sábado, 6 de septiembre de 2008
LA MAGIA DE LAS INSTRUCCIONES
Con gran enfado, el joven arrojó su llave mecánica a la entrada de los autos, yendo a parar lejos. Por horas había intentado cambiar las bandas de los frenos del pequeño auto importado de su esposa. De nada sirvió que fuera el mejor de los mecánicos “mediocres”.
Finalmente, exasperado entró a la casa como un torbellino e informó a su esposa que había un problema serio con su carro que no podía solucionar.
-Es más -gritó-, no sé si alguien pueda repararlo.
Con ternura, ella le agradeció sus esfuerzos y de inmediato llamó por teléfono a su padre, un mecánico experto. Luego de explicarle la situación, acordaron dirigirse a la biblioteca más cercana y conseguir un manual del automóvil. Con mucho cuidado, copiaron las páginas que indicaban cómo cambiar las bandas de los frenos. Después, se detuvieron en una tienda de piezas para autos extranjeros y compraron las herramientas indispensables para ese trabajo en particular. Por último, llegaron hasta el carro y en treinta minutos, completaron la reparación.
¿Qué marcó la diferencia? Tres aspectos:
Primero, ella contactó a su padre, un mecánico experto. La primera orientación que Dios nos da es que clamemos a Él.
Segundo, encontraron el manual de instrucciones correcto y lo siguieron al pie de la letra. A veces, persistimos en obrar sin consultar las instrucciones.
Finalmente, adquirieron las herramientas apropiadas para efectuar el trabajo. Dios siempre nos proporcionará las herramientas adecuadas, sólo tenemos que echar mano de ellas.
Ya sea que hablemos de bandas de frenos o de decisiones cruciales de la vida, es simplemente sorprendente, casi mágico, lo bien que funciona todo cuando prestamos atención a las instrucciones.
Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios. Proverbios 22:17
Finalmente, exasperado entró a la casa como un torbellino e informó a su esposa que había un problema serio con su carro que no podía solucionar.
-Es más -gritó-, no sé si alguien pueda repararlo.
Con ternura, ella le agradeció sus esfuerzos y de inmediato llamó por teléfono a su padre, un mecánico experto. Luego de explicarle la situación, acordaron dirigirse a la biblioteca más cercana y conseguir un manual del automóvil. Con mucho cuidado, copiaron las páginas que indicaban cómo cambiar las bandas de los frenos. Después, se detuvieron en una tienda de piezas para autos extranjeros y compraron las herramientas indispensables para ese trabajo en particular. Por último, llegaron hasta el carro y en treinta minutos, completaron la reparación.
¿Qué marcó la diferencia? Tres aspectos:
Primero, ella contactó a su padre, un mecánico experto. La primera orientación que Dios nos da es que clamemos a Él.
Segundo, encontraron el manual de instrucciones correcto y lo siguieron al pie de la letra. A veces, persistimos en obrar sin consultar las instrucciones.
Finalmente, adquirieron las herramientas apropiadas para efectuar el trabajo. Dios siempre nos proporcionará las herramientas adecuadas, sólo tenemos que echar mano de ellas.
Ya sea que hablemos de bandas de frenos o de decisiones cruciales de la vida, es simplemente sorprendente, casi mágico, lo bien que funciona todo cuando prestamos atención a las instrucciones.
Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios. Proverbios 22:17
TOCAR FONDO
Lectura: Apocalipsis 1:10-18
. . . [Jesús] abolió la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio. --2 Timoteo 1:10.
Las multitudes se reunían cada semana a escuchar los conmovedores sermones de Joseph Parker, el famoso pastor de la iglesia London's City Temple de finales del siglo XIX. Entonces, una crisis le pegó duro. Su esposa murió después de una agonizante enfermedad. Parker dijo posteriormente que él no hubiera permitido a un perro sufrir como sufrió ella. Como esposo con el corazón destrozado cuyas oraciones no habían sido contestadas, confesó públicamente que durante una semana, hasta había llegado a negar la existencia de Dios.
Sin embargo, la pérdida de fe de Parker fue sólo temporal. De esa experiencia obtuvo una mayor confianza personal en la resurrección de Jesús, que destruyó la muerte, y comenzó a testificar: "He tocado fondo, y es sólido."
Escucha esta exclamación de triunfo del Cristo resucitado cuando proclama su victoria sobre la tumba: ". . . No temas, yo soy el primero y el último, y el que vive, y estuve muerto; y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos. . ." (Apocalipsis 1:17-18).
La muerte es nuestro enemigo más maligno, el cual nos roba de gozo y esperanza. . . a menos que el triunfo de la resurrección de Cristo reverbere en nuestro corazón. Cuando creemos en el poderoso Vencedor sobre la muerte, la duda se desvanece y la luz echa fuera a la oscuridad.
Aférrate a esa confianza triunfante cuando luches en medio de las peores crisis de la vida.
GRACIAS A LA TUMBA VACÍA DE CRISTO, NOSOTROS PODEMOS ESTAR LLENOS DE ESPERANZA.
. . . [Jesús] abolió la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio. --2 Timoteo 1:10.
Las multitudes se reunían cada semana a escuchar los conmovedores sermones de Joseph Parker, el famoso pastor de la iglesia London's City Temple de finales del siglo XIX. Entonces, una crisis le pegó duro. Su esposa murió después de una agonizante enfermedad. Parker dijo posteriormente que él no hubiera permitido a un perro sufrir como sufrió ella. Como esposo con el corazón destrozado cuyas oraciones no habían sido contestadas, confesó públicamente que durante una semana, hasta había llegado a negar la existencia de Dios.
Sin embargo, la pérdida de fe de Parker fue sólo temporal. De esa experiencia obtuvo una mayor confianza personal en la resurrección de Jesús, que destruyó la muerte, y comenzó a testificar: "He tocado fondo, y es sólido."
Escucha esta exclamación de triunfo del Cristo resucitado cuando proclama su victoria sobre la tumba: ". . . No temas, yo soy el primero y el último, y el que vive, y estuve muerto; y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos. . ." (Apocalipsis 1:17-18).
La muerte es nuestro enemigo más maligno, el cual nos roba de gozo y esperanza. . . a menos que el triunfo de la resurrección de Cristo reverbere en nuestro corazón. Cuando creemos en el poderoso Vencedor sobre la muerte, la duda se desvanece y la luz echa fuera a la oscuridad.
Aférrate a esa confianza triunfante cuando luches en medio de las peores crisis de la vida.
GRACIAS A LA TUMBA VACÍA DE CRISTO, NOSOTROS PODEMOS ESTAR LLENOS DE ESPERANZA.
viernes, 5 de septiembre de 2008
HOY..TENDRE PRESENTE QUE NO SOLO DE PAN VIVIRE
“No solo de pan vivirá el hombre sino de todo lo que sale de boca de Jehová vivirá el hombre” Deuteronomio 8:3.
En el inicio del ministerio terrenal de nuestro Señor Jesucristo el citó está misma palabra de Deuteronomio en Mateo 4:4 cuando él enfrentó a Satanás en la tentación del desierto. Jesús hizo de esta manera de la palabra de Dios una poderosa arma para enfrentar las sutiles tentaciones de Satanás en el desierto. Sé que esta es una verdad importante que necesito almacenar en mi corazón hoy.
No es sólo pan lo que necesito, también necesito escuchar y alimentarme con la palabra de Dios.
El salmo 119:165 dice: Mucha paz tienen los que aman tu ley y no hay para ellos tropiezo, esto me demuestra que la palabra de Dios provee para mi una sólida base que me mantendrá firme y seguro. No es un asunto de circunstancias que enfrentamos, en un asunto de la palabra que vivimos.
Ningún avivamiento es posible sin la nutrición de la palabra de Dios. Un avivamiento centrado sólo en señales y milagros. Un avivamiento centrado sólo en experiencias emotivas o experiencias sobrenaturales pero sin la base sustentadora de la Palabra de Dios no es verdadero avivamiento.
I Pedro 2:2 me declara que la Palabra de Dios es esencial para la vida del creyente, es como leche para el recién nacido y como carne para el adulto. Esa palabra sustenta. No solo de pan vivirá el hombre, más de toda palabra que sale de la boca de Dios. Hoy quiero ser alimentado por esa palabra.
Si la palabra de Dios no esta centrada en mi corazón, este mi corazón traicionero y frágil pronto se desviará. Lo importante no es el éxito que hoy pueda alcanzar y las puertas que se pueden abrir.. realmente lo más importante es que la palabra de Dios encuentre puertas abiertas en mi corazón. Para todas las facetas que tengo que enfrentar tengo la palabra precisa que me orienta y guía.
¡Qué fácil es dejarme llevar por otros libros e ignorar el libro de libros!. ¡Qué fácil es dejarme distraer por la televisión y dejar de mirar la faz de Cristo en la Palabra bendita!. Sé que hoy no sólo de pan viviré, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios y quiero estar atento a esa palabra ahora mismo.
Señor .. Gracias por la belleza de tu palabra. Tu palabra me sustenta, es dulce cual la miel y como espejo que muestra mis debilidades. Es como agua que calma mi alma sedienta pero también es brújula que me señala el camino que he tomar. Camino de victoria y de seguridad. Hoy quiero alimentarme y saciarme de tu palabra, porque se que no sólo de pan viviré hoy, más de toda palabra que sale de tu boca. Amén.
En el inicio del ministerio terrenal de nuestro Señor Jesucristo el citó está misma palabra de Deuteronomio en Mateo 4:4 cuando él enfrentó a Satanás en la tentación del desierto. Jesús hizo de esta manera de la palabra de Dios una poderosa arma para enfrentar las sutiles tentaciones de Satanás en el desierto. Sé que esta es una verdad importante que necesito almacenar en mi corazón hoy.
No es sólo pan lo que necesito, también necesito escuchar y alimentarme con la palabra de Dios.
El salmo 119:165 dice: Mucha paz tienen los que aman tu ley y no hay para ellos tropiezo, esto me demuestra que la palabra de Dios provee para mi una sólida base que me mantendrá firme y seguro. No es un asunto de circunstancias que enfrentamos, en un asunto de la palabra que vivimos.
Ningún avivamiento es posible sin la nutrición de la palabra de Dios. Un avivamiento centrado sólo en señales y milagros. Un avivamiento centrado sólo en experiencias emotivas o experiencias sobrenaturales pero sin la base sustentadora de la Palabra de Dios no es verdadero avivamiento.
I Pedro 2:2 me declara que la Palabra de Dios es esencial para la vida del creyente, es como leche para el recién nacido y como carne para el adulto. Esa palabra sustenta. No solo de pan vivirá el hombre, más de toda palabra que sale de la boca de Dios. Hoy quiero ser alimentado por esa palabra.
Si la palabra de Dios no esta centrada en mi corazón, este mi corazón traicionero y frágil pronto se desviará. Lo importante no es el éxito que hoy pueda alcanzar y las puertas que se pueden abrir.. realmente lo más importante es que la palabra de Dios encuentre puertas abiertas en mi corazón. Para todas las facetas que tengo que enfrentar tengo la palabra precisa que me orienta y guía.
¡Qué fácil es dejarme llevar por otros libros e ignorar el libro de libros!. ¡Qué fácil es dejarme distraer por la televisión y dejar de mirar la faz de Cristo en la Palabra bendita!. Sé que hoy no sólo de pan viviré, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios y quiero estar atento a esa palabra ahora mismo.
Señor .. Gracias por la belleza de tu palabra. Tu palabra me sustenta, es dulce cual la miel y como espejo que muestra mis debilidades. Es como agua que calma mi alma sedienta pero también es brújula que me señala el camino que he tomar. Camino de victoria y de seguridad. Hoy quiero alimentarme y saciarme de tu palabra, porque se que no sólo de pan viviré hoy, más de toda palabra que sale de tu boca. Amén.
LAS ZORRAS A LA ORILA DEL RIO
Se reunieron un día las zorras a orillas del río Meandro con el fin de calmar su sed; pero el río estaba muy turbulento, y aunque se estimulaban unas a otras, ninguna se atrevía a ingresar al río de primera.
Al fin una de ellas habló, y queriendo humillar a las demás, se burlaba de su cobardía presumiendo ser ella la más valiente. Así que saltó al agua atrevida e imprudentemente. Pero la fuerte corriente la arrastró al centro del río, y las compañeras, siguiéndola desde la orilla le gritaban: “¡No nos dejes compañera, vuelve y dinos cómo podremos beber agua sin peligro!”
Pero la imprudente, arrastrada sin remedio alguno, y tratando de ocultar su cercana muerte, contestó: “Ahora llevo un mensaje para Mileto; cuando vuelva les enseñaré cómo pueden hacerlo”.
Por lo general, los fanfarrones siempre están al alcance del peligro
Queridos Hermanos:
La fábula de hoy ilustra dos tonterías que muchos solemos cometer con algo de regularidad. Por un lado, pretendemos saber más de lo que sabemos lo que bien pudiera llevarnos a fracasos momentáneos en la vida al no buscar la obvia ayuda que necesitamos en nuestra ignorancia o falta de habilidad. La segunda tontería es no saber reconocer el error de nuestros caminos y enmendarlo… lo que nos condena a seguir de tumbo en tumbo, sin poder aprender de los desaciertos cometidos. Aprendamos a no cometer ambas… si cometemos la primera, al menos sepamos que no tenemos que cometer la segunda. De esa manera, evitaremos el desenlace trágico de la zorra de la fábula. Adelante y que el Señor les bendiga.
Eclesiastés 1:14
14 Miré todas las obras que se hacen debajo del sol,y vi que todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Proverbios 27:1
1 No te jactes del día de mañanaporque no sabes qué dará de sí el día.
Al fin una de ellas habló, y queriendo humillar a las demás, se burlaba de su cobardía presumiendo ser ella la más valiente. Así que saltó al agua atrevida e imprudentemente. Pero la fuerte corriente la arrastró al centro del río, y las compañeras, siguiéndola desde la orilla le gritaban: “¡No nos dejes compañera, vuelve y dinos cómo podremos beber agua sin peligro!”
Pero la imprudente, arrastrada sin remedio alguno, y tratando de ocultar su cercana muerte, contestó: “Ahora llevo un mensaje para Mileto; cuando vuelva les enseñaré cómo pueden hacerlo”.
Por lo general, los fanfarrones siempre están al alcance del peligro
Queridos Hermanos:
La fábula de hoy ilustra dos tonterías que muchos solemos cometer con algo de regularidad. Por un lado, pretendemos saber más de lo que sabemos lo que bien pudiera llevarnos a fracasos momentáneos en la vida al no buscar la obvia ayuda que necesitamos en nuestra ignorancia o falta de habilidad. La segunda tontería es no saber reconocer el error de nuestros caminos y enmendarlo… lo que nos condena a seguir de tumbo en tumbo, sin poder aprender de los desaciertos cometidos. Aprendamos a no cometer ambas… si cometemos la primera, al menos sepamos que no tenemos que cometer la segunda. De esa manera, evitaremos el desenlace trágico de la zorra de la fábula. Adelante y que el Señor les bendiga.
Eclesiastés 1:14
14 Miré todas las obras que se hacen debajo del sol,y vi que todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Proverbios 27:1
1 No te jactes del día de mañanaporque no sabes qué dará de sí el día.
AHORA Y PARA SIEMPRE
Lectura: Ezequiel 33:23-33
. . . recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas. --Santiago 1:21.
Un terror frío se apoderó del corazón de un soldado al escuchar el sonido de morteros silbar sobre su cabeza, los rifles disparar y ver que el enemigo se acercaba. De repente sintió un dolor desgarrador cuando una bala le rasgó el pecho y un brazo. Sin embargo, no había llegado el final para este soldado. Según un artículo del periódico The New York Times, la velocidad de la bala disminuyó por causa de un Nuevo Testamento que llevaba en el bolsillo de su camisa. Años después, el joven seguía atesorando el libro manchado de sangre con el agujero mellado en el medio. Él cree que eso le salvó la vida.
Esta es una historia bonita, pero no dice nada de la ayuda espiritual que salva la vida para la cual se elaboró la Biblia. En Ezequiel 33 leemos que los antiguos israelitas usaban las palabras de los profetas para sentirse bien, pero no para cambiar sus vidas. Utilizaban mal las promesas que Dios hizo a Abraham para apoyar su propia reclamación a la tierra (v.24). Les gustaba escuchar las palabras de los profetas (v.30). Sin embargo, el Señor dijo a Ezequiel: "Oyen tus palabras y no las hacen" (v.31). ¿El resultado? Cayeron bajo juicio divino.
Entonces, igual que ahora, la Palabra de Dios no ha de apreciarse como si fuera un amuleto de la buena suerte ni usarse para calmar la mente con un alivio temporal de la ansiedad. Fue dada para ser obedecida de manera que su ayuda no sea sólo para esta vida. . . sino para siempre.
. . . recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas. --Santiago 1:21.
Un terror frío se apoderó del corazón de un soldado al escuchar el sonido de morteros silbar sobre su cabeza, los rifles disparar y ver que el enemigo se acercaba. De repente sintió un dolor desgarrador cuando una bala le rasgó el pecho y un brazo. Sin embargo, no había llegado el final para este soldado. Según un artículo del periódico The New York Times, la velocidad de la bala disminuyó por causa de un Nuevo Testamento que llevaba en el bolsillo de su camisa. Años después, el joven seguía atesorando el libro manchado de sangre con el agujero mellado en el medio. Él cree que eso le salvó la vida.
Esta es una historia bonita, pero no dice nada de la ayuda espiritual que salva la vida para la cual se elaboró la Biblia. En Ezequiel 33 leemos que los antiguos israelitas usaban las palabras de los profetas para sentirse bien, pero no para cambiar sus vidas. Utilizaban mal las promesas que Dios hizo a Abraham para apoyar su propia reclamación a la tierra (v.24). Les gustaba escuchar las palabras de los profetas (v.30). Sin embargo, el Señor dijo a Ezequiel: "Oyen tus palabras y no las hacen" (v.31). ¿El resultado? Cayeron bajo juicio divino.
Entonces, igual que ahora, la Palabra de Dios no ha de apreciarse como si fuera un amuleto de la buena suerte ni usarse para calmar la mente con un alivio temporal de la ansiedad. Fue dada para ser obedecida de manera que su ayuda no sea sólo para esta vida. . . sino para siempre.
EN REALIDAD NO CONOCEMOS LA BIBLIA HASTA QUE NO LA OBEDECEMOS.
jueves, 4 de septiembre de 2008
DIOS CUMPLIRA SU PROPOSTO EN TI
Dios está más interesado que vos en que cumplas tus sueños, porque son sueños que Dios mismo puso en tu corazón esos sueños.
Los planes que Dios tiene para nosotros son hermosos. Es por esto que no hay nada más sabio que hacer la voluntad de Dios y nada más tonto hacer lo que Dios no quiere.Algo que influye mucho en nuestros sueños es nuestra identidad. Lo que pensamos de nosotros mismos muchas veces determina lo que somos y lo que hacemos.
Determina nuestra manera de ver las cosas. Esto se puede ver en el 2do mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Si nos fijamos, para poder amar a los demás primero debemos amarnos a nosotros mismos, si nosotros no nos amamos, no podemos amar a los demás.
Si pensamos que somos una basura vamos a actuar y a responder a los demás como si fuésemos una basura.
Si nosotros pensamos que vamos a tener un pobre futuro no nos importará hacer cosas para cambiar eso, porque ya estamos convencidos de que nuestro futuro es una porquería. En cambio si confiamos en la palabra que Dios nos da de que tiene planes de bienestar para nuestras vidas. Y si nos damos cuenta de que Dios quiere para nosotros mucho más de lo que nosotros soñamos y pensamos Efesios 3:20 vamos a tratar de no arruinar nuestro futuro y tendremos cuidado de nuestras acciones presentes.
Muchas veces lo que nosotros pensamos de nosotros mismos está condicionado por lo que los demás piensan de nosotros, eso esiá mal. Si David hubiese pensado de él lo que sus hermanos y su padre pensaban de Él, no hubiese llegado a ser lo que fue! La única opinión que nos debe interesar es la opinión que Dios tiene de nosotros. Y Dios tiene los más maravillosos pensamientos de ti.El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos! Salmos 138.8
DIOS CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO EN TI PORQUE TE AMA!!!
Así que, “…no te sorprendas de tener que afrontar problemas que ponen a prueba tu confianza en Dios. Eso no es nada extraño. Al contrario, alégrate de poder sufrir como Cristo sufrió, para que también te alegres cuando Cristo regrese y muestre su gloria y su poder.” 1 Pedro 4.12-13
Por eso, “Sigamos confiando en que Dios nos salvará, y no dudemos ni un momento, porque él cumplirá lo que prometió“. Hebreos 10.23.
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