miércoles, 18 de febrero de 2009

HOY..ESTARE FIRME MIENTRAS CAMBIO

“ Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor” Filipenses 4:1
Para Pablo los hermanos de Filipos eran amados, su gozo y su corona, sin embargo los anima seguir firmes. Hoy quiero estar firme y mientras estoy firme quiero seguir cambiando porque día a día me doy cuenta que aún hay cosas que necesito corregir y mejorar para llegar a ser gozo y corona de otros, especialmente de aquellos que invirtieron parte de su vida en mi.
Cerca de cada uno de nosotros ha estado un Pablo, el cual invirtió mucho de su vida. Yo quiero un día ser gozo y corona de ese Pablo mientras aún permanezco firme. En las manos de Dios mi vida siempre evoluciona y a la vez él me hace estar firme.
Las siguientes palabras fueron escritas en la tumba de un obispo Anglicano de Westminister. “ Cuando yo fui joven y libre en mi imaginación, sin límites para soñar, yo quise cambiar el mundo. Cuando crecí y me hice mas sabio, yo descubrí que era difícil cambiar el mundo, de manera que cambie mis sueños y decidí solo cambiar mi país. Al pasar el tiempo, esto también me pareció muy grande.
Cuando crecí aun un poco más, mi último intento ya no fue cambiar mi país, sino cambiar mi familia, que era lo más cerca que tenía de mi. Ahora, ya estoy en esta tumba y súbitamente he entendido, que si solo me hubiera concentrado en cambiarme a mi mismo, eso hubiese cambiado mi familia y de la inspiración y animo de mi familia se hubiera cambiado el país y al cambiar mi país, cambiaría el mundo.
Hoy es el día para entender que mientras estoy firme en lo que Dios me ha dado, puedo contemplar aún las cosas que dentro de mi pueden y deben cambiar para afectar positivamente a los que estas a mi alrededor. Se que mientras más cambio no solamente otros serán afectados, sino que llegaré a ser gozo y corona de los que me antecedieron e invirtieron su vida en mi.
Es fácil esperar que los demás cambien, pero es más placentero cuando nosotros mismos cambiamos y mientras más cambio más firme me siento en el camino de la vida cristiana, porque precisamente, la vida cristiana es continuo cambio y en ese cambio yo quiero vivir.
Señor, Gracias por las personas que antes de mi invirtieron sus vidas para llegar hoy a ser lo que soy y estar donde estoy. Hoy quiero permanecer firme en tus caminos y agradarte. Pero hoy, mientras estoy firme, quiero seguir cambiando dentro de mi para llegar a ser tu gozo y tu corona y a la vez gozo y corona de los que un día se dieron por mi.
Gracias por los Pablos que me han rodeado. Gracias por darme la oportunidad de hoy ver tu gracia y contemplar tu gloria. Ante ti me doblego y solo en ti espero. Hoy quiero ser fiel en tus caminos y vivir para tu gloria y honra. Amén.

HACIA DONDE TE DIRIGES

El Motivador Steve Chandler reportero de deportes en 1976 entrevisto a un Fisicoculturista y aspirante a actor llamado Arnoldo Schwarzenegger. Chandler recuerda que le preguntó: \” Hacia donde te diriges y cual es una de tus metas\”. Con una voz calmada Schwarzenegger respondió: \” Camino hacia la meta de ser el Actor número 1 de Hollywood. Para ese entonces su imagen no prometía mucho. Su acento Austriaco y su figura monstruosa no prometía mucha aceptación de las audiencias futuras. Steve se lo trató de decir y Arnoldo le respondió. Para llegar a esa meta estoy usando el mismo método que usé en el fisicoculturismo y este método consiste en: Crear una visión de si mismo y de lo que quieres ser y entonces comenzar a vivir dentro de esa pintura mental como si eso fuera verdad. Esto suena ridiculamente simple, pero dentro de esa simpleza, Schwarzenegger caminó y llegó a ser no solo un artista reconocido mundialmente sino ahora gobernador de California.
Tenemos a veces una imagen distorsionada de nosotros mismos y nos olvidamos que somos el producto de la mano de Dios. Cuando comenzamos a caminar en el sendero de lo expresado por Dios, todas las otras mentiras que gente significativa nos ha dicho comienza a derrumbarse.
Nunca dejes que el heroe que Dios creó en tí, se ahogue en las corrientes tumultuosas de quienes te quieren inundar.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.
Salmos 92:5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
Pr 23:7Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él.

ELIGIENDO LO DIFCIL

Lectura: 2 Corintios 4:5-18
Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados. —2 Corintios 4:8
El 12 de septiembre de 1962, el Presidente John F. Kennedy dio un discurso en la Universidad Rice, en Houston, Texas, acerca de los difíciles desafíos que enfrentaba la nación. También compartió su deseo de que los Estados Unidos colocaran a un hombre en la luna.
Al equilibrar las necesidades de su pueblo con el deseo de conquistar el espacio, Kennedy dijo: «Elegimos ir a la luna esta década. Elegimos ir a la luna y hacer lo demás, no porque sean fáciles, sino porque son difíciles». La nación respondió. Siete años después, Neil Armstrong dio un «gran salto para la humanidad» en julio de 1969, al caminar sobre la luna.
El mundo de hoy está lleno de dispositivos ahorradores de energía que facilitan la vida, pero hay algo que decir en cuanto a aceptar los desafíos de la vida. El apóstol Pablo encontró difícil el servicio a Cristo, pero no lo vio como una causa para el desaliento. Continuó centrándose en Cristo y escribió: «Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados» (2 Corintios 4:8). Pablo sabía que «el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros» (v. 14). Valía la pena la meta.
Por la gracia de Dios, comprometámonos a servir a Jesús; no sólo cuando sea fácil hacerlo, sino cuando sea difícil.
Jesús dio todo de Sí para salvarnos; ¿Le estamos dando todo de nuestra parte para servirle?

martes, 17 de febrero de 2009

POR COMERSE EL CUENTO DEL TIO

El anciano tomó el billete de lotería en sus manos y pagó lo acordado. Se consideró muy dichoso de haber hecho el negocio, y se felicitó a sí mismo por su audacia. Era un billete de la lotería del estado de Florida, Estados Unidos, premiado con medio millón de dólares. Dos individuos se lo habían vendido en siete mil dólares, diciéndole que ellos no lo podían cobrar por ser inmigrantes ilegales.

Pero cuando Ceferino Cruz, de ochenta y un años de edad, se dirigió a cobrarlo, descubrió que era un billete falso. El anciano había sido engañado, y perdió todos sus ahorros. Con la moral destrozada, Ceferino se lanzó en su auto a un canal de agua, y murió ahogado.

Los llamados «cuentos del tío» abundan en nuestro mundo. Tenemos el del billete premiado, el de la herencia del tío rico, el del reloj Rolex de oro, y miles de cuentos más. Estos ladrones malvados son grandes psicólogos que saben elegir a sus víctimas. Saben apelar a su codicia. La policía de todo el mundo tiene registrados millares de casos como estos.

¿Por qué cae la gente en tales engaños? Por lo que se resume en una sola palabra: «avaricia». La avaricia es el paso que le sigue a la codicia. De todos los males del hombre, tal vez el peor mal es la avaricia. La avaricia impele al hombre a ser malvado, deshonesto, inmoral y criminal.

A nadie se le ocurriría poner la codicia a la par del homicidio, pero Dios sí lo hace. La declaración más fuerte que tenemos del carácter moral de Dios se encuentra en el decálogo, los Diez Mandamientos que Dios mismo le dio a Moisés.

El mandamiento número seis dice: «No matarás», y el número diez dice: «No codiciarás.» La verdad es que estos mismos Diez Mandamientos también dicen: «No tomarás el nombre de tu Dios en vano», «Honra a tu padre y a tu madre» y «No cometerás adulterio.» De modo que en este importantísimo documento divino, que revela el carácter de Dios, tenemos los extremos desde «No matarás» hasta «No codiciarás».

Si la codicia es un problema para nosotros, mientras no la controlemos sufriremos toda la vida a causa de decisiones torcidas. Pidámosle al Señor Jesucristo que sea el dueño de nuestra vida. Que nuestras motivaciones no obedezcan los impulsos de un corazón codicioso sino de un alma llena de la gracia de Dios. Si estamos llenos de su amor divino, tendremos éxito en esta vida. Cristo quiere ser nuestro Señor.

Hermano Pablo

lunes, 16 de febrero de 2009

LA ROSA DENTRO

Un cierto hombre plantó una rosa y la regó fielmente y antes de que floreciera, la examinó. Vio que el capullo pronto florecería, pero notó espinas en el tallo y pensó: “¿Cómo puede tan bella flor provenir de una planta cargada de tantas espinas afiladas?”

Entristecido por este pensamiento, se olvidó regar la rosa y, justo antes de que pudiera florecer, murió.

Así pasa con mucha gente. Dentro de cada alma hay una rosa. Las cualidades que reflejan a Dios colocadas en nosotros al nacer, crecen en medio de las espinas de nuestras fallas. Muchos de nosotros nos miramos a nosotros mismos y vemos tan sólo las espinas, los defectos.

Nos desesperamos, pensando que nada bueno puede salir de nosotros. Descuidamos regar lo bueno en nosotros y, eventualmente se muere. Nunca alcanzamos nuestro potencial.

Alguna gente no ven la rosa dentro de sí mismas; alguien más tiene que mostrárselas. Uno de los grandes dones que una persona puede poseer es la habilidad de llegar más allá de las espinas de otros y hallar la rosa dentro de ellos.

Esta es una de las características del amor… mirar a una persona, conocer sus verdaderas fallas y aceptar a esa persona en nuestra vida… siempre reconociendo la nobleza en su alma. Ayudemos a otros a darse cuenta de que pueden superar sus fallas. Si les mostramos la “rosa” dentro de
sí, ellos conquistarán sus espinas. Sólo así florecerán muchas veces.

La Parábola de la Rosa fue escrita por Umair… un estudiante universitario en Arabia Saudita.

Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de profecía, úsese en proporción a la fe; Rom 12:5-7
El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará. I Cor 13:8

domingo, 15 de febrero de 2009

LA ALMOHADA Y LA FRAZADA


Hace mucho tiempo, una niña de una familia adinerada se preparaba para ir a la cama. Decía sus oraciones cuando oyó un sollozo a través de su ventana.

Un poco asustada, se asomó por su ventana. Otra niña, quien parecía de su misma edad y desposeída estaba parada en el callejón junto a la casa de la niña rica.

Su corazón se identificó con la niña desposeída, ya que estaban en lo más frío del invierno, y la niña no tenía frazada, tan sólo viejos periódicos que alguien había tirado.

A la niña rica se le ocurrió una brillante idea. Llamó a la otra niña y le dijo: “Hey, tú, por favor acércate a mi puerta”. La niña desposeída estaba tan asombrada que solo pudo asentir.

Tan rápido como se lo permitieron sus piernas, la niñita bajó las escaleras hasta el closet de su madre y tomó una vieja frazada y una gastada almohada. Tuvo que caminar lentamente a la puerta del frente para no tropezar con la frazada que colgaba, pero finalmente lo logró.

Dejando caer ambos artículos, abrió la puerta. Parada allí estaba la niña desposeída, visiblemente atemorizada. La niña rica sonrió cálidamente y le entregó ambos artículos a la otra niña. Su sonrisa se ensanchó al observar la genuina sorpresa y felicidad en el rostro de la otra niña. Ella se fue a la cama increíblemente satisfecha.

A media mañana del día siguiente alguien tocó a la puerta. La niña rica voló a la puerta esperando ver a la otra niña allí. Abrió la gran puerta y miró fuera. Era la otra niñita. Su rostro se veía feliz y sonrió. “Supongo que no querrás estos de vuelta”.

La niña rica abrió su boca para decir que podía quedárselos cuando se le ocurrió otra idea. “No, sí los quiero de vuelta”. El rostro de la niña desposeída se entristeció. Esta obviamente no era la respuesta que había anticipado. A desgano, dejó los gastados artículos en el umbral y se volteó para irse cuando la niña rica le gritó: “¡Espera! Quédate allí”.

Se volteó a tiempo para ver a la niña rica corriendo escaleras arriba y por un largo corredor. Decidiendo que sin importar lo que la niña rica hiciese, no valía la pena esperar, se volteó y se alejó. Al dar el primer paso, sintió que alguien le tocó el hombro. Al voltearse vio a la niña rica, tirándole una nueva frazada y almohada. “Ten éstas”, dijo suavemente. Estas eran las suyas, hechas de seda y plumas.

Al crecer las dos, no se vieron mucho, pero nunca estuvieron muy lejos la una de la otra en sus mentes. Un día, la niña rica que ahora era una mujer rica, recibió una llamada telefónica de alguien. Un abogado que decía que necesitaba verla en su oficina.

Cuando llegó a la oficina, le dijo lo que había pasado. Hace cuarenta años, cuando ella tenía nueve años, había ayudado a una niña necesitada que creció para convertirse en una mujer de clase media con esposo y dos hijos. Ella había muerto recientemente y le había dejado algo en su testamento. “Aunque”, dijo el abogado, “es la cosa más peculiar. Le dejó una almohada y una frazada”.

Autor Desconocido

Hay cosas en la vida que quizás no tengan mucho precio para algunos, pero para otros pueden ser de mucho significado, especialmente cosas que con amor y comprensión y mucho corazón alguién compartió. Hay mucho que podemos hacer y que podría impactar la vida de otros. Hoy puede ser ese día en que podrías impactar la vida de otro con un gesto, un presente o solo una sonrisa pero con mucho corazón.

El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas. Prov 10:12

Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor.
Cantares 2:4

“En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25:40

DIOS HABLA A SUS ESCOGIDOS

Dios habla a sus escogidos
de muy distintas maneras.
Con muy diversos sonidos
llegan a nuestros oídos
sus Palabras verdaderas.

Su Amor nos quiere enseñar
cosas de inmenso provecho,
para hacernos caminar
en su sendero y trazar
el surco firme y derecho.

Usa para sus lecciones
métodos muy diferentes.
Prueba, llanto y situaciones
que hieren los corazones.
¡Pero son tan eficientes...!

Puede ser que no entendamos
su forma de proceder.
Cuando algo nos hace daño,
su "hablar" nos parece extraño
y nos cuesta de entender.

Y es que Él forma en nuestra vida
un tapiz muy primoroso
que solo Él ve desde arriba.
Su obra no es atractiva
vista

Daniel Nuño