sábado, 31 de enero de 2009

HOY..QUIERO APROVECHAR BIEN EL TIEMPO

“Mirad, pues con diligencia como andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos” Efesios 5:15.
Hoy he estado pensando en el tiempo. Cuando salí a mi trabajo dije: Oh, cuanto necesito yo de más tiempo, pero lamentablemente tengo solo 24 horas en el día. He estado pensado que la gente más ocupada pareciera que tuvieran más tiempo que los menos ocupados. La gente con menos compromisos y responsabilidades en la vida parece que nunca tienen tiempo suficiente. Por qué es así?.
Hoy entiendo que mi responsabilidad hoy es economizar tiempo, muchas veces he derrochado tiempo en las cosas menos importantes. He notado que la gente ocupada tiende a organizar sus vidas a fin de aprovechar cada minuto disponible. Muchos de ellos se desenvuelven en intrincadas organizaciones cívicas y además tienen tiempo para sus familias y tiempos de recreación y aún tienen tiempo para la iglesia.
La Biblia declara que nosotros como cristianos tenemos que aprovechar bien el tiempo porque los días son malos. Una persona que ha aprendido a aprovechar cada minuto del día, ha aprendido a emplear la sabiduría de Dios. Se que hoy yo debo emplear tiempo suficiente como una oportunidad para servir a Dios y cumplir sus mandamientos en mi vida.
Hoy he descubierto que en verdad tengo tiempo para todo y sobre todo para lo que es más útil y provechoso. Cuando mi mente no está enfocada en las cosas del Señor, la Palabra de Dios y en la oración entonces siento que mi vida parece un pequeño barco dando vueltas en medio de un lago. La manera como nosotros gastamos el tiempo es un indicativo de la clase de calidad de nuestro caminar con el Señor.
Hay muchos ladrones de tiempo que roban horas preciosas de tiempo que podrían usarse para cosas productivas y significativas de la vida. La televisión es un gran ladrón de tiempo. Nos seca el alma y nos deja sin productividad. Que buena idea sería agregar a la familia las horas que se gastan ante la televisión. Otros ladrones de tiempo son nuestras aflicciones, aún el trabajo, nuestras relaciones y el dejar para más tarde lo que se podría hacer hoy.
Hoy entiendo que tengo la misma cantidad de horas que otra persona tiene. En vez de anhelar tener más tiempo o más horas hoy decido tomar las horas que tengo y organizar mi vida de tal manera que pueda hacer la mejor inversión del tiempo tanto para mi vida como para el Reino de Dios.
Señor Gracias por cada hora que me das. Quiero hacer lo mejor con esa hora en este día. Amén.

CUANDO HACEMOS LO QUE PODEMOS

Un joven hombre estaba corriendo una carrera y se percató de que cada vez quedaba más atrás de los demás competidores. Sus amigos lo alentaban desde las líneas laterales, pero parecía que esto no surtía efecto. Sin embargo, de repente, sus labios comenzaron a moverse con regularidad, sus piernas incrementaron la velocidad, y para sorpresa y aliento de todos los espectadores que estaban viendo la carrera, comenzó a pasar uno por uno a sus competidores… ¡y ganó la carrera!
Luego de recibir la medalla y las felicitaciones de su entrenador y sus compañeros de equipo, se dirigió a sus amigos. Uno de ellos le preguntó: Podíamos ver tus labios moverse pero no podíamos escuchar lo que decías. ¿Qué estabas murmurando?.
El joven contestó: Estaba hablando con Dios. Le dije: Señor, tú levántalos y yo iré bajándolos… ¡Tú levántalos y yo iré bajándolos!.
Cuando hacemos las cosas que sabemos hacer, vivimos nuestras vidas de la forma que la Palabra de Dios nos ordena, y creemos para el bien de nuestra habilidad que el Señor siempre nos ayuda, estamos en posición de saber con certeza lo que el apóstol Pablo sabía: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
Cuando hacemos lo que podemos, Dios hará lo que no podemos.
Lucas 1:37Porque nada hay imposible para Dios.

LA BUSQUEDA DE LA PAZ

Lectura: Filipenses 4:4-12
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. —Filipenses 4:7
En la cúspide de su popularidad, creatividad y riqueza, los Beatles produjeron un controvertido proyecto llamado «El Álbum Blanco». Éste señaló la desintegración del grupo al aparecer en él piezas que eran fundamentalmente de naturaleza individual en vez de ser el producto de una colaboración conjunta.
También reveló un mayor desencanto con todo lo que su fama había producido. En su canción «I’m So Tired» («Estoy tan cansado»), John Lennon expresó el vacío de su vida exitosa y adinerada, con estas profundas palabras: «Te daría todo lo que tengo por un poquito de paz mental». Todo lo que tenía, todo lo que había logrado y todo lo que había llegado a ser no podía satisfacer esta sencilla, aunque profunda, necesidad personal.
El mundo en que vivimos no puede ofrecer paz. Sólo ofrece malas opciones. El placer, el poder y las posesiones no son sustitutos para la paz en el corazón y en la mente.
Pablo les recordó a los creyentes en Filipos: « Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (Filipenses 2:14-16). Es una paz que hemos de compartir con un mundo que está desesperado por ella.
La paz —la verdadera paz— sólo se encuentra en una relación con Jesús. ¿Has recibido Su paz?
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. —Jesús

viernes, 30 de enero de 2009

DESCANSAR EN DIOS

“Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.” (Lucas 12:29).

Los obstáculos del camino dificultan el transitar por ellos. Entre más dificultades existen, más difícil es avanzar. Sin embargo hay quienes avanzan velozmente a pesar; de los obstáculos y pareciera que no encuentran; ninguna dificultad. Pero la pregunta es ¿Como avanzas tú por las sendas de la vida? ¿Te parece muy difícil transitar por el camino que Dios te puso?

Yo pienso que a veces sí resulta difícil; pero el problema se presenta cuando la dificultad te detiene en tu caminar hacia la meta.

La dificultad no debe detenerte, más bien debe alentarte para avanzar más rápido. Pero tú debes preguntarte ¿Cómo puedo hacerlo? El capítulo 12 de San Lucas te da la respuesta, aquí Jesús te dice: No te preocupes, tu vida descansa en las manos de Dios.

Debes recordar siempre que tú vales mucho para Dios, él dio a su único hijo para que tú tuvieras paz, para que tuvieras a quien acudir (Juan 6:68) y para darte vida eterna (Juan 5:24). Dios nos ama y por eso fue que envió a su hijo, por ti y por mí, ¿qué muestra más grande de amor se puede dar?

Dios se preocupa por ti, aunque estés afligido y necesitado, aunque te sientas destruido, aunque pienses que estas solo (Salmos 40:17).
Muchas veces nos llegamos a sentir tan mal que nos olvidamos que hay un Dios al que le preocupamos y que no solamente se preocupa de nosotros sino que también tiene cuidado de nosotros, eso es algo que jamás debemos olvidar en cualquier circunstancia en que nos encontremos, pues no estamos solos Cristo prometió estar todos los días de nuestra vida junto a nosotros, aunque las cosas se vean distintas, o parezca que estamos solos.

Él está a tu lado para que deposites tus ansiedades en él (1 Pedro 5:7; Mateo 11:28), y siempre estará contigo, aunque pierdas lo que más amas, aunque no entiendas lo que ocurre, e incluso; aunque a veces no sepas que hacer.

En muchas etapas de nuestras vidas nos enfrentamos con situaciones que no entendemos, pero de todas esas cosas tiene cuidado Dios, ciertamente hay cosas que son difíciles para nosotros que no sabemos que hacer o cómo actuar, la mente nos falla no podemos pensar bien, todo parece que nos sale mal, pareciera que el mundo se nos viene encima y que vamos a ser derrotados y destruidos con facilidad, pero con Cristo tomándonos de la mano y llevándonos por en medio de cualquier situación, por difícil y adversa que parezca, estaremos seguros en las manos de nuestro Señor, ¡Aleluya!.

Sin importar que necesites, Dios sabe que lo necesitas, y él tiene en su control todas las cosas, y no dejará que nada te dañe (San Lucas 12:30).Pero muchos cristianos caen en; un error, pues dicen: “Dios sabe lo que necesito, así que yo no tengo porque estarle pidiendo, pues él lo sabe todo”; y amen, gloria a Dios, porque él lo sabe todo, pero no es así como debemos hacer, pues en Filipenses 4:6 dice :”…
sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”, O sea ciertamente él conoce nuestras necesidades, pero él quiere oír tu voz , quiere que tú te presentes delante de él para pedirle lo que necesitas. Él quiere que tú descanses en él, pues él tiene lo que tu necesitas; él sabe como calmar la tempestad, él puede hacer lo que para ti es imposible (San Lucas 1:37).

Llénate de él todos los días de tu vida, y recuerda que él suplirá todas tus necesidades (Filipenses 4:19), él te dará los anhelos de tu corazón (Salmos 37:4), en él estarás seguro.

La frase “debes confiar en Dios” se usa con mucha frecuencia, y es muy fácil decirla cuando no estas en dificultades; pero cuando te encuentras en esos grandes problemas no basta con decir una frase, allí es cuando debes vivir tu confianza en Dios; allí es donde te das cuenta que la confianza en Dios no es algo que solamente se expresa, sino que debe vivirse para que sea real y eficaz .

DE VERAS ME AMABA

—No tomes esa foto —advirtió Lawrence Collier—; es peligroso.

Lawrence, un joven australiano, conocía esa reserva y conocía la ferocidad de las fieras.

—Pero son leones mansos y, además, está permitido —le contestó la muchacha, despreocupada.

La joven, Judith Damien, también australiana, era amiga de Lawrence. Se habían conocido en Australia, y había un interés más que de amigos entre ellos. Los dos habían ido como turistas a la reserva de Masai Mara en Nairobi, Kenya.

La joven preparó su cámara, e iba acercándose a una de las fieras cuando, de repente, los leones se abalanzaron sobre ella. Todo ocurrió en un instante.

Lawrence, que vio todo desde el vehículo, saltó en medio e interpuso su cuerpo entre ella y los leones. La pareja de felinos hizo presa de él, matándolo en el acto. Judith, aterrorizada, logró ponerse a salvo a pesar de estar herida.

Esa tarde, de vuelta al campamento, Judith dijo: «Él puso su vida por la mía. Nunca me dijo claramente que me amaba. Ahora sí sé que de veras me amaba.»

No hay como una tragedia para revelar quiénes son nuestros verdaderos amigos. El dolor, la agonía, la calamidad, revelan quiénes son las personas que de veras nos estiman. La calamidad ahuyenta a los distantes, pero acerca a los que nos aprecian. Es una especie de ley muda pero cierta. La tragedia, el accidente, la enfermedad, la muerte de un ser querido, tienen su manera de atraer a nuestro lado aquellos que son, de veras, nuestros amigos.

Esto nos lleva a hacer la pregunta: ¿Cuánto amor tuvo que tener Jesucristo para impulsarlo a entregar su vida en la cruz por nosotros, el género humano? Cristo mismo da la respuesta: «Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos» (Juan 15:13).

Todo amor se prueba con los hechos. Palabritas dulces las hay a montones, y el infame seductor sabe usarlas bien. Pero una cosa es el amor genuino, y otra, los hechos que lo comprueban.

Jesús expuso y dio ejemplo de la doctrina del amor verdadero. Él mismo, por amor, dio su vida por nosotros. Su amor fue perfecto, y se materializó en un sacrificio perfecto.

Jesús probó su amor hacia nosotros tomando nuestro lugar en la cruz. ¿Qué podemos nosotros darle a Él? Podemos corresponder a su amor. Podemos decirle: «Gracias, Señor, por lo que hiciste por mí. Mi vida es tuya para siempre.»

Hermano Pablo.

jueves, 29 de enero de 2009

EL NOMBRE DE JESÚS

El nombre de Jesús
Ha roto mis cadenas
Por su muerte en la cruz
Ha hecho cosas nuevas.

El nombre de Jesús
Renueva con poder
Cubriéndoles de luz
si se atreven a creer.

Patricia J. Olivera Costilla.

NI MIL POEMAS

Ni mil poemas darían
Homenaje a tu amor sublime
Ni mil poemas serían
Suficientes para quien me redime.

Ni mil poemas hablarían
De lo mucho que he recibido
Ni mil poemas pagarían
A mi Cristo por lo vivido.

Patricia J. Olivera Costilla.