martes, 4 de enero de 2011

JUAN 7 :38

AMPLIAR LA PERPECTIVA

Lectura: Mateo 28:16-20.
"Id, y haced discípulos a todas las naciones" Mateo 28:19
A un misionero y a mí nos invitaron a almorzar con David, un hombre de casi 80 años, quien sustentaba con generosidad el ministerio de este siervo de Dios. David no podía ir a visitar el país donde servía el misionero, pero, mientras daba gracias por los alimentos, oró con toda facilidad por las personas, los lugares y las circunstancias de aquel lugar. Después de haber orado habitualmente por ese ministerio, no tenía problema en mencionar datos específicos. Este hombre tenía una perspectiva de la obra misionera que iba más allá de las fronteras de su país, Singapur.
Nuestro Señor Jesús nos mandó tener una perspectiva mundial de la obra misionera. Cuando dijo: «Id, y haced discípulos a todas las naciones, […] enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado» (Mateo 28:19-20), no nos pedía que compráramos un billete para ir por todo el mundo a proclamar Su mensaje. Quizá no tengamos oportunidad de salir del lugar donde nacimos, pero podemos participar de lo que sucede en el mundo, sin dejar nuestra ciudad natal.
Ahora bien, ¿cómo se hace? ¿Hay algún estudiante de otro país que viva cerca de tu casa? ¿Una familia de otra nación que intenta enfrentar la vida en un entorno nuevo? ¿O, simplemente, una persona solitaria a quien puedas levantarle el ánimo? Hablarles sobre el amor de Dios es tu manera de cruzar los océanos con el evangelio.
Si miras a través de los ojos de Jesús, verás un mundo necesitado.

sábado, 1 de enero de 2011

QUITA EL VELO DE TU ROSTRO

No confíes en tus fuerzas
porque humanas siempre son
funda tu confianza en Cristo
quita el velo de tu rostro
y dale a el tu corazón.

El te trae la libertad
y te ofreció salvación
por medio del sacrificio
donde derramó su sangre
quita el velo de tus ojos
y dale tu corazón.

El es manantial de vida
es agua a aquel sediento
que estando en la oscuridad
nunca busca la verdad
El te ofrece claridad
si te vas en oración
quita el velo de tu rostro
y dale tu corazón.

Te encuentras atribulado
con razón o sin razón
el Señor te está llamando
para mostrar su grandeza
es Dios quien puede ampararnos
con el Espíritu Santo
entrégale tu problema
y ofrece tu corazón.

Esas lágrimas que fluyen
de tus ojos con dolor
ofrecelas al divino,
que es tu dueño y tu Señor
ya verás que gran consuelo
sentirá tu corazón.

El lava toda tu vida
si lo llamas con amor
te escucha y quita tus penas
no lo hace en la tierra ningún señor
si no ese Cristo bendito
que te ofrece el corazón.

CINTURONES EN LA CIUDAD

Fue un cinturón de fuego de tumultos y de violencia que a fines de abril de 1992 rodeó una gran zona de la ciudad de Los Ángeles, California. En tres días se produjeron 3.300 incendios, se saquearon y se destrozaron miles de comercios, se enfrentaron las pandillas con la policía, y se vivió la furia del motín.

Tres semanas después de los disturbios se formó otro cinturón. Un cinturón humano. Un cinturón de hombres y mujeres, niños y adultos que, tomados de la mano, rodearon la zona devastada. Eran personas de ciento veinte grupos religiosos, que deseaban mostrar su esperanza de que la paz y la armonía podían restaurarse en la atribulada ciudad. El mundo entero se dio cuenta del tumulto, y el mundo entero se dio cuenta también del cinturón de paz.

Estas inquietudes sociales son típicas de la época en que vivimos. Los motines de Los Ángeles fueron terribles. Diez mil comercios, grandes y chicos, quedaron destruidos. El desempleo subió, de la noche a la mañana, a un cuarenta por ciento. Y los arrestos policiales ascendieron a más de diez y siete mil. Pero fue admirable la solidaridad fraternal que se produjo a raíz de los sucesos.

Hay muchos que compartimos interés y pasión por el bienestar social, por la paz en las familias, por la integridad en las relaciones humanas, y por la justicia en el corazón del hombre. Si los que tenemos esa preocupación manifestamos nuestra inquietud, quizá eso dé comienzo a deponer los odios raciales y religiosos, y las antipatías sociales y nacionalistas. Quizá podamos lograr que unos y otros, los de una parte y los de otra, alrededor de este mundo en convulsión, se unan en comprensión y en amistad.

Cuando eso suceda, comenzarán a cesar la violencia, la desigualdad social y las guerras. Nacerá una hermandad universal que unirá en uno no sólo manos sino corazones. Quizá sea soñar demasiado, pero la horrible condición social del mundo demanda que comencemos con algo, aunque sea sólo un sueño.

Sin embargo, aun para el que piensa que un cinturón humano de paz universal sea un sueño irrealizable, hay algo que sí se puede realizar. Es la paz que, como individuo, puede tener en su propio corazón. Cuando Cristo es el Señor de nuestra vida, el milagro del «nuevo nacimiento» ocurre en nosotros. Ese nuevo nacimiento trae consigo nuevos ideales, nuevos propósitos, nuevos impulsos y un nuevo corazón. Cristo desea darnos esa paz. Aceptémoslo como Señor hoy mismo.

Hermano Pablo

ANIMO

“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”.

Deuteronomio 31:6

No te des por vencido, no es momento de dejar aquello que tanto trabajo te costo lograr, ni mucho menos estés pensando en rendirte, tú no eres de los que se rinden, tú no eres de lo que huyen, tu eres de los que con la ayuda del Señor enfrentan toda situación.

Pueda que estés débil, pueda que las fuerzas de a poco se van acabando, pero no es ninguna excusa para rendirte, ¿Quién te llamo?, ¿A quién creíste?, ¿Por quién estas aquí?, que no se te olvide que eres un llamado de Dios, que no se te olvide que has sido llamado para conquistar y no ser conquistado.

¿Quién es tu enemigo?, ¿Acaso no es alguien que ya está vencido?, ¿Acaso no es alguien que ya esta juzgado?, ¿Entonces porque esos pensamientos continuos de derrota?, El que te llamo, es suficientemente Poderoso para sacarte de cualquier hoyo por muy cenagoso que parezca, Dios lo puede hacer si tan solo confías en El, si tan solo te rindes a Él.

Ustedes son siervos y siervas del Señor, por lo tanto el enemigo querrá siempre destruirlos, pues anda detrás de cada uno de ustedes buscando como devorarlo, El sabe que entre más los aleja de la comunión continua con el Señor, son más propensos a caer en sus redes. Por tal razón, no le des gusto, no permitas que se ría de ti, ve y lucha, ve y párate firme y demuéstrale en quien has creído.

No sé que puedas estar pasando, pero no conozco algo que Dios no pueda hacer, quizá no sea el tiempo, quizá no sea el momento, ni el lugar indicado, pero ten paciencia, confía porque no conozco siervo de Dios que haya confiado en El, y que El lo halla defraudado.

¡Vamos!, ¡Ánimo!, levántate, no te menosprecies, no te creas inferior, no te creas un derrotado, tu eres un Príncipe de Dios, una Princesa del Señor, somos coherederos juntamente con Cristo Jesús, somos real sacerdocio, nación santa, pueblo escogido por Dios, para anunciar las virtudes de aquel, que nos llamo de las tinieblas a la luz.

¡Ánimo! Dios está contigo, Dios esta de tu lado, El jamás te ha abandonado, El siempre ha estado allí, nunca te dejara, jamás te desamparara, cuando pases por los momentos más difíciles de tu vida, El estará allí, de hecho El está a tu lado, te quiere abrazar, te quiere decir lo mucho que te ama y lo importante que eres para El, porque cuando te llamo sabía lo que ibas a llegar a ser cuando te tomara en sus manos, El creía en ti y sigue creyendo.

Quizá no seamos los mejores, quizá no estamos devolviendo los favores que Dios ha hecho con nosotros, pero de algo si debes estar seguro y es que El te sigue amando como en el primer día que te encontró, como ese día que estabas perdido, perdida, sin esperanza, deseando quizá la muerte, sin un sentido de vida, despreciado, mas Dios en su infinito amor te vio con ojos de perdón, creyó en ti, te lavo los pecados, limpio tu rostro y permitió que de tu boca comenzaran a brotar esas sonrisas verdaderas, que son la consecuencia de sentir un gozo que solo proviene de Él.

Dios quiere verte sonreír nuevamente, el anhela ver tu sonrisa, quiere verte feliz porque para eso te ha llamado, no llores mas, no te sientas triste, Dios está contigo, no te sientas sola, el siempre ha estado a tu lado, solo deja que te abrace, ¡Vamos! No te niegues más a su abrazo, dispón tu corazón porque El quiere ministrar tu vida en este momento, no pongas excusas, no permitas que el prejuicio te robe este momento, simplemente se tu delante de Él, calla, no tienes que decir nada, Dios lo sabe muy bien, solo deja que te abrace y te haga sentir lo valioso que eres para El.

Dios esta abrazándote fuertemente, ¿Puedes sentir su presencia?, yo sí, no llores, al contrario sonríe, porque Dios te está demostrando cuando te ama. Dios levanta tu rostro y quiere limpiar tus lágrimas, El te ve a los ojos y te dice:

¡Animo!, Yo estoy contigo

BUSQUEDA DEL TESORO

Lectura: Proverbios 2:1-9.
"Si como a la plata la [sabiduría] buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová" Proverbios 2:4-5
El 1 de enero de 2008, Keith Severin y su hijo Adrien, de siete años, resolvieron que iban a dedicar juntos al menos quince minutos por día, durante todo ese año, para buscar tesoros. Un artículo de Carlos Alcalá, en el periódico local Sacramento Bee, relataba sobre sus salidas diarias, expuestos a toda clase de inclemencias del tiempo, para ver qué podían encontrar. Un año después, la colección de monedas, pelotas de golf, botellas y latas reciclables, y otros artículos diversos alcanzaban una suma de más de U$S1.000. Durante el proceso, disfrutaron de muchas horas de compañerismo y diversión.
Si decidiéramos pasar quince minutos con la Biblia todos los días para buscar tesoros, ¿qué descubriríamos? Salomón escribió: «Si como a la plata la [sabiduría] buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová […]. Entonces entenderás justicia, juicio y equidad, y todo buen camino» (Proverbios 2:4-5,9).
El crecimiento no se producirá de un momento para otro, sino que, en forma gradual, día tras días, seremos transformados mediante la lectura de la Palabra de Dios y la obediencia a Él. Además, piensa en el privilegio y el placer de pasar un tiempo con nuestro Padre celestial.
Todo comienza con una entrega voluntaria, continúa con descubrimientos emocionantes y, finalmente, guía hacia los tesoros de la sabiduría y de la vida.
Los ricos tesoros de la verdad de Dios esperan ser descubiertos.

viernes, 31 de diciembre de 2010

SIN VUELTA ATRAS

Lectura: Deuteronomio 11:7-12.
"Siempre están sobre [la tierra] los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin" Deuteronomio 11:12
Ray Stedman, pastor en California por muchos años, una vez le dijo a su congregación: «En la víspera de Año Nuevo nos damos cuenta, como en ningún otro momento de nuestras vidas, de que jamás podremos retroceder el tiempo […]; podemos mirar atrás y recordar, pero es imposible volver a ninguna instancia del año que pasó».
Stedman luego hizo referencia a los israelitas cuando estuvieron en el umbral de una nueva oportunidad. Después de cuatro décadas de deambular por el desierto, es probable que la nueva generación se preguntara si tenía la fe y la fortaleza necesarias para poseer la tierra prometida.
Su líder, Moisés, les recordó que ellos habían visto «todas las grandes obras que Jehová ha hecho» (Deuteronomio 11:7) y que su destino era la «tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin» (v.12).
Puede que en la víspera de Año Nuevo tengamos temor del futuro debido a los acontecimientos del pasado. Pero no tenemos que permanecer encadenados a nuestros viejos recuerdos, porque podemos avanzar con la mente centrada en Dios. Así como el Señor cuidaba de la tierra y de Su pueblo, Sus ojos estarán sobre nosotros también.
El cuidado fiel del Señor abarcará cada día del nuevo año. Podemos contar con esa promesa.
El "qué" de nuestro futuro lo determina el "Quién" de la eternidad.