lunes, 20 de abril de 2009

HOY..NO ME AVERGOZARE DEL SEÑOR

En este mundo es difícil mantener nuestra posición ante Cristo. Frecuentemente, cuando nosotros buscamos compartir nuestra fe en Jesucristo somos ridiculizados o simplemente aislados e ignorados por amistades o amigos. Recuerdo cuando asistía al colegio siendo un joven.
Era el único cristaino en mi salón de clase. Fui ignorado y cada día era ridiculizado. No fueron días fáciles, pero recuerdo como el Señor siempre me acompañó y me dió su fuerza y su poder. Recuerdo que en esos días. No me atrevía a compartir de Jesús por temor a ser más ridiculizado, pero el Señor me guió a mostrarles con mi vida que realmente yo era cristiano.
Un día un compañero de clase se me acercó y me pidió ayuda espiritual, porque él tenía problemas muy graves y no sabía como responder. Ese día tuve la oportunidad de compartirle del Señor. Hoy, quiero estar dispuesto a no avergonzarme del Señor y él me usará por su gracia y poder.
Un amigo me compartió una vez una experiencia que él vivió. Greg era cristiano cuando jóven y trabajaba en un depósito manejando una pequeña grua. Todos sabían que el era cristiano y todos en el trabajo lo ridiculizaban.
Un día dos de sus compañeros en tono de burla le dijeron: Ehh , Greg, cantanos una de las canciones que cantas en la Iglesia. El siguió trabajando, pero ellos riendose, le insistian, ven arrullanos con una de tus canciones domingueras.
Greg, detuvo la grua, se bajó, se fue a sus compañeros, se paró frente ellos, mientras ellos reían. Greg, cerró sus ojos y alzando las manos comenzó a cantar: Aleluya..Aleluya..aleluya. Sus compañeros le dijeron. Ya, Ya no sigas, sabemos que puedes catar. Greg sin abrir sus ojos, aumentó la voz y alzando las manos continuo cantando .Aleluya, aleluya, aleluya.
Cuando termino de cantar, sus compañeros estaban llorando y uno de ellos les dijo. Greg, puedes orar por mi, tengo problemas en mi familia y ese día Greg no se avergonzó, pero compartió a Jesús con sus compañeros.
Este es un buen día para compartir de Jesús con otros. No tengo que avergonzarme, porque tengo el mejor amigo que alguna persona podría desear. Te gustaría en este día conocer a mi amigo. Estes un buen día para que lo conozcas y no te avergozarás de él.
Señor, Gracias por ser mi Salvador y ser mi amigo. A ti, quiero llegar con humildad y decirte que no quiero en este día y en ningun día avergonzarme de ti. Quiero hablar con otros y decirles que tu eres mi amigo. Quieres tocar a otras vidas a través de mi vida y acá está mi vida. Amén.

LA VIDA NO TIENE SENTIDO

Andy Reader preparó su cámara de vídeo. Era un nuevo modelo, recién comprada. La acomodó cuidadosamente sobre el trípode en una parte alta de su garaje, apuntándola hacia su automóvil, y la puso en marcha. La cámara había de funcionar automáticamente, y había de recoger tanto imagen como sonido.

Después, Andy, de treinta y ocho años de edad, de Dartmoor, Inglaterra, se encerró en su auto y encendió el motor. ¿Qué se proponía? Filmar su propio suicidio. Hallaron su cuerpo inerte varias horas después, víctima del monóxido de carbono.

Pero el acto de suicidio, junto con sus últimas palabras, quedó registrado en su cámara para siempre. El mensaje era claro. Andy lo había repetido varias veces: «La vida no tiene sentido…. La vida no tiene sentido…»

En efecto, para miles de personas la vida no tiene sentido. Cuando el único significado de la vida gira alrededor de uno mismo —posesiones, caprichos, gustos y placeres—, la chispa de la vida muy pronto se apaga. Cuando lo único que vale es el disfrute de cosas materiales y nada más, muy rápidamente el entusiasmo, la pasión y la razón de vivir se desvanecen, y se termina diciendo: «La vida no tiene sentido…»

Sin embargo, la vida humana sí tiene sentido. Tiene un sentido inmenso, universal, divino. Tiene todo el sentido que Dios le dio cuando creó al hombre y lo puso en el jardín del Edén. Ese sentido es, por cierto, la razón de la creación. La vida del hombre tiene, incluso, un sentido eterno.

Cuando pensamos sólo en términos humanos, la vida nos parece confusa e incoherente. Pero cuando levantamos la vista y contemplamos el cuadro mayor de la existencia —nuestro cónyuge, nuestros hijos, nuestros valores y nuestro Dios—, comenzamos a ver en la vida un propósito y un designio. Es cierto que sin moralidad la vida no es vida, pero cuando reconocemos que Dios nos tiene aquí con un propósito definido, nos damos cuenta de que la vida sí tiene sentido.

Es Dios quien le da a nuestra vida sentido. Él es quien establece los valores morales para el buen vivir. Él es quien nos ayuda a aceptar todo lo incomprensible de nuestra vida.

Cristo nos da nuestra razón de ser. Él da sentido en medio de la locura. Busquemos en Él el porqué de nuestra existencia. No nos permitamos, por nada en la vida, ser presa de esa gran mentira: «La vida no tiene sentido». Porque Cristo quiere darle sentido a nuestra vida. Él quiere darle belleza a nuestro existir.

SEMILLAS DE REFLEXION

Deja que estas semillas germinen hoy en tu corazón y produzcan fruto deseado.
Primero, digámonos a nosotros mismos lo que queremos ser; entonces hagamos lo que tenemos que hacer.Epictetus
La paz en la tierra vendrá a quedarse cuando vivamos la Navidad cada día.Helen Steiner Rice
No podemos llegar a ser lo que necesitamos permaneciendo como somos.Oprah Winfrey
Los pescadores saben que el mar es peligroso y las tormentas terribles, pero nunca han considerado estos peligros como razón suficiente para permanecer en tierra.Vincent Van Gogh
Cuando sentimos que hemos llegado al límite de nuestra vida y que no podemos pasar más allá, démosle a ese obstáculo un último empujón porque bien pudiera ser ese el que abra aquella pesada puerta al éxito. Si no lo intentamos esta última vez, nunca sabremos. Atrevámonos.Sarah Margaret Bradbury
En un año a partir de hoy, pudiésemos estar deseando haber comenzado hoy.Karen Lamb
Conozco el precio del éxito: dedicación, trabajo duro, y una devoción que no se rinde a las cosas que queremos que pasen.Frank Lloyd Wright
El logro más grande no consiste en nunca caer, sino en volver a levantarnos una vez que hemos caído.Vince Lombardi
Una actitud saludable es contagiosa pero no esperemos a que otros nos la pasen; seamos portadores.
Autor Desconocido
Mateo 13:32El cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
Marcos 4:31Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra.

LA PALABRA QUE PERMANECE

Lectura: 1 Pedro 1:17-25
"El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán" Marcos 13:31
La Biblioteca Chester Beatty se encuentra en el Castillo Dublín, en Irlanda. Lleva el nombre de un industrial que hizo generosas donaciones para obras de caridad. La bella biblioteca incluye una pintoresca cafetería y varias exposiciones.
La exposición que captó mi atención fue la de los manuscritos antiguos. Lentamente recorrí el área y vi fragmentos de los Evangelios del Nuevo Testamento que databan del tercer siglo de nuestra era. Estos rollos se encontraban entre los textos bíblicos más antiguos que se conocían hasta el descubrimiento de los rollos del Mar Muerto a mediados del siglo XX. ¡La Palabra de Dios, preservada a través de los años!.
Mientras miraba esas porciones del texto inspirado, quedé conmovido por la permanencia de la Palabra de Dios. Es debido a la naturaleza perdurable de la Palabra de Dios que podemos tener confianza en el mensaje que contiene. Jesús dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán" (Marcos 13:31). Más tarde, el discípulo de Jesús, Pedro, escribiría: "Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre" (1 Pedro 1:24-25).
La palabra de Dios, que permanece a través de los años, sigue siendo la guía más confiable para la vida.
Al igual que una brújula, la Biblia siempre te señala la dirección correcta.

domingo, 19 de abril de 2009

HOY..ESTIMARE A LOS DEMAS COMO SUPERIORES

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” Fil 2:3-5
Muchos han sido los días cuando he invertido horas y horas pensando en mi mismo y evaluándome como .mejor que los demás.
Resultado? Insatisfacción y mezquindad. No fui hecho para mirarme en un espejo y olvidar los que me .rodean.
Hoy quiero caminar por el sendero de la humildad y no mirar por lo mío propio sino por lo de los demás.
Tengo como modelo al Señor Jesús. Quiero hoy estimar a los demás como superiores en muchas áreas a mi mismo.
Hoy recuerdo las palabras de J.B. Phillips quién modificando las bienaventuranzas del Señor , las adaptó a los que continuamente vemos en nuestro confundido mundo: El dijo: “ Bienaventurados los arremetedores, porque ellos avanzan en el mundo.
Bienaventurados los inflexibles, porque no permiten que la vida los lesione. Bienaventurados los que se quejan, porque ellos consiguen que se haga su propio capricho hasta el fin. Bienaventurados los indiferentes, porque ellos no se preocupan por sus pecados. Bienaventurados los que explotan a los semejantes, porque ellos obtienen resultados.
Bienaventurados los hombres bien informados del mundo, porque ellos saben por donde van. Bienaventurados son los que causan problemas, porque así logran que la gente les preste atención”. Qué triste, así es como piensa el mundo, pero la realidad es otra, no son bienaventurados sino desdichados, porque a la postre recogerán lo que han sembrado.
El mundo en sus desdichas, no piensa sino en si mismo. La gente egoísta solo quiere ver sus éxitos y abrirse camino aunque tenga que derribar al que esta sentado junto al camino. Hoy, quiero hacer todo lo contrario, seguir el ejemplo de Jesús, quien no se aferró a si mismo, más se humilló y pensó en mí y me alcanzó en su misericordia.
Señor. Que vacío hay en el mundo. Puedo palpar ese vacío en la calle, en el mercado, en la oficina y aun en .las casas.
Cada uno luchando por si mismo, pensando en si mismo y vanagloriándose en si mismo, pero yo no quiero seguir ese camino hoy.
Hoy quiero mirar a los demás como superiores a mi mismo en diferentes áreas.
Quiero tener en mente Señor, tu gran amor y bondad que me enseña a dar pasos firmes por el sendero de la humildad.

Señor, ayúdame hoy a no hacer nada por contienda, ni por vanagloria, a no mirar lo mío propio, sino pensar en lo de los demás. Amen

UN SUEÑO ROTO

El sueño de su vida era ser misionero, y parecía como si finalmente se fuera a hacer realidad. Sentado en la oficina de la agencia misionera, el nervioso joven le aseguró al entrevistador que él y su flamante esposa estaban decididos a trabajar duro, administrar sus recursos como buenos mayordomos, y procurar que se proclamara a Cristo al mayor número de personas posible. Confiaban en que todo su futuro estaba saliéndole a pedir de boca.
Pero pronto todo iba a parecer como si su sueño se fuera a hacer añicos. Durante su preparación para vivir entre otras culturas él y su esposa se percataron de que ella nunca resistiría los rigores de vivir en el extranjero. Ella era demasiado frágil y débil. Si iban al África, como habían planeado, era seguro que ella moriría.
Confuso y destrozado emocionalmente, el joven fue a trabajar para su padre, que era dentista y que tenía un pequeño negocio colateral que producía vino sin fermentar para los cultos de la Santa Cena en las iglesias.
Al envejecer su padre, el joven se hizo cargo de este negocio secundario. Un día se le ocurrió que tal vez podría todavía tocar al mundo para Cristo.
Podría todavía cumplir las palabras que le había dicho al representante misionero ese día. Trabajaría duro, sería un buen mayordomo de sus recursos, y procuraría que se proclamara a Cristo a tantas personas como fuera posible; solo que lo haría de una manera un poco diferente.
Mantendría su promesa sosteniendo financieramente a otros que podrían ir al extranjero como misioneros.
Trabajó duro, y con el tiempo logró desarrollar la compañía en una empresa gigantesca. ¿Cómo se llamaba?
Welch.
Hoy su jugo de uva se vende en todas partes. El Sr. Welch ha ofrendado gigantescas sumas de dinero a la causa de las misiones mundiales. Irónicamente, ha hecho mucho más por la evangelización mundial que lo que podría haber hecho trabajando duro personalmente en el campo misionero. Debido a que se adaptó a sus circunstancias y floreció en donde estuvo plantado, llegó a ser un compañero valioso de las misiones en todo el mundo.
Extraído de “El Poder de una Alianza en la Iglesia”, EditorialBethania, porJohn C. Maxwell
Cuando una puerta se cierra, no te des por vencido, quizas hay otras puertas que no has visto y que se abrirán para hacer incluso mucho más de lo que inicialmente habías pensado. Cuál fue la última puerta que se cerró?
Ya encontraste la nueva puerta? No olvides con Dios siempre hay nuevas puertas delante de nosotros.
De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. Gen 22:17
Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. Apoc 3:8

DE MENTIRILLAS

Lectura: Juan 17:6-19
"Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño,... mas cuando ya fui hombre dejé lo que era de niño" 1 Corintios 13:11
A nuestro nieto de cuatro años le encanta jugar con la abuela. Viene a nuestra casa una vez a la semana, y Ma-Ma (así es como él la llama) le lleva al supermercado, al jardín botánico para alimentar a los peces y las tortugas, y al metro -¡todo sin salir de la casa!. Él protege este juego de hacer las cosas de mentirillas entre Ma-Ma y él con tanto celo que un día cuando íbamos de verdad en el metro, preguntó: "¿Por qué hay otras personas en nuestro tren?".Jugar a las mentirillas es normal para un niño pequeño. Pero algunos mantienen este hábito aun en la vida adulta cuando van a la iglesia. Lo que hacen allí no tiene nada que ver con lo que hacen el resto de la semana. El domingo alaban a Dios efusivamente, pero el lunes se convierten en personas diferentes. Lo que expresan en su adoración no se ve en su comportamiento.Nuestro Señor Jesucristo sabe que podemos caer en esta trampa fácilmente. Esa es la razón por la que en Su oración a Su Padre, dijo: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17:15).Dios nos ha puesto aquí para marcar una diferencia en nuestro mundo. Mientras nos protege de caer ante las artimañas del maligno, Él quiere que vivamos consistentemente según las mismas normas en cada aspecto de nuestras vidas -no sólo el domingo.
Algunas personas tienen el cielo en sus bocas, pero el mundo en sus corazones.