a Dios Una vida devocional trae libertad. A veces hay cadenas que quieren impedirnos ministrar como era la situación de Pedro. La oración activa el poder de Dios y las cadenas se despedazan ante nuestros atónitos ojos. Quizás te has sentido atado, encadenado sin poder ministrar al 100%. Activa tu vida devocional y verás las cadenas como se despedazan, amado.El Apóstol Pedro estaba preso y la Iglesia oraba y en un momento crítico y determinante no solo un ángel apareció en la cárcel y una luz resplandeció en medio de la oscuridad, pero aún Las cadenas que lo mantenían sin libertad fueron rotas.Si hoy no veo ni siento libertad. No veo Libertad en un ser querido, aún me queda el recurso de la oración y podré ver con mis ojos el poder libertador de Dios haciendo pedazos las cadenas y trayendo libertad a mi vida.Libertad es ver lo que mis ojos no ven pero mi espíritu detecta.Libertad es comprender que Dios existe y está listo para entrar en acción a favor de su pueblo.
Señor, gracias por darme libertad. Gracias por ser mi libertad. Las cadenas se despedazan ante tu presencia. Hoy, me acerco a ti con confianza y seguro de saber que no estoy solo en la cárcel circunstancial de mi vida. Este es un paraje pasajero porque tú medices. “Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libre”. Amén.

ANIMEMONOS

La próxima vez que sintamos que Dios no puede utilizarnos,
tan sólo recordemos que…
Noé fue un borracho.
Abraham era demasiado viejo.
Isaac era un soñador.
Jacob era un mentiroso.
Lea era fea.
José fue abusado.
Moisés tenía problemas al hablar.
Gedeón tenía miedo.
Sansón tenía el cabello largo y era un mujeriego.
Rahab era una prostituta.
Jeremías y Timoteo eran demasiado jóvenes.
David tuvo una relación ilícita y fue un asesino.
Elías tuvo pensamientos suicidas.
Isaías predicó desnudo.
Jonás huyó de Dios.
Noemí era una viuda.
Job estuvo quebrado.
Juan el Bautista comía langostas.
Pedro negó a Jesús.
Los discípulos se durmieron mientras oraban.
Marta se preocupaba sobre todo.
A María Magdalena le expulsaron siete demonios.
La mujer samaritana se había divorciado más de una vez.
Zaqueo era demasiado pequeño.
Pablo era demasiado religioso.
Timoteo tenía una úlcera…
¡Lázaros estuvo muerto!
Y Dios no ha terminado con nosotros todavía. Somos un vaso que Él puede y quiere usar, si nos hacemos disponibles tal y como cada uno de los personajes arriba estuvierondispuestos a estarlo.
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes.Juan 15:15

DE AQUI AL CIELO

Lectura: Efesios 2:1-10.
"Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras" Efesios 2:10
Algunas veces, los atletas y entrenadores profesionales reciben algo por nada. Digamos que un entrenador firme un contrato de tres años y el equipo acuerda pagarle un millón de dólares al año. Pero en su primera temporada, el equipo juega terrible y la administración despide al entrenador. Así que éste se va pero aún le quedan dos años más de paga por recibir. Recibe los siguientes dos millones de dólares sin hacer nada. Como cristianos, debemos tener cuidado de no ver nuestra fe salvadora bajo esa lupa. Nunca debemos pensar: "Oye, soy salvo. Tengo riquezas eternas en camino. No tengo que hacer nada por Dios". Eso es parcialmente correcto pero también muy equivocado. Por un lado, nuestro viaje de aquí al cielo está pagado en su totalidad por medio del sacrificio de Jesús. No hay nada que podamos hacer para ganar la salvación. Pero hay otra parte de esto que debemos considerar. En Efesios 2:8-9, después de que Pablo claramente dice que no tenemos que "hacer" nada y que la salvación es un "don de Dios", él prosigue diciendo en el versículo 10 que ciertamente tenemos un trabajo que hacer. Como creyentes, somos "creados en Cristo Jesús para buenas obras". Dios ha planeado tareas que debemos realizar mientras estamos en este mundo -no para pagar nuestra deuda sino para honrar a nuestro Salvador. La vida de aquí al cielo no es un crucero de vacaciones; es un maravilloso privilegio y llamado para servir a Dios.
No somos salvos por buenas obras sino para buenas obras.

viernes, 29 de mayo de 2009

FINALMENTE EN CASA

Lectura: Juan 14:1-6.
"Y si Me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a Mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis" Juan 14:3
En enero de 1957, Jan y Hendrikje Kasper llegaron en barco hacia aguas estadounidenses. Su familia de 12 miembros, junto con otros inmigrantes holandeses a bordo del Grote Beer, se apiñaron en la cubierta para ver por primera vez la Estatua de la Libertad en el puerto de Nueva York. Esa visión inicial de la Dama Libertad fue emocionante y emotiva. Acababan de soportar una ardua travesía de once días a través del mar en un viaje nada lujoso. Habían dejado atrás a muchos amigos y familiares en los Países Bajos. Habían experimentado mares embravecidos ocasionados por un huracán y habían lidiado con mareos que parecían interminables. Pero ahora -finalmente- habían llegado. Este país se convertiría en su nuevo hogar. Algún día, aquellos de nosotros que hemos confiado en Jesucristo como nuestro Salvador personal dejaremos esta vida e iremos al lugar que Él ha preparado para nosotros (Juan 14:3). Puede que el viaje sea difícil o incómodo, pero ciertamente esperamos el destino final. El compositor Don Wyrtzen escribió la música para una maravillosa canción que ilustra nuestra vida terrenal como un "mar tempestuoso". Termina con estas palabras: Tan sólo piensa en pisar la orilla -¡y encontrar que es el cielo!En tocar una mano -¡y encontrar que es la de Dios! En respirar un aire nuevo -¡y encontrar que es celestial!En despertar en la gloria -¡y encontrar que es nuestro hogar! Cuando veamos a Jesús cara a cara por primera vez estaremos "finalmente en casa".
Aquellos que aman y sirven a Dios en la tierra se sentirán en casa en el cielo.

jueves, 28 de mayo de 2009

HOY..VERE TU LUZ EN LA OSCURIDAD

“y una luz resplandeció en la cárcel” Hechos 12:7.
Dios es Luz. Donde está Dios no hay tinieblas. Su luz disipa las sombras más tenebrosas que puedan venir sobre nosotros.Me sentía apesadumbrado y en medio de la noche más oscura un rayo de luz viono sobre mi.Si, a veces en el ministerio nos sentimos como en una cárcel y sin un rayo de luz cerca de nosotros. Pero si hemos mantenido una vida devocional activa en cualquier momento la luz resplandecerá por nosotros o a favor de otros.Una época me sentí sin luz, como si una sombra se hubiese puesto sobre mi. Perdí en esos días el deseo de orar y de buscar el resplandor de su gloria mientras la tristeza me rodeaba. Le dije a mi esposa que tenía como cinco días sin ánimo de orar, lo seguía haciendo pero sin fervor y no quería sentirme así. Como al sexto día entre en mi oficina en Panamá para orar pero con el mismo sentir y mientras oraba sin animo y deseo, de pronto sentí que la sombra se rompió y casi literalmente sentí como un rayo de luz que entró e iluminó mi mente y la tristeza desapareció y volví a sentir el anhelo y la alegría. Salí de la oficina y le dije a mi esposa: “Se acaba de romper lo que por seis días he sentido”. Al día siguiente mi esposa y yo fuimos a la ciudad de Colón a ministrar allí y mientras mi esposa ministraba yo salí a caminar un poco y el pastor Adolfo Hudson, quién ahora está con el Señor, detuvo su carro y me saludo y me dijo: Hermanos hace unos seis días Dios me ha puesto una inquietud dentro de mi corazón de orar por usted. No se que ha pasado, pero déjeme decirle que he estado gimiendo por usted. Le conté lo que había experimentado y juntos dimos gracias a Dios. Dios movió a otro líder a interceder por mi y un rayo de luz llegó a la cárcel. Vale la pena renovarnos cada día en la vida devocional.No importa las sombras que puedan llegar sobre mi hoy, la oración es el recurso dejado por Dios para pedir que su luz venga así como el verso de Hechos 12:7 narra que luz vino en la cárcel donde Pedro se encontraba , La Iglesia oraba y Dios en respuesta envió Luz.Señor, Este es un gran día para ver tu luz en mi, sobre mi y alrededor de mío.
Gracias por dejarme la oración como el maravilloso medio para recurrir a ti en medio de la más oscura noche. Hoy confieso que veré tu luz. Amén.

SONRIE

Sonríe… lo haces muy bien. Sonríe. Que a través de ella se caen los muros de la timidez.
Sonríe… lo haces muy bien. Que al sonreir se levanta el cálido susurro del cántico de la amistad.
Sonríe… lo haces muy bien. Cuando te lo propones se desata en ti lo especial que eres.
Sonríe… lo haces muy bien. Al sonreir llegan los hermosos colores del saludo fraternal.
Sonríe… lo haces muy bien. Al mirarte en tu propia sonrisa ves los detalles del amor en su mágico esplendor.
Sonríe… lo haces muy bien. Porque te acaricias el alma cada vez que te muestras contento.
Sonríe… lo haces muy bien. Es el reflejo de tu ser que se evidencia cuando enseñas lo mejor de tí.
Sonríe… lo haces bien. El brillo de tus ojos acompaña a tu sonrisa para explotar como estrellas brillantes en la oscuridad nocturna.
Sonríe… lo haces muy bien. Ya que al mostrar tu sonrisa se suaviza el momento del coraje que pasastes ayer.
Sonríe… lo haces muy bien. Es que tu sonrisa se proyecta hacia el cielo y perfuma el ambiente con gratos olores que suenan a libertad.
Sonríe… lo haces muy bien. Sonido de ternura que arropa los sentidos, los cuales se saborean los barriles de miel que hasta ellos llega cuando tú los dejas oir.
Sonríe… lo haces muy bien. Al hacerlo logras conquistar al mundo. Porqué ¿quién puede resistirse a tu hermosa, graciosa y dulce sonrisa?
Sonríe… lo haces muy bien. Es tu carta de presentación. Sonríe… lo haces muy bien. Ella nos deja ver al niño travieso que llevas por dentro.
Sonríe… lo haces muy bien. Dios se ha placido en regalártela por lo tanto es tuya y debes reciprocar el gesto a aquellos que a tu alrededor están.
Sonríe… lo haces muy bien. Esta te conduce a ser amigo, amado, estimado, apreciado, valorizado, esperado, invitado, distinguido, recordado. Y a disfrutar de los agradables, gustosos, placenteros, ricos, abundantes y plácidos instantes que te regala la vida.
Sonríe… lo haces muy bien. Es el paso de agradecimiento a tu Creador por dejarte vivir hoy, por que el ayer ya pasó.
Sonríe… lo haces muy bien. Es el peldaño que te sube por los tramos del deseo de vivir, de gozar, de soñar, de volver a sonreir. Es tu derechoante la vida… tu obligación al mundo y ante ti mismo.
Y lo haces muy bien…Y los que te rodean lo necesitan también.
Annie Ortiz
La sonrisa es la demostración física de la alegría del alma.

Pondrá de nuevo risas en tu boca,y gritos de alegría en tus labios. Job 8:21
Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría,alegría mayor que la que tienen los que disfrutan de trigo y vino en abundancia.Salmo 4:7
Por eso mi corazón se alegra,y se regocijan mis entrañas; todo mi ser se llena de confianza.
Salmo 16:9

¿ESTAMOS ESCUCHANDO?

Lectura: Salmo 119:41-48.
"Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos" Santiago 1:22
Una fascinante película realizada en los años 50, La Siguiente voz que escuches, cuenta la historia de una familia con una cantidad normal de pruebas y tensiones. Luego, una noche, la voz de Dios habla por la radio. Pero no sólo en la radio de esta familia: la voz de Dios se escucha en todo el mundo en cada radio, diciendo lo mismo al mismo tiempo. Al principio las personas reaccionan con incredulidad, luego, con temor. Sin embargo, después de varios días de escuchar a "La Voz", las actitudes, las acciones y las prioridades de las personas comienzan a cambiar. El impacto de lo que Dios estaba diciendo afectó directamente la manera en que vivían sus vidas. He escuchado a personas decir: "¡Si tan sólo Dios me hablara! Si tan sólo me dijera lo que tengo que hacer, lo haría". Pero la realidad más sencilla es que Dios ya nos ha hablado por medio de Su Palabra, la Biblia. ¿Le escuchamos cuando habla?. El salmista deseaba obedecer la Palabra de Dios "para siempre y eternamente" (119:44). Y Santiago advirtió acerca de ignorarla cuando dijo: "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos" (Santiago 1:22). ¿Cómo responderías si Dios comenzara a hablarte en tu radio? Podemos estar agradecidos de que Dios sí nos habla -no en la radio sino en las Escrituras. Seamos lo suficientemente sabios como para escuchar y obedecer.
En las obras de Dios vemos Su mano;
en Su palabra escuchamos Su corazón