viernes, 18 de abril de 2008
EL MURO
Dicen que una vez un hombre, era perseguido por varios malhechores que querían matarlo. El hombre ingresó a una cueva. Losmalhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores de la que el se encontraba.
.Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios, de la siguiente manera:
.“Dios todopoderoso, has que dos ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme”.
.En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que el se encontraba, y vio que apareció una arañita. La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.
.El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez mas angustiado:
“Señor te pedí ángeles ,no una araña.”
.Y continuó: “Señor por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme”.
.Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observó a la arañita tejiendo la telaraña.
.Estaban ya los malhechores ingresando en la cueva anterior de la que se encontraba el hombre y este quedó esperando su muerte. Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva que se encontraba el hombre, ya la arañita había tapado toda la entrada, entonces se escuchó esta conversación:
.Primer hombre: Vamos, entremos a esta cueva.
.Segundo hombre: No. ¿No ves que hasta hay telarañas? Nadie ha entrado en ésta cueva. Sigamos buscando en las demás cuevas.
.“La fe es creer que se tiene lo que no se ve. Perseverar en lo imposible” Hay una frase muy bella que dice: ” Si le pides a Dios un árbol te lo dará, en forma de semilla”.
.Hebreos 11:1“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
.Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios, de la siguiente manera:
.“Dios todopoderoso, has que dos ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme”.
.En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que el se encontraba, y vio que apareció una arañita. La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.
.El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez mas angustiado:
“Señor te pedí ángeles ,no una araña.”
.Y continuó: “Señor por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme”.
.Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observó a la arañita tejiendo la telaraña.
.Estaban ya los malhechores ingresando en la cueva anterior de la que se encontraba el hombre y este quedó esperando su muerte. Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva que se encontraba el hombre, ya la arañita había tapado toda la entrada, entonces se escuchó esta conversación:
.Primer hombre: Vamos, entremos a esta cueva.
.Segundo hombre: No. ¿No ves que hasta hay telarañas? Nadie ha entrado en ésta cueva. Sigamos buscando en las demás cuevas.
.“La fe es creer que se tiene lo que no se ve. Perseverar en lo imposible” Hay una frase muy bella que dice: ” Si le pides a Dios un árbol te lo dará, en forma de semilla”.
.Hebreos 11:1“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
CADA PULGADA DE MI
Lectura: Hechos 27:13-26
Por tanto, tened buen ánimo amigos, porque yo confío en Dios, que acontecerá exactamente como se me dijo. --Hechos 27:25.
Poco antes de morir a la edad de 92 años, Peter Doot dijo: «Mido seis pies y cuatro pulgadas, y cada pulgada pertenece al Señor.» Yo lo conocí durante 65 años, y estoy seguro de que lo que dijo era verdad.
Cuando era joven, Peter dejó un empleo bien pagado para poder ser evangelista para su iglesia. Causó un profundo impacto en cientos de vidas, a pesar de que tenía poco adiestramiento formal. Cuando yo tenía 19 años me desafió a testificar y a predicar el evangelio en reuniones en las esquinas de las calles.
¿Qué hizo que Peter fuera tan eficaz? Su forma de vida. Todo el mundo podía ver claramente que Dios era su Maestro.
Lo mismo se podría decir del apóstol Pablo. En Hechos 27 leemos que cuando estaba preso y lo llevaban a Roma, el barco en el cual navegaba fue azotado por una violenta tormenta. Los navegantes habían abandonado toda esperanza. Pero cuando Pablo habló, todo el mundo escuchó y se animó. Hasta el centurión romano siguió sus instrucciones. ¿Por qué? Porque era evidente que Pablo era un hombre piadoso que estaba diciendo la verdad. Ellos tenían buenas razones para creerle cuando habló «del Dios de quien soy y a quien sirvo», y cuando dijo que no habría pérdida de vidas (vv.22-23).
Rindámonos a Dios para que también nosotros podamos decir: «Cada pulgada pertenece al Señor.»
DA TODO A CRISTO; ÉL LO DIO TODO POR TI.
Por tanto, tened buen ánimo amigos, porque yo confío en Dios, que acontecerá exactamente como se me dijo. --Hechos 27:25.
Poco antes de morir a la edad de 92 años, Peter Doot dijo: «Mido seis pies y cuatro pulgadas, y cada pulgada pertenece al Señor.» Yo lo conocí durante 65 años, y estoy seguro de que lo que dijo era verdad.
Cuando era joven, Peter dejó un empleo bien pagado para poder ser evangelista para su iglesia. Causó un profundo impacto en cientos de vidas, a pesar de que tenía poco adiestramiento formal. Cuando yo tenía 19 años me desafió a testificar y a predicar el evangelio en reuniones en las esquinas de las calles.
¿Qué hizo que Peter fuera tan eficaz? Su forma de vida. Todo el mundo podía ver claramente que Dios era su Maestro.
Lo mismo se podría decir del apóstol Pablo. En Hechos 27 leemos que cuando estaba preso y lo llevaban a Roma, el barco en el cual navegaba fue azotado por una violenta tormenta. Los navegantes habían abandonado toda esperanza. Pero cuando Pablo habló, todo el mundo escuchó y se animó. Hasta el centurión romano siguió sus instrucciones. ¿Por qué? Porque era evidente que Pablo era un hombre piadoso que estaba diciendo la verdad. Ellos tenían buenas razones para creerle cuando habló «del Dios de quien soy y a quien sirvo», y cuando dijo que no habría pérdida de vidas (vv.22-23).
Rindámonos a Dios para que también nosotros podamos decir: «Cada pulgada pertenece al Señor.»
DA TODO A CRISTO; ÉL LO DIO TODO POR TI.
jueves, 17 de abril de 2008
ALGUIEN QUE ENTIEDA
El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía:"Cachorritos en venta".
Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando:
"¿Cuál es el precio de los perritos?"
El dueño contestó: "Entre $30 y $50". El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas:
"Sólo tengo $2.37... ¿puedo verlos?".
El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba.
"¿Qué le pasa a ése perrito?",
Preguntó.El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida.
El niñito se emocionó mucho y exclamó: "¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!". Y el hombre replicó: "No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo".
Y el niñito se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: "Yo no quiero que usted me lo regale.El vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo".
El hombre contestó: "Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. El nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos".
El niñito se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo:
"Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda".El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas... sonrió y dijo:"Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú".
En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente.
Un verdadero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido.
EL COLLAR DE TURQUESA AZUL
El hombre estaba tras el mostrador, mirando la calle distraídamente. Una niñita se aproximó al negocio y apretó la naricita contra el vidrio de la vitrina.
Los ojos de color del cielo brillaban cuando vio un determinado objeto.
Entró en el negocio y pidió para ver el collar de turquesa azul. "Es para mi hermana.
¿Puede hacer un paquete bien bonito?". -dijo ella.
El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y le preguntó: -¿Cuánto dinero tienes?
Sin dudar, sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz:-"
¿Esto alcanza?"
.Eran apenas algunas monedas las que exhibía orgullosa.
-"¿Sabe?, quiero dar este regalo a mi hermana mayor.
Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella.
Es su cumpleaños y estoy segura que quedará feliz con el collar que es del color de sus ojos
"El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, envolvió con un vistoso papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde.
-"Tome, dijo a la niña. Llévelo con cuidado".
Ella salió feliz, corriendo y saltando calle abajo.
Aún no acababa el día, cuando una linda joven entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho e indagó:
-"¿Este collar fue comprado aquí? "¿Cuánto costó?
-"Ah!", - habló el dueño del negocio.
"El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente".La joven exclamo:
-"Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero, ¿no? Ella no tendría dinero para pagarlo". El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la joven y le dijo:
- "Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar": ELLA DIO TODO LO QUE TENIA".
El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la faz emocionada de la joven en cuanto sus manos tomaban el pequeño envoltorio.
La verdadera donación es darse por entero, sin restricciones. La gratitud de quien ama no coloca límites para los gestos de ternura. Agradece siempre, pero no esperes el reconocimiento de nadie. Gratitud con amor no sólo reanima a quien recibe, reconforta a quien ofrece.
"ESTO TAMBIEN PASARA"
Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas –le dijo- manténlo escondido en el anillo. Abrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía “ESTO TAMBIEN PASARA”.
Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
-¿Qué quieres decir? –preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
-Escucha –dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Todo es pasajero: Teme a Dios y guarda Sus mandamientos, que esto es el todo del hombre.
UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
Si alguna vez en la historia hubo un hombre que de verdad perdonó a alguien, fue Tomás Edison, el inventor de la bombilla eléctrica, también conocido como el foco. Tras mucho experimentar, por fin había producido el foco perfecto, resultado final de cientos de pruebas. Era el primer foco eléctrico que se había hecho jamás, y Edison se sentía sumamente orgulloso y feliz. Durante años había soñado con aquel momento.
"Jimmy, llévalo arriba, por favor", dijo, entregándosele a su asistente, Jimmy Price. De pronto se escuchó que algo se rompía y al volverse, Edison vio su preciado foco hecho trizas en el suelo. ¡A Jimmy se le había resbalado de los dedos"
Edison no dijo palabra, pero es de imaginarse lo que pensaría. Regresó a su mesa de trabajo y se puso a hacer otro foco. Pasaron varios días hasta que por fin estuvo listo el segundo foco. Allí estaba sobre la mesa frente a su inventor, totalmente terminado.
Entonces Edison hizo algo muy importante en señal de que había perdonado a su aprendiz por haber roto su primer foco. Con una sonrisa, le entregó el foco a Jimmy."Ten cuidado", le dijo. Le dio al muchacho otra oportunidad. Jimmy no rompió aquel foco, y así es que ahora tenemos miles de millones de ellos en el mundo.
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