lunes, 9 de julio de 2012

PRIMICIAS










PRIMICIAS














DE QUE TAMAÑO

OCuentan que un día, muy temprano, salió a pescar una persona con mucho ánimo y contento, ya que presentía que pescaría mucho.
Tenía todas las condiciones perfectas para hacer una gran pesca.

Se monta en su bote, comenzó a remar y llegando no muy lejos de la orilla, allí lanzó el ancla.

Prepara el hilo, prepara la carnada, pero antes de comenzar a pescar se puso en pie y comenzó a hacer una oración a Dios dando gracias por un día tan precioso y declarando la gran pesca de ese día.

Acto seguido, comenzó a pescar.

Mientras el pescaba, a pocos metros de distancia había una persona observándolo con mucha atención.

Esta persona notaba que cuando el pescador cogía un pez, lo media y decía: “Este mide 15 centímetros”; lo sacaba y lo colocaba en una cesta donde acomodaría toda la pesca del día, y continuaba pescando.

Luego saca otro pez, y haciendo lo mismo dijo: “Este mide 16 cm.”; lo echa en la cesta y continua su pesca.

El observador nota que el próximo pez que el pescador saca era bien grande, más del triple de los que había sacado anteriormente, y se sorprende cuando le oye decir: “Este mide mucho”, al tiempo que lo devuelve al agua.

Este patrón fue repetido en varias ocasiones, lo que llamó la atención de tal manera al observador, que decidido, comenzó a remar acercándose sútilmente al bote; saludando al pescador le pregunta: -”He visto que ha tenido muy buena pesca, pero he notado que los peces bien grandes los devuelve al agua. Porque siendo tan grandes los devuelve y no hace esto con los de menor medida?

-El pescador contesto: ” Lo que sucede es que los peces grandes no caben en mi sartén que solo mide 16 centímetros”.

A veces pedimos a Dios grandes bendiciones y no estamos preparados para recibir todo lo bueno que Él tiene para nosotros.

Debemos expandir nuestra mente para poder recibir las cosas grandes que Dios nos tiene preparadas.

¿Cuánto mide tu sartén?

Pide con fe, y espera con la certeza de que Dios te escucha… y que eres su hijo muy amado. Recuerda que nada es mucho para el que AMA.

M.E. Winston Pauta Avila

Mateo 25:21
21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

miércoles, 4 de julio de 2012

«PARA HACERLE UN FAVOR»


Las discusiones eran continuas. Cada vez que se veían, tras unos momentos de charla cariñosa, comenzaban las desavenencias. Se amaban, pero al tocar cierto punto, ahí comenzaba la tormenta.
Un día, el joven, Ricardo Lallis, de veintiséis años de edad, no aguantó más, y en un rapto de locura mató a su novia Andrea Young. Cuando a los tres días fue detenido, Ricardo les dijo a los detectives: «La maté para hacerle un favor. La amaba, pero era la única manera de librarla del infierno de la cocaína.»
Ricardo les relató a los detectives que durante muchos meses había estado tratando de convencerla, con toda clase de argumentos, de que dejara el vicio. La joven le hacía promesas de enmienda y, por momentos, parecía estar libre, pero luego volvía a caer.
Para Ricardo cada caída era un nuevo golpe, una nueva desilusión, un nuevo dolor. Fue así como un día se le metió en la cabeza esa idea atroz de eliminarla de su adicción. Se convenció de que la muerte era la única solución para Andrea. Lo demás es historia. Pero, ¿solucionó algo Ricardo con quitarle la vida a su novia? Al contrario. La perdió a ella, y perdió su propia libertad.
Matar a una persona no es nunca la solución. Es la derrota más grande de la vida. Es cortar por la mitad una vida que, de esperar con paciencia, pudiera haber sido brillante y victoriosa. Aparte del daño irreparable que causa la muerte prematura, está el daño y el dolor que se les causa a los que están cerca, ya sean parientes o amigos íntimos.
Y hay otro factor. Toda persona, al partir de esta vida, se enfrenta al instante con Dios, el Juez Supremo. Y el que parte a la eternidad sin Cristo no está aún preparado para ese encuentro eterno.
La buena noticia es que hay una solución para el problema de la drogadicción así como para todo problema de esta vida. Esa solución es Cristo. Él tiene el poder para librar a cualquier persona de cualquier vicio, y no sólo de cualquier vicio sino de sus depresiones, sus congojas, sus tristezas y sus fracasos.
Es posible librarnos de toda especie de mal, porque hay poder en Jesucristo. Si nos sometemos al Todopoderoso Salvador, esa entrega nos librará de las garras del diablo. Ninguno de nosotros tiene que ser esclavo del pecado. Cristo ya compró nuestra salvación. Aceptémosla hoy mismo.
Hermano Pablo

lunes, 2 de julio de 2012

LO QUE TU ALIMENTES

Un viejo indio estaba hablando con su nieto.

Le decía:
- "Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón.
Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador.

El otro está lleno de amor y compasión".

El nieto preguntó:
"Abuelo, dime, Cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?"
El abuelo contestó:
- "Aquel que yo alimente"

domingo, 1 de julio de 2012

¿CUAL ES?

¿El día más bello? Hoy.

¿La cosa más fácil? Equivocarse.

¿El obstáculo más grande? El miedo.

¿El mayor error? Abandonarse.

¿La raíz de todos los males? El egoísmo.

¿La distracción más bella? El trabajo.

¿La peor derrota? El desaliento.

¿La primera necesidad? Comunicarse.

¿Lo que más hace feliz? Ser útil a los demás.

¿El misterio más grande? La muerte.

¿El peor defecto? El mal humor.

¿La persona más peligrosa? La envidiosa.

¿El sentimiento más ruin? El rencor.

¿El regalo más bello? El perdón.

¿Lo más imprescindible? El hogar.

¿La ruta más rápida? El camino correcto.

¿La sensación más grata? La paz interior.

¿El resguardo más eficaz? La sonrisa.

¿El mejor remedio? El optimismo.

¿La mayor satisfacción? El deber cumplido.

¿La fuerza más potente del mundo? La fe.

¿La cosa más bella de todas? El amor.

¿Los mejores profesores? Los niños.

¿Las personas más necesarias? Los padres.

¿Una de las mayores alegrías? Tener amigos de verdad, saber que cuentas con alguien, aunque sepas que ellos no van a resolver tus problemas…

Pero toda esta belleza que encontramos en la vida… La tenemos gracias a los dones que Dios nos dio y a su infinito amor…

María Teresa De Calcuta

1 Timoteo 6:11
Mas tú, oh hombre de Dios, sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.