Hubo un momento en el que la noche parecía eterna y hoy todo eso parece tan lejano. Hubo un momento en el que nada de lo que hacías resultaba, cuando de pronto apareció la respuesta. Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor y de repente tu corazón, con más intensidad que nunca, lo encontró de nuevo. Hubo un momento en el que por el desierto se esparcían tus palabras y hoy dan retoño sus semillas. Hubo un momento en el que creíste que era lo peor que te podía pasar y hoy agradeces tu destino. Hubo un momento en el que jurabas que no podrías pasar esa prueba y hoy es tan sólo un paso más. Hubo un momento en el que creíste que no podías hacer algo y hoy te sorprendes de lo bien que lo haces. Hubo un momento en el que los monstruos y los ogros intimidaban tu vida y hoy sonríes al ver cómo tus miedos engrandecían sus sombras. Un día nací, un día moriré, y nada me llevaré aunque me haya pasado la vida ahorrando. ¿Estoy realmente viviendo atesorando sin gastar para lo que me gusta? Una casa está hecha de roca y madera, y un hogar de amor y entrega. ¿Tienes un hogar o solamente una casa? Si lloras por haber perdido el sol, entonces no podrás ver las estrellas. Cuando viene la noche el sol se va, pero las estrellas son visibles. ¿Estás llorando por lo que ya pasó no aprovechando la vista para ver lo que Dios quieres que veas? Si toda tu vida es de lamentos, entonces no tendrás tiempo para reír. ¿Estás separando tiempo para reír y no estas malgastando todo el tiempo en lloros? Nunca olvides que la vida es más grande que tus miedos, que tu fuerza es mayor que tus dudas. Aunque tu mente esté confundida, tu corazón siempre sabrá la respuesta, y con el tiempo, lo que hoy es difícil, mañana será un tesoro. Rendirse es muy común en el ser humano; existen ocasiones cuando deseamos bajar los brazos y partir o descansar; no hacer más nada y dejarnos llevar por la corriente. No rendirse significa luchar, no dejarse abatir por la lucha, seguir de pie aunque estemos heridos y continuar hasta doblegar aquello que nos aflige en el momento de la tentación de rendirse. Sobreponerse a un fracaso, a una ingratitud, a una enfermedad o a cualquier adversidad, es duro, pero vale el esfuerzo hacerlo, pues con ello nos damos cuenta que dentro de nosotros existe un potencial que nos fue dado para que seamos vencedores, pero ahora en Cristo este potencial ha sido maximizado de tal manera que somos más que vencedores. No te rindas. Y por más que ella lo acosaba día tras día para que se acostara con ella y le hiciera compañía, José se mantuvo firme en su rechazo. Gen[esis 39:10Pero Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes y ved la salvación que el SEÑOR hará hoy por vosotros; porque los egipcios a quienes habéis visto hoy, no los volveréis a ver jamás. Exodo 14:13
domingo, 22 de junio de 2008
UNA CAMINATA POR EL BOSQUE
Lectura: Romanos 6:11-14
. . . no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal para que no obedezcáis sus lujurias. --Romanos 6:12.
Un amigo me escribió acerca de ciertas «reservas» que había en su vida, áreas de pecado secreto que él se reservaba para sí y a las que se retiraba con frecuencia.
Estas «reservas» son como los grandes trechos de desierto que hay en Idaho, mi estado natal. Puede sonar emocionante vagar solo por esas regiones indómitas, pero es peligroso.
De la misma forma, cada incursión que uno hace en el pecado tiene su precio. Sacrificamos nuestra cercanía a Dios y perdemos su bendición (Salmo 24:1-5), y perdemos nuestra influencia sobre los demás que viene de la pureza de la mente y el cuerpo (1 Timoteo 4:12).
Las áreas salvajes que hay en nosotros puede que nunca sean totalmente domadas, pero podemos establecer límites que nos impidan vagar por ellas. Uno de esos límites es recordar que estamos muertos al poder del pecado (Romanos 6:1-14). No tenemos que ceder a él.
El segundo límite es resistir la tentación cuando nos atraiga por primera vez. La tentación inicial puede no ser fuerte, pero si la entretenemos, con el tiempo gana poder y nos abruma.
El tercer límite es la rendición de cuentas. Busque a alguien que se comprometa a preguntarle todas las semanas: «¿Has dado una "caminata por el bosque"? ¿Has ido adonde no debías ir?»
La impureza es destructiva, pero si anhelamos santidad y pedimos ayuda a Dios, Él nos dará la victoria. ¡Sigue adelante!
¡CUIDADO! MIENTRAS MÁS CONTEMPLAS LA TENTACIÓN MEJOR SE VE.
. . . no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal para que no obedezcáis sus lujurias. --Romanos 6:12.
Un amigo me escribió acerca de ciertas «reservas» que había en su vida, áreas de pecado secreto que él se reservaba para sí y a las que se retiraba con frecuencia.
Estas «reservas» son como los grandes trechos de desierto que hay en Idaho, mi estado natal. Puede sonar emocionante vagar solo por esas regiones indómitas, pero es peligroso.
De la misma forma, cada incursión que uno hace en el pecado tiene su precio. Sacrificamos nuestra cercanía a Dios y perdemos su bendición (Salmo 24:1-5), y perdemos nuestra influencia sobre los demás que viene de la pureza de la mente y el cuerpo (1 Timoteo 4:12).
Las áreas salvajes que hay en nosotros puede que nunca sean totalmente domadas, pero podemos establecer límites que nos impidan vagar por ellas. Uno de esos límites es recordar que estamos muertos al poder del pecado (Romanos 6:1-14). No tenemos que ceder a él.
El segundo límite es resistir la tentación cuando nos atraiga por primera vez. La tentación inicial puede no ser fuerte, pero si la entretenemos, con el tiempo gana poder y nos abruma.
El tercer límite es la rendición de cuentas. Busque a alguien que se comprometa a preguntarle todas las semanas: «¿Has dado una "caminata por el bosque"? ¿Has ido adonde no debías ir?»
La impureza es destructiva, pero si anhelamos santidad y pedimos ayuda a Dios, Él nos dará la victoria. ¡Sigue adelante!
¡CUIDADO! MIENTRAS MÁS CONTEMPLAS LA TENTACIÓN MEJOR SE VE.
sábado, 21 de junio de 2008
EL SARGENTO
Durante la Guerra de la Independencia, de América del Norte, el sargento de una pequeña compañía de soldados estaba dando órdenes a sus subordinados para transportar una viga muy pesada que estaban tratando de transportar, para completar algunos trabajos militares que en aquel punto debían componerse.
El peso era casi superior a sus fuerzas, y la voz del sargento se oía a menudo gritando:
-¡Alcen!, ¡alcen!, ahí va, otra vez ¡alcen! que les pasa? no desayunaron hoy? ¡vamos con fuerza! ¡alcen!
Un caballero sin uniforme militar, pasaba por allí y preguntó al que mandaba, porqué él mismo no les ayudaba un poquito.?
Este atónito y volviéndose con toda la majestad de un emperador hacia el caballero dijo:
- Señor, yo soy un sargento
-¿De veras que lo es usted? - replico el desconocido -, yo no sabía esto.
Y quitándose el sombrero le hizo un saludo, diciendo:
-Perdone usted, señor sargento.
Y diciendo esto desmontó y empezó a ayudar a los soldados en su pesada tarea hasta que las gotas de sudor corrían por su frente,y cuando la viga fue por fin levantada, se dirigió hacia el gran hombre y le dijo:
- Señor sargento, cuando usted vuelva a tener un trabajo como éste y no tenga suficientes hombres, mande por su general, y yo vendré con mucho gusto y le ayudaré en una segunda ocasión.
El sargento se quedó desconcertado y como el que ve visiones cuando por esas palabras se dió cuenta que el oficial que le había dado esta lección era el mismo Washington general en jefe del ejército americano.
Mateo 20:25-27
25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
Filipenses 2:3Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
El peso era casi superior a sus fuerzas, y la voz del sargento se oía a menudo gritando:
-¡Alcen!, ¡alcen!, ahí va, otra vez ¡alcen! que les pasa? no desayunaron hoy? ¡vamos con fuerza! ¡alcen!
Un caballero sin uniforme militar, pasaba por allí y preguntó al que mandaba, porqué él mismo no les ayudaba un poquito.?
Este atónito y volviéndose con toda la majestad de un emperador hacia el caballero dijo:
- Señor, yo soy un sargento
-¿De veras que lo es usted? - replico el desconocido -, yo no sabía esto.
Y quitándose el sombrero le hizo un saludo, diciendo:
-Perdone usted, señor sargento.
Y diciendo esto desmontó y empezó a ayudar a los soldados en su pesada tarea hasta que las gotas de sudor corrían por su frente,y cuando la viga fue por fin levantada, se dirigió hacia el gran hombre y le dijo:
- Señor sargento, cuando usted vuelva a tener un trabajo como éste y no tenga suficientes hombres, mande por su general, y yo vendré con mucho gusto y le ayudaré en una segunda ocasión.
El sargento se quedó desconcertado y como el que ve visiones cuando por esas palabras se dió cuenta que el oficial que le había dado esta lección era el mismo Washington general en jefe del ejército americano.
Mateo 20:25-27
25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
Filipenses 2:3Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
RAZONES PARA REGOCIJARTE
Lectura: 1 Pedro 1:1-9
. . . a quien ahora no veis . . . y os regocijáis grandemente con gozo inefable y lleno de gloria. --1 Pedro 1:8.
El Nuevo Testamento nos da muchas razones para regocijarnos. Por ejemplo, Jesús dijo: «. . . regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos» (Lucas 10:20). El apóstol Pablo habló de las razones por las que los creyentes pueden regocijarse «con gozo inefable» (1 Pedro 1:8). No se nos pide que finjamos que los problemas no existen, sino que nos regocijemos incluso en medio de ellos.
La palabra regocijo me recuerda a mi amiga Carol. Ella optó por regocijarse a lo largo de su lucha contra el cáncer. Su vida cristiana empezó a las pocas horas de haber sido operada cuando oró y confió en el Señor para salvación. Durante su recuperación caminaba por los corredores del hospital diciendo a todo el mundo: «¡Qué día tan hermoso! ¿verdad?»
Puesto que le habían sacado uno de los ojos, Carol tenía muchos parches decorativos que le combinaban bien con sus vestidos. Todos los días se deleitaba al escoger un parche atractivo para su ojo, sobre todo cuando compartía su testimonio. Cuando quedó confinada a un lecho, colgó un cartel grande al pie de la cama que decía: «¡REGOCÍJATE!» La última vez que la visité antes de morir me señaló el cartel y dijo susurrando: «¡REGOCÍJATE!»
La razón de Carol para regocijarse era su profunda gratitud a Jesús por amarla y salvarla. Sea lo que fuere que estés enfrentando hoy, deja que la razón de Carol para regocijarse sea también la tuya.
SI CONOCES A CRISTO, SIEMPRE TIENES RAZONES PARA REGOCIJARTE.
. . . a quien ahora no veis . . . y os regocijáis grandemente con gozo inefable y lleno de gloria. --1 Pedro 1:8.
El Nuevo Testamento nos da muchas razones para regocijarnos. Por ejemplo, Jesús dijo: «. . . regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos» (Lucas 10:20). El apóstol Pablo habló de las razones por las que los creyentes pueden regocijarse «con gozo inefable» (1 Pedro 1:8). No se nos pide que finjamos que los problemas no existen, sino que nos regocijemos incluso en medio de ellos.
La palabra regocijo me recuerda a mi amiga Carol. Ella optó por regocijarse a lo largo de su lucha contra el cáncer. Su vida cristiana empezó a las pocas horas de haber sido operada cuando oró y confió en el Señor para salvación. Durante su recuperación caminaba por los corredores del hospital diciendo a todo el mundo: «¡Qué día tan hermoso! ¿verdad?»
Puesto que le habían sacado uno de los ojos, Carol tenía muchos parches decorativos que le combinaban bien con sus vestidos. Todos los días se deleitaba al escoger un parche atractivo para su ojo, sobre todo cuando compartía su testimonio. Cuando quedó confinada a un lecho, colgó un cartel grande al pie de la cama que decía: «¡REGOCÍJATE!» La última vez que la visité antes de morir me señaló el cartel y dijo susurrando: «¡REGOCÍJATE!»
La razón de Carol para regocijarse era su profunda gratitud a Jesús por amarla y salvarla. Sea lo que fuere que estés enfrentando hoy, deja que la razón de Carol para regocijarse sea también la tuya.
SI CONOCES A CRISTO, SIEMPRE TIENES RAZONES PARA REGOCIJARTE.
viernes, 20 de junio de 2008
BENDICIONES
QUE DIOS LES BENDIGA.Soy Gabriel o Gabi de la Iglesia Betania,les escribo para saludarles y decirles que estoy ocupado,que el SEÑOR entre otras cosas me responde en SU Palabra y en mís anhelos.En esta semana me ha dado la Bendición de mostarme a una persona que me está declarando sú amor y deseo de formalizar un noviazgo bajo la BENDICIÓN DEL SEÑOR.ÉL conoce nuestro sentir y es un DIOS FIEL Y AMOROSO.Hebreos 3:14"Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza..."
Confianza en Dios
Tú dices: "Es imposible
"Dios te dice: "Todo es posible
" (Lucas 18:27)Tú dices: "Estoy muy cansado.
"Dios te dice: "Yo te haré descansar" (Mateo 11:28-30)
Tú dices: "Nadie me ama en verdad.
"Dios te dice: "Yo te amo" (Juan 3:16 y Juan 13:34)
Tú dices: "No puedo seguir.
"Dios te dice: "Mi gracia es suficiente". (II Corintios 12:9 y Salmo 91:15)
Tú dices: "No puedo resolver las cosas.
"Dios te dice: "Yo dirijo tus pasos". (Proverbios 3:5-6)
Tú dices: "Yo no lo puedo hacer.
"Dios te dice: "Todo lo puedes hacer." (Filipenses 4:13)
Tú dices: "Yo no soy capaz.
"Dios te dice: "Yo soy capaz." (II Corintios 9:8)
Tú dices: "No vale la pena.
"Dios te dice: "Sí valdrá la pena." (Romanos 8:28)
Tú dices: "No me puedo perdonar.
"Dios dice: "Yo te perdono." (I Juan 1:9 y Romanos 8:1)
Tú dices: "No lo puedo administrar.
"Dios dice: "Yo supliré todo lo que necesitas." (Filipenses 4:19)
Tú dices: "Tengo miedo.
"Dios te dice: "No te he dado un espíritu de temor." (I Timoteo 1:7)
Tú dices: "Siempre estoy preocupado y frustrado.
"Dios te dice: "Hecha tus cargas sobre Mi". (I Pedro 5:7)
Tú dices: "No tengo suficiente fe.
"Dios te dice: "Yo le he dado a todos una medida de fe". (Romanos 12:3)
Tú dices: "No soy suficientemente inteligente.
"Dios te dice: "Yo te doy sabiduría." (Corintios 1:30)
Tú dices: "Me siiento muy solo.
"Dios dice: "Nunca te dejaré, ni te desampararé." (Hebreos 13:5)
Recuerda: ¡¡¡¡ CRISTO TE AMA !!!!
Confianza en Dios
Tú dices: "Es imposible
"Dios te dice: "Todo es posible
" (Lucas 18:27)Tú dices: "Estoy muy cansado.
"Dios te dice: "Yo te haré descansar" (Mateo 11:28-30)
Tú dices: "Nadie me ama en verdad.
"Dios te dice: "Yo te amo" (Juan 3:16 y Juan 13:34)
Tú dices: "No puedo seguir.
"Dios te dice: "Mi gracia es suficiente". (II Corintios 12:9 y Salmo 91:15)
Tú dices: "No puedo resolver las cosas.
"Dios te dice: "Yo dirijo tus pasos". (Proverbios 3:5-6)
Tú dices: "Yo no lo puedo hacer.
"Dios te dice: "Todo lo puedes hacer." (Filipenses 4:13)
Tú dices: "Yo no soy capaz.
"Dios te dice: "Yo soy capaz." (II Corintios 9:8)
Tú dices: "No vale la pena.
"Dios te dice: "Sí valdrá la pena." (Romanos 8:28)
Tú dices: "No me puedo perdonar.
"Dios dice: "Yo te perdono." (I Juan 1:9 y Romanos 8:1)
Tú dices: "No lo puedo administrar.
"Dios dice: "Yo supliré todo lo que necesitas." (Filipenses 4:19)
Tú dices: "Tengo miedo.
"Dios te dice: "No te he dado un espíritu de temor." (I Timoteo 1:7)
Tú dices: "Siempre estoy preocupado y frustrado.
"Dios te dice: "Hecha tus cargas sobre Mi". (I Pedro 5:7)
Tú dices: "No tengo suficiente fe.
"Dios te dice: "Yo le he dado a todos una medida de fe". (Romanos 12:3)
Tú dices: "No soy suficientemente inteligente.
"Dios te dice: "Yo te doy sabiduría." (Corintios 1:30)
Tú dices: "Me siiento muy solo.
"Dios dice: "Nunca te dejaré, ni te desampararé." (Hebreos 13:5)
Recuerda: ¡¡¡¡ CRISTO TE AMA !!!!
AVARICIA
Un administrador de las granjas de la provincia de Languedoc, había acumulado, en el año 1762, una inmensa fortuna explotando a los pobres granjeros. Requerido por el Gobierno para pagar cierto impuesto dio excusa de pobreza; pero temeroso de que, denunciado por aquellos de quienes había abusado se hiciese un registro en su casa construyó un profundo compartimiento subterráneo al que bajaba por una escalera secreta.
Algún tiempo después se halló que el Sr. Fosque, había desaparecido. Se le buscó por todas partes en vano. Al cabo de algunos meses, su casa fue vendida y trabajando en la reparación de la misma, fue descubierta la puerta secreta del subterráneo con la llave en la parte de afuera. El nuevo dueño de la casa la abrió y allí fue hallado el cadáver del antiguo administrador con un candil en la mano.
Tan profundamente había ido a enterrar sus tesoros que cuando la puerta se cerró accidentalmente no pudo hacer oír su voz. Y Allí murió, miserablemente el avaro, en medio de su mal adquirida riqueza, sin que pudiera serle de utilidad alguna.
Salmos 119:36Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia.
Proverbios 28:16El príncipe falto de entendimiento multiplicará la extorsión; Mas el que aborrece la avaricia prolongará sus días.
Éxodo 18:21Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.
Algún tiempo después se halló que el Sr. Fosque, había desaparecido. Se le buscó por todas partes en vano. Al cabo de algunos meses, su casa fue vendida y trabajando en la reparación de la misma, fue descubierta la puerta secreta del subterráneo con la llave en la parte de afuera. El nuevo dueño de la casa la abrió y allí fue hallado el cadáver del antiguo administrador con un candil en la mano.
Tan profundamente había ido a enterrar sus tesoros que cuando la puerta se cerró accidentalmente no pudo hacer oír su voz. Y Allí murió, miserablemente el avaro, en medio de su mal adquirida riqueza, sin que pudiera serle de utilidad alguna.
Salmos 119:36Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia.
Proverbios 28:16El príncipe falto de entendimiento multiplicará la extorsión; Mas el que aborrece la avaricia prolongará sus días.
Éxodo 18:21Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.
VENID A MI
Lectura: Juan 10:1-18
Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. --Juan 10:4.
Cuando el avión secuestrado se estrelló contra el Pentágono el 11 de septiembre de 2001, mucha gente quedó atrapada dentro del edificio por una nube de humo grueso y cegador. El policía Isaac Hoopi corrió hacia la oscuridad buscando sobrevivientes, y escuchó a la gente que pedía ayuda. Empezó a gritar una y otra vez: «¡Vengan en dirección a mi voz! ¡Vengan en dirección a mi voz!»
Seis personas, que habían perdido todo sentido de dirección en un pasillo lleno de humo, escucharon los gritos del policía y lo siguieron. La voz de Hoopi los condujo hasta sacarlos del edificio a un lugar seguro.
«¡Vengan en dirección a mi voz!» Esa es también la invitación que Jesús nos hace a cada uno de nosotros cuando estamos en peligro o cuando nos hemos perdido. Jesús describió al verdadero pastor espiritual de las ovejas como uno que «llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera. Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz» (Juan 10:3-4).
¿Estamos escuchando la voz de Jesús durante nuestros tiempos de oración y lectura de la Biblia? Cuando estamos en circunstancias difíciles, ¿caminamos hacia Él en vez de andar a tientas en la oscuridad?
Jesús es «el buen pastor» (v.11). Cualquiera que sea nuestra necesidad de guía o protección, Él nos llama a que escuchemos su voz y le sigamos.
Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. --Juan 10:4.
Cuando el avión secuestrado se estrelló contra el Pentágono el 11 de septiembre de 2001, mucha gente quedó atrapada dentro del edificio por una nube de humo grueso y cegador. El policía Isaac Hoopi corrió hacia la oscuridad buscando sobrevivientes, y escuchó a la gente que pedía ayuda. Empezó a gritar una y otra vez: «¡Vengan en dirección a mi voz! ¡Vengan en dirección a mi voz!»
Seis personas, que habían perdido todo sentido de dirección en un pasillo lleno de humo, escucharon los gritos del policía y lo siguieron. La voz de Hoopi los condujo hasta sacarlos del edificio a un lugar seguro.
«¡Vengan en dirección a mi voz!» Esa es también la invitación que Jesús nos hace a cada uno de nosotros cuando estamos en peligro o cuando nos hemos perdido. Jesús describió al verdadero pastor espiritual de las ovejas como uno que «llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera. Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz» (Juan 10:3-4).
¿Estamos escuchando la voz de Jesús durante nuestros tiempos de oración y lectura de la Biblia? Cuando estamos en circunstancias difíciles, ¿caminamos hacia Él en vez de andar a tientas en la oscuridad?
Jesús es «el buen pastor» (v.11). Cualquiera que sea nuestra necesidad de guía o protección, Él nos llama a que escuchemos su voz y le sigamos.
SI ESTÁS SIGUIENDO AL PASTOR, NO NECESITAS SABER A DÓNDE VAS.
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