lunes, 10 de junio de 2013

ORQUIDEAS

En una oportunidad visité una casa decorada con muy buen gusto, entre tantas cosas bonitas que allí podían observarse me llamó la atención una enorme planta orquidácea ubicada sobre el alféizar de una ventana. Sus flores eran hermosas y su tamaño se imponía sobre el resto de las plantas que acompañaban la decoración de aquel rincón.
Pero lo atractivo de esas orquídeas no era solo su belleza, sino también su historia.
La dueña de casa me contó que había comprado esa planta en el sector de rebajas de un establecimiento comercial. Su condición inicial era pobre, sin atractivo, de tamaño normal, nada fuera de lo común, ¡y encima en el sector de rebajas! Nada hacía suponer que esa “plantita” podría ser la belleza que hoy es; excepto que alguien se detuviera a observarla, considerarla y verle el potencial, como lo hizo su dueña a la hora de pagar el precio para su adquisición.
Al escuchar la frase: “la compré porque le vi potencial”, no pude evitar relacionarla con la obra que Dios hace en nuestras vidas.
Dios nos ha regalado la Salvación en Cristo Jesús porque nos ama (no por mérito alguno) y Él es el primero que ve potencial en cada uno de nosotros, sea cual fuere nuestra condición.
Aunque nos sintamos interiormente como en el sector de las rebajas no debemos desesperarnos, pues Él, mejor que nadie, conoce nuestro potencial:
“Yo te formé (...) yo no te olvidaré” (Is 44:21,NVI).
“Así dice el Señor, el que te hizo, el que te formó en el seno materno y te brinda su ayuda” (Is 44: 2, NVI).
La dueña de esas preciosas orquídeas se ha encargado de cuidarlas y regarlas con diligencia. Dios, quien no solo pagó el precio de nuestra Redención en Cristo y nos ve potencial, también nos cuida con celo para que crezcamos espiritualmente saludables y con raíces profundas: “El Señor cuida a todos los que lo aman” (Salmo 145:20,NVI). Nos alimenta a través de Su Palabra y nos fortalece en la hermandad en Cristo.
“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca!” (Salmo 119:103,NVI).
“Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro” (Efesios 4: 15-16, NVI).
Cada uno de nosotros tiene tal vez alguna historia vivida en el sector de las rebajas, ese sector donde parecería que la luz de la esperanza no llega, ese sector casi olvidado o visitado por pocos (recordemos que era el sector de las plantas y no el de indumentaria femenina). Soledad, desesperanza, frustración y olvido podrían ser algunas palabras con las que podríamos pintar ese cuadro. Pero un día esa historia cambió al penetrar la luz de Jesucristo en nuestros corazones, Él nos dio la oportunidad de tener una nueva vida y de desarrollar nuestro potencial. Por tal motivo,estimado lector, le invito a reflexionar sobre todo lo que Dios ha hecho en su vida y seguro no podrá hacer otra cosa más que darle Gloria, Honra y Alabanza.
Patricia Gotz

miércoles, 5 de junio de 2013

miércoles, 29 de mayo de 2013



No te pierdas el próximo 23 de Junio un evento sin igual. "Activa España 2013" con el Apóstol Rony Chávez desde Costa Rica.
Un día que impactará la Ciudad de Barcelona y quedará marcada para siempre con una palabra profética y apostólica de parte de Dios.
Domingo 23 de Junio en el Auditorio de Kairos TV. Calle Provençals, 100. Metro L4-Selva de Mar y Tram T4-Fluvià.

También podrás seguir el evento en DIRECTO a través de tu canal Kairos TV

DIARIO DE UNA JOVEN ASESINA

Era su librito de apuntes diarios, apuntes que iba haciendo, cada día, una joven de catorce años de edad. ¿Qué cosas podría escribir en ese diario? Cosas juveniles: impresiones de muchachos, actividades de colegio, paseos, fiestas.
Pero un día, justamente el primero de enero, la joven escribió: «Querido diario: Es principio de año, y ya no aguanto más. Tengo que quitarme de encima una carga que ya no puedo llevar. Yo maté a mi hermanita.»
El diario sigue narrando: «Fui hasta su cuarto y le dije que la quería mucho. Cubrí, entonces, su boca, y la sofoqué. Tú, mi querido diario, eres a quien primero le cuento. Gracias. Ahora me siento mejor.»
Ya hacía cinco meses que esta adolescente había matado a su hermanita de cuatro años de edad. Cuando hallaron el cuerpo de la chiquita, el médico forense determinó que era «muerte por asfixia traumática». La investigación no produjo ningún resultado. Pero sucedió que los padres de la hija mayor descubrieron su diario.
Por más que queramos callar la voz de nuestra conciencia, no podemos. Tarde o temprano su grito se oirá.
¿Qué está pasando en los hogares, en las familias, en los adolescentes? Esta joven no carecía de nada. Tenía buenos padres, buena casa, buen colegio, buenos amigos, buena ropa, buen calzado, buenas cosas. ¿Por qué, de un modo sorpresivo y brutal, mató a su hermanita?
En parte tiene que ver con la violencia que los adolescentes ven en la televisión, la cual se va acumulando en su psiquis. Cuando ésta se llena a más no poder, el adolescente no tarda en poner en práctica más de alguna de esas cosas.
Tampoco se descarta la posibilidad de los contactos con sectas extrañas. Lo que padres incautamente podrán llamar «chifladuras de adolescentes» puede que sean relaciones, incluso satánicas, cosa que está más extendida de lo que parece.
La fuerza moral más potente del mundo está en Jesucristo. Si nosotros, como padres, descuidamos nuestra propia vida espiritual, con eso dirigimos a nuestros hijos por el camino de la perdición.
Hagamos de Cristo el Señor de nuestra vida. Tanto nosotros como nuestros hijos necesitamos ese poder. Sólo Cristo nos pone a salvo de toda fuerza maligna. Él desea ser nuestro Señor. Coronémoslo Rey de nuestra vida hoy mismo.
Hermano Pablo

PONETE EN SU ZAPATO

¿Alguna vez se puso un zapato mas pequeño y anduvo un buen tiempo con el?

Es una experiencia muy desagradable, pero si usted ve a una persona que lleva un zapato más pequeño no va a darse cuenta de esto, ya que en realidad solo el que lo tiene puesto sabe lo que está pasando.
Es una situación muy compleja y de verdad muy incomoda puede ser tanto así que uno comienza a tener mal humor, a no querer caminar, incluso a querer sacarse los zapatos.
Las personas siempre estamos en situaciones de dificultades y de verdad que a veces son tan complejas que nos es difícil explicarlas, los que ven de afuera no entiende lo que está pasando y tienden a hablar mal o a decir que el está pasando a este y suele ser una experiencia como la del zapato.
No vamos a tener una perspectiva de la vida mientras no aprendamos a entender lo que otras personas están viviendo.
Esto se debe a que si solo estamos concentrados en lo que nos pasa a nosotros, esto no nos dejará aprender, ni mucho menos experimentar en la vida.
Es más no vamos a tener relaciones estable mientras no aprendamos esto. Nuestras amistades solo se basarán en tiempos buenos y cuando no estén estos van a derrumbarse. La Biblia lo explica de esta forma:
Proverbios 17: En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.
Ponerse en el zapato de otro es Interesarse por aquellos que están sufriendo.
Ponerse en el zapato de otro aun cuando el nuestro nos aprieta.
Ponerse en el zapato de otro es amar y demostrar amor.
Ponerse en el zapato de otro es servir para algo en esta vida.
Ponerse en el zapato de otro es perdonar aun cuando no debemos pedir perdón.
Las personas que pueden ponerse en el zapato de otro tienen una madurez y una sensibilidad la cual Dios va a usar.
Quienes se ponen en el zapato de otro son aptos para el servicio y quien no puede hacer esto no está capacitado para servir. es así de simple.
Ponerse el el zapato de otro está en los mandamientos vea que 6 de los diez tienen que ver con ponerse en el zapato de otro:
Exodo 20:
12Honra a tu padre y a tu madre,
13 No matarás.
14 No cometerás adulterio.
15 No hurtarás.
16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
NO hagas a otros nada que los haga sufrir, aunque eso te de algún tipo de satisfacción.
Es decir que, no ponerse en el zapato de otro es en realidad ser un egoísta.
Para ponerse en el zapato de otro usted tiene que dejar de quejarse y mirar hacia afuera, no mire hacia adentro suyo, pare de sufrir usted mismo y podrá ver otros que sufren.
Ponerse en el zapato de otro es ser movido a misericordia. La misericordia es un sentimiento de amor extremó. Es decir en condiciones normales yo no amaría a una persona en esas circunstancias. Pero cuando la misericordia se apodera de mi entonces amo a esa persona no importando nada, es como un peso en la conciencia y estamos dispuestos a sacrificarnos.
Lucas 10:35
Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
El buen samaritano no había planeado este gasto extra, pero no pensó en eso, sencillamente se lanzó a ayudar a quien en realidad y en condiciones normales no era de su agrado.
Vio la necesidad de alguien que estaba sin ayuda, alguien que de verdad le necesitaba sí o sí.
Me da a entender este texto que en la vida no sé trata sólo de amar a Dios y darle todo a Él. Se trata más bien de hacer cosas que traspasan los cielos y se manifiestan en la tierra.
Si amamos a Dios sin amar a nuestros prójimos estamos incompletos.
Te animo a ponerte en el zapato de otro.
José Luis Malnis
Pastor

lunes, 27 de mayo de 2013