jueves, 19 de septiembre de 2013

miércoles, 18 de septiembre de 2013

QUE EXISTE Y QUE NO


Alemania
Inicio del siglo 20
Durante una conferencia con varios universitarios, un profesor de la Universidad de Berlín propuso un desafío a sus alumnos con la siguiente pregunta: 

“¿Dios creó todo lo que existe?"
Un alumno respondió, valientemente:

 Si, Él creó …

¿Dios realmente creó todo lo que existe?
 Preguntó nuevamente el maestro. 

Sí, señor, respondió el joven. 

El profesor respondió: “Si Dios creó todo lo que existe, 
¡entonces Dios hizo el mal, ya que el mal existe! 
Y si establecemos que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, 
¡entonces Dios es malo!!" 

El joven se calló frente a la respuesta del maestro, que feliz, se regocijaba de haber probado, una vez más, que la fe era un mito.

Otro estudiante levantó la mano y dijo: 
¿Puedo hacerle una pregunta, profesor?

Lógico, fue la respuesta del profesor. 

El joven se paró y preguntó: 
Profesor, ¿el frío existe?
¿Pero que pregunta es esa?… Lógico que existe, ¿o acaso nunca sentiste frío?

El muchacho respondió: "En realidad, señor, el frío no existe. 
Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en verdad es la ausencia de calor. 
Todo cuerpo o objeto es factible de estudio cuando posee o transmite energía; 
el calor es lo que hace que este cuerpo tenga o transmita energía”.

Y, ¿existe la oscuridad?  Continuó el estudiante.

El profesor respondió:
Existe.


El estudiante respondió:

La oscuridad tampoco existe. 
La oscuridad, en realidad, es la ausencia de luz. 

“La luz la podemos estudiar,
¡la oscuridad, no!

A través del prisma de Nichols, se puede descomponer la luz blanca en sus varios colores, 
con sus diferentes longitudes de ondas.

¡La oscuridad, no!

 “¿Como se puede saber qué tan oscuro está un espacio determinado? 
Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio.”

“La oscuridad es una definición utilizada por el hombre para describir qué ocurre 
cuando hay ausencia de luz.”

Finalmente, el joven preguntó al profesor: 
Señor, ¿EL MAL EXISTE? 

El profesor respondió: Como afirmé al inicio, vemos estupros, crímenes, violencia 
en todo el mundo. Esas cosas son del mal. 

El estudiante respondió: 
“El mal no existe, Señor, o por lo menos no existe por sí mismo. 
El mal es simplemente la ausencia del bien… 

De conformidad con los anteriores casos, el mal es una definición que el hombre inventó 
para describir la ausencia de Dios.”

Dios no creó el mal. 
… El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos. 

Es igual a lo que ocurre con el frío cuando no hay calor, o con la oscuridad cuando no hay luz.

El joven fue aplaudido de pié, y el maestro, moviendo la cabeza, permaneció en silencio …

El director de la Universidad, se dirigió al joven estudiante y le preguntó:

 ¿Cuál es tu nombre?

Me llamo ALBERT EINSTEIN

martes, 17 de septiembre de 2013

SIGUIENDO LAS PISADAS


“Mis pies han seguido sus pisadas;
Guardé su camino, y no me aparté.” Job 23:11
Una huella es una marca que dejas en algún lugar o cosa. ¿Has pensado alguna vez en la importancia de lo que haces? ¿Has pensado que tu huella puede trascender en el corazón de una persona y marcarlo para siempre? Es tan importante entender que nuestra vida está dejando huellas en los demás. El anhela usarnos para ser una influencia para Su Gloria.
Para dejar huellas en la vida de otros, primeramente nosotros tenemos que transitar en las huellas que nuestro Señor nos ha dejado:
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;” 1° Pe.2:21
NO debemos poner nuestros pies en otras huellas que no sean las de nuestro Señor. Es verdad que esto tiene una demanda muy grande, pero ninguna otra cosa traerá más satisfacción a la vida que el seguir sus huellas.
I. SIGUIENDO LAS HUELLAS DEL SACRIFICIO 1° Pe.2: 21. El sufrimiento nos es común a todos. En Cristo tenemos el ejemplo de sacrificar su gloria eterna, aquella que tuvo con el Padre antes que el mundo fuese, para hacerse como uno de nosotros. Este ejemplo que tenemos en él para seguir sus pisadas nos introduce en un desafío cotidiano.
II. SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LA OBEDIENCIA
La obediencia de Jesús le llevó a la cruz… Filipenses 2:5-8 .

“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame”. (Mt.16:24).
No podía ser de otra manera. La vida de Jesús como ejemplo a seguir está enmarcada dentro de estas demandas, solo que “su yugo es fácil y ligera su carga”. ¿Lo seguimos de esta manera?
¿COMO PUEDO SEGUIR SUS PISADAS?
  • En comunión con Él. Juan 15: 1-5
  • En integridad. 1° Crónicos 29:17
  • En santidad diaria. 1° Pe.1:16
  • En entrega: Primero a Dios, para poder hacerlo luego a los demás. Fil.2, 3:7-9
No hay mayor satisfacción que seguir las pisadas del Maestro.