lunes, 19 de enero de 2009

HOY..JESUS ME INVITA A ORAR


“Clama a mi yo te responderé y en enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” Jeremías 33:3
Un día mientras leía varias revistas cristianas, mi corazón fue tocado por un artículo adaptado del libro La Necesidad de orar de Bounds, lo cual era una invitación de Jesús para orar. Como si el Señor lo dijera la invitación decía así: Todo lo que tienes que hacer es amarme, y solo háblame acerca de alguien por quien sientes carga. Hay personas por quién tú quieres orar? Dime los nombres y pide por ellos. Yo soy generoso y capaz de suplir todas sus necesidades.
Yo quiero que tú muestres tu amor por mi confiando en mi para que yo haga lo que se que es mejor. Háblame acerca del pobre, acerca del enfermo, de quien se encuentra turbado, del que está en stress o del desanimado y acerca de los pecadores. Y si has perdido tu afecto por alguien, dímelo también a través de la oración.
Háblame en oración acerca de tu orgullo, tu terquedad o tu egoísmo o de tu pereza. Si quieres ser honesto, se honesto conmigo a través de la oración. No te avergüences que hay muchos santos en el cielo quienes tuvieron las mismas faltas tuyas, ellos oraron a mi acerca de esas faltas y poco a poco esas faltas fueron corregidas. No te preocupes en pedirme por las bendiciones para el cuerpo y la mente, por la salud y por la memoria, por éxito y tu triunfo.
Yo puedo dártelo todo. Soy capaz de suplir lo que es necesario para que tu alma sea más santa y tu vida más abundante. Qué es lo que tú quieres hoy? Dímelo en oración porque yo me complazco en hacerlo. Cuáles son tus preocupaciones hoy? Háblame acerca de ellas. Hay alguien a quien tu quieres hacer feliz? Qué es lo que quieres hacer por él o ella?
Háblame acerca de tus fallas y yo te mostraré la causa de ellas. Cuales son tus preocupaciones? Quién ha causado tu dolor? Háblame de eso y te daré mi gracia para que seas perdonado y para que pueda perdonar y yo te bendeciré. Estas temeroso acerca de algo? Te sientes atormentado con temores que parecen no tener razón? Yo estoy a tu lado yo veré por ti.
No hay nada imposible para mi y yo jamás te dejaré ni te abandonaré. Haz perdido tu gozo? Háblame de eso. Muéstrame tu gratitud y agradéceme en oración por todo lo que he sido para ti. Quieres hablarme acerca de las almas de tus amigos? Yo estoy esperando ser el Padre de ellos.. Estas determinado a ser victorioso sobre las tentaciones? Has expuesto tu mente a películas degradantes y libros no sanos o amigos que te han robado la paz del alma? Hablemos de eso en oración y te haré más quieto, más humilde, más sumiso y amable y regresa mañana y tráeme tu corazón sincero y te bendeciré más- Jesús.

Gracias Señor, por invitarme a orar. Quiero acercarme ante tu altar con un corazón sincero . Amén.

EL LEON ENAMORADO DE LA HIJA DEL LABRADOR

Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio.
Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba.
Entonces ideó lo siguiente. Como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente condición: que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas, porque eso era lo que atemorizaba a su hija.
El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba.
Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió a presentarse ya sin sus poderes, el labrador lleno de desprecio por él, lo despidió sin piedad a golpes.
Nunca te fíes demasiado como para despojarte de tus propias defensas, pues fácilmente serás vencido por los que antes te respetaban.
Fábula de Esopo
Queridos Hermanos:
La fábula de hoy me recuerda la historia del tristemente célebre juez de Israel, Sansón. Al igual que el león de la fábula, este héroe sacrificó aquello que era un don de Dios para bendecir a su nación por un momento de placer y al final, lo perdió todo. Bueno, en el caso de Sansón (a diferencia del león de la fábula), Dios le concedió una nueva oportunidad de contribuir a la liberación de su nación…aunque a costo de su propia vida. ¿Por qué desperdiciar los dones y talentos que Dios nos ha concedido por un disfrute momentáneo que, a la larga se disipa y nos deja con el sabor amargo de la desilusión? Consideremos lo que hacemos a la luz de los planes de Dios para nuestra vida y atrevámonos a hacer ajustes. Adelante y que el Señor les bendiga.

1 Timoteo 4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

EL DIOS DE LA VICTORIA

Lectura: 2 Corintios 2:14-17
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. —Romanos 12:21
En la mitología griega, Niké era la diosa de la victoria. Niké luchó del lado de los dioses olímpicos, ganando la victoria sobre los poderosos titanes. Como resultado de ello, ella se convirtió en el símbolo de ganar. Pero los supuestos poderes de Niké no se limitaban simplemente a la guerra. También llegó a ser la diosa favorita de los atletas que querían ganar en las competencias deportivas. Los romanos la adoptaron y la adoraron dándole el nombre latino de Victoria.
En el mundo grecorromano donde enseñaba Pablo, la victoria era altamente valorada. Así que, cuando él expresaba la verdad cristiana, usaba palabras que sus oyentes pudieran entender. En sus cartas, describía a Cristo como Aquel que nos guía en un desfile de triunfo militar (2 Corintios 2:14-17) y comparaba la vida cristiana con alguien que estaba entrenando para los antiguos juegos olímpicos (1 Corintios 9:24-27).
Pablo también usaba la palabra victoria en referencia a nuestras luchas contra aquellos que nos hieren deliberadamente. «Vence [sé un vencedor] con el bien [d]el mal» (Romanos 12:21). Puede que esto signifique devolver amabilidad por maldad o establecer límites de manera respetuosa al comportamiento maligno. En cualquiera de estos casos, una actitud de amor no puede generarse con nuestras propias fuerzas. Pero en Cristo, tenemos el poder divino que los antiguos paganos sólo podían tener la esperanza de alcanzar. Jesucristo es el auténtico Dios de la victoria. Dios nos dará la victoria cuando nos unamos a Él en la lucha.

EL PERDON

Diapositiva cristiana que habla del perdón, una palabra tan usada pero tan poco practicada por muchos creyentes hoy en día.

domingo, 18 de enero de 2009

PROMESAS


Al recordar tus promesas

tus palabras tan dulces

haces que me sienta

volando entre las nubes.

Promesas que vienen

en el suave suspirar

de esta niña que tiene

sed y hambre de amar.

Amar lo que tú quieres,

que yo ame al caminar

por este mundo, que muere

sin amor y en soledad.

Tus promesas gloriosas

son un fresco manantial

a mi alma que rebosa

de tu paz y tu verdad.

Esa paz que no muere,

cuando oyen pronunciar

mis oídos, ¡Tus Palabras!

que jamás han de pasar.

Patricia J. Olivera Costilla

LA FLECHA

Un rey, que en su carruaje pasaba por un pueblo, observó una flecha disparada exactamente en el centro de un blanco, que era un círculo dibujado en el tronco de un árbol.

Intrigado, se dio cuenta que ademas había otras flechas disparadas en varios sitios, todas con la misma precisión en el centro del blanco.

Sorprendido por la habilidad del arquero, mandó a sus pajes a buscarlo.

Después de algunos minutos encontraron al autor de los certeros disparos.

Se trataba de un niño de no más de 12 años.

- Eres tú el hábil arquero? -preguntó el rey.

- Sí, -respondió el chiquillo.

Cómo haces para ser siempre tan certero en tu puntería? -preguntó de nuevo el rey.

- Es muy simple, -dijo el muchacho-, primero disparo la flecha y después dibujo el blanco alrededor del ella.

Piensa por un momento si hacemos eso en nuestras vidas con las personas que nos rodean.
A veces juzgamos basados en nuestros prejuicios, les decimos a todos nuestra opinión y después buscamos cómo justificar nuestras ligerezas, -primero disparo y después pregunto-.

A veces cometemos errores o maltratamos a los que nos rodean.
En vez de aceptar nuestra responsabilidad, nos ponemos defensivos y tratamos de justificar nuestra actitud.

Cuánta energía de vida desperdiciamos justificando actitudes con las que solo pretendemos cubrir nuestros errores, miedos o inseguridades?
Cuánto daño innecesario nos causamos a nosotros mismos y a quienes amamos?

Santiago 1:19
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar,
Salmos 34:13
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.

A UN PASO DE LA ESCALERA

Los gritos despavoridos de hombres, mujeres y niños dieron la nota trágica aquel día de diciembre. En Brooklyn, Nueva York, un violento incendio había comenzado por los cortinados de las amplias habitaciones de un hotel.

El cuerpo de bomberos se había hecho presente y las operaciones de salvamento habían comenzado alrededor del edificio envuelto en llamas. Mientras las enormes mangueras lanzaban agua sobre el humeante hotel, se había colocado una escalera de salvamento para rescatar a los sobrevivientes del undécimo piso, donde era más intenso el siniestro.

De pronto la multitud que se había aglomerado comenzó a señalar una de las ventanas. Era la silueta de una mujer cuyo cuerpo estaba envuelto en llamas. El bombero más cercano había hecho acercar aún más la gigantesca escalera, y parecía que la señora se aproximaba a ella; pero antes de que se pudiera evitar, la desventurada mujer había saltado al vacío. La prensa internacional registró el nombre de la víctima. Se llamaba Rowena Matthews.

Sucedió que cuando a Rowena Matthews, envuelta en llamas en el undécimo piso del hotel, le ofrecieron la escalera de salvamento, ella en su desesperación no la vio, y se lanzó al vacío. Esa fue la trágica realidad para la pobre mujer en aquel hotel de Nueva York.

Lamentablemente el mundo está lleno de casos semejantes en que se sufre la pérdida de una vida. Pero hay una pérdida mayor que la que viene como resultado de no ver una escalera de salvamento. Es una pérdida mil veces más trágica, pues se trata de un salvamento mil veces más trascendental. Es la pérdida del pecador que puebla la tierra en que vivimos. El salvamento es la provisión divina, dada en el Calvario.

El pecado ha envuelto en llamas de condenación a cada persona que ha venido a este mundo. Dios, al ver esa deplorable condición, les ha ofrecido a todos una escalera de salvamento. Esa escalera es el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario. Desgraciadamente, muchos han rechazado esa escalera salvadora porque el humo de la confusión les ha cegado el entendimiento.

No obstante, la invitación de Cristo es segura: «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso» (Mateo 11:28). En esas palabras descansa nuestra salvación. Lo único que tenemos que hacer es acudir a Cristo y aceptar la salvación que Él nos ofrece. La cruz del Calvario, en la que dio su vida a fin de rescatarnos, es nuestra escalera salvadora.

Hermano Pablo.