martes, 21 de diciembre de 2010

EL MEJOR REGALO

Carlitos estaba sentado mirando la pequeña montaña de regalos que estaban cerca de la chimenea. Su madre entró y le dijo: En que piensas Carlitos?

Carlitos dijo…estaba pensando en cual de estos será el mejor regalo.

Carlitos- respondió su madre- el valor de los regalos no se mide ni por el tamaño, ni por el color, el precio o la simple envoltura, ni siquiera por la utilidad del mismo. El valor de un regalo se mide por el corazón.

Por el corazón, mami? Los regalos no tienen corazón.

Carlitos, los regalos si tienen corazón.

No mamí…mira-tomando un regalo lo puso en el oido y dijo- Mira mami, no se escuchan latidos.

Oh Carlitos. Los regalos si tienen corazón. Es el corazón de quién lo da, que se extiende hasta el regalo mismo. Cuando alguien te da un regalo, solo por compromiso o con motivaciones erradas, ese regalo llega a ti sin corazón. pero, cuando alguién te da un regalo con todo su corazón, ese palpitar viene al regalo y ese es el verdadero valor del mismo.

Carlitos sonrió y dijo: Uhhh, entonces tengo que volver a hacer otro regalo, porque el regalo que tengo para Rosita, no tiene corazón.
La madre sonrió y le dijo: Mirá, nunca un ser humano ha recibido un regalo de más valor que el regalo que Dios nos dió. Nos dió a su único hijo y nos lo dió con todo su corazón, para que tu ahora tuvieras tu corazón vivo y vibrante.

De verdad? preguntó Carlitos.

Seguro hijo. Por eso tienes que amar ese regalo con todo tu corazón, porque ese regalo trae el corazón de Dios. Vive con ese regalo y para ese regalo.

Si mamí-dijo Carlitos- Lo haré y salió corriendo para jugar con Rosita.

Has visto a Jesús como el más grande regalo para tu vida?

Vives para él y por él?

Este es un buen día para entender el corazón de Dios y tener el mejor regalo.

Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. Isa 7:14

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. Juan 3:16,17

¿QUIEN A NACIDO?

Un niño precioso nos nace en Belén,
Su rostro es hermoso, su nombre Emmanuel.
Él viene a salvarnos de nuestro dolor,
Él viene a mostrarnos de Dios el amor.

Cunita sencilla la madre arregló
En un pesebrillo de pobre mesón.
Le besa, le acuna, le canta su amor,
Y sabe que el Niño es Hijo de Dios.

Muy pobre, muy pobre parece el lugar,
Mas hay un tesoro que no tiene igual;
Hay gozo, esperanza, hay fe y hay piedad,
Y el Niño es la Vida, la Luz, la Verdad.

El Niño es el Hijo eterno de Dios,
Del hombre que cree será el Salvador.
Por eso ha dejado su trono de luz,
Por eso nos brinda su paz y salud.

Qué bella es la historia de la Navidad,
Del Niño que nace en Belén de Judá,
Le doy mi cariño y todo mi amor,
Y quiero que sea mi Rey y Señor.

SOLO DIOS

Lectura: 1 Corintios 3:1-9.
"Somos colaboradores de Dios" 1 Corintios 3:9
El 29 de mayo de 1953, el neozelandés Edmund Hillary y su guía serpa, Tenzing Norgay, se convirtieron en los primeros en alcanzar la cumbre del monte Everest, la montaña más alta del mundo. Como Tenzing no sabía usar la cámara, Edmund le tomó una fotografía para probar que habían llegado a la cima.
Más tarde, los periodistas preguntaban repetidamente quién había llegado a la cumbre primero. El líder de la expedición, John Hunt, respondió: «Llegaron juntos, como equipo». Estaban unidos por una meta común y a ninguno le preocupaba quién debía obtener el mayor reconocimiento.
Es contraproducente tratar de determinar quién merece el mayor crédito cuando algo se ha hecho bien. La iglesia de Corinto estaba dividida en dos bandos: los que seguían a Pablo y los que seguían a Apolos. El apóstol Pablo les dijo: «Yo planté, Apolos regó; […] ni el que planta es algo, ni el que riega» (1 Corintios 3:7). Les recordó que eran «colaboradores de Dios» (v.9) y que es Él quien da el crecimiento en el ministerio (v.7).
Nuestra preocupación por quién merece el reconocimiento sólo sirve para quitarle el honor y la gloria que le pertenecen sólo al Señor Jesús.
Jesús debe crecer; yo debo menguar.

lunes, 20 de diciembre de 2010

EL REY DE LAS FRUTAS

Lectura: Lucas 19:12-26.
"Present[ad] vuestros cuerpos en sacrificio vivo […] que es vuestro culto racional" Romanos 12:1
Al durián, una fruta tropical [del sureste asiático], a menudo se la llama la reina de las frutas. O te gusta o lo detestas. Aquellos a quienes les gusta harán casi cualquier cosa por conseguirlo. Los que lo detestan ni se le acercarán debido a su olor acre. A mi esposa le encanta. Recientemente, una amiga, agradecida por lo que mi esposa había hecho por ella, le envió una caja con durianes de la más alta calidad. Se esmeró mucho en asegurarse de que fueran los mejores.
Me pregunté: «Si le podemos dar lo mejor a un amigo, ¿cómo podemos hacer menos por nuestro Señor, quien dio Su propia vida por nosotros?»
El noble de la parábola de Jesús (Lucas 19) quería lo mejor de sus diez siervos a quienes les había dado dinero, y les dijo: «Negociad entre tanto que vengo» (v.13). Cuando regresó y les pidió cuentas, elogió con las palabras «está bien» a los que habían hecho todo lo posible con el dinero que se les había encomendado. Pero llamó «mal siervo» (v.22) al que no hizo nada con él.
El significado fundamental de esta historia es la mayordomía de lo que se nos ha dado. Ser fieles con lo que Dios nos ha concedido implica ofrecerle lo mejor de nosotros a cambio. Así como el amo en la parábola confió aquel dinero a sus siervos, el Señor nos ha dado dones para servirle. Somos nosotros quienes salimos perdiendo si no logramos darle lo mejor de nuestro ser.
Lo mejor que podemos hacer es servir a Dios siviendo a los demás.

domingo, 19 de diciembre de 2010

LOS TRES ULTIMOS DESEOS

Encontrandose al borde de la muerte, Alejandro Magno (356-323 A.C.) -rey de
Macedonia (336-323 A.C.) conquistador del Imperio persa, y uno de los lideres
militares mas importantes del mundo antiguo- convoco a sus generales y les
comunico sus tres ultimos deseos: 1.- Que su ataud fuese transportado por los mas eminentes medicos de la epoca.

2.- Que fueran esparcidos por el camino hasta su tumba los tesoros que habia
conquistado (plata, oro, piedras preciosas, etc.)

3.- Que sus manos quedaran balanceandose en el aire, fuera del ataud, a la
vista de todos.

Uno de sus generales, admirado por tan insolitos deseos, le pregunto a
Alejandro cuales eran sus razones.

Alejandro explico:

1.- Quiero que los mas eminentes medicos carguen mi ataud para mostrar que ni
ellos tienen, ante la muerte, el poder de curar.

2.- Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver
que los bienes materiales aqui conquistados, aqui permanecen.

3.- Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan
ver que vinimos con las manos vacias, y con las manos vacias partimos.

Ya que no podemos evitar la muerte, busquemos y tratemos de alcanzar aquello
que si se marchara con nosotros.

Finalmente no sabemos si seran sabios o necios, los que heredaran todo el fruto de nuestro esfuerzo o afanes.

Enviado por: Javier E. Ledesma Ledesma

Provervios 3:6
Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.

salmo 71

16 Dios mío, ahora voy a recordar tus hechos poderosos,
y hablaré de la justicia que sólo tú puedes hacer.

17 Desde que yo era joven tú has sido mi maestro,
y hasta ahora sigo hablando de las maravillas que has hecho.

JEHOVA-JIREH

Lectura: Mateo 6:5-15.
"Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis" Mateo 6:8
En los primeros años que serví como pastor, estuve en iglesias pequeñas donde a menudo la situación financiera era apretada. Algunas veces, la economía de nuestra familia se resentía por ello. En una ocasión, ya casi estábamos sin comida y todavía faltaban varios días para que llegara el día de cobrar el sueldo. Mientras mi esposa y yo nos preocupábamos de cómo alimentaríamos a nuestros hijos en los días siguientes, sonó el timbre. Cuando abrimos la puerta, vimos dos bolsas de víveres. No le habíamos contado nuestro problema a nadie, pero nuestro Dios proveedor había hecho que alguien satisficiera dicha necesidad.
Esto me recuerda el relato de Abraham en el Antiguo Testamento, cuando se le pidió que sacrificara a su hijo Isaac. En el momento preciso, Dios proveyó un carnero en su lugar. Abraham llamó ese lugar Jehová-Jireh, «Jehová proveerá» (Génesis 22:14). Dios es quien sigue preocupándose profundamente por Sus hijos.
Jesús dijo: «Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis» (Mateo 6:8). Él se preocupa y busca constantemente darnos lo mejor para nosotros; y eso es un recordatorio de que, en tiempos de penurias y temor, tenemos a Alguien que nos cuida. Pedro escribió que podemos echar toda nuestra ansiedad sobre Dios, porque Él tiene cuidado de nosotros (1 Pedro 5:7). Podemos acudir a Él en nuestro momento de necesidad.
Lo que Dios promete, Dios provee.

APUNTA BIEN ALTO

Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dió la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta.

A los que escogieron el de treinta les puso una “C”, sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas.

A los que escogieron el de cuarenta les puso una “B”, aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una “A”, aunque se hubieran equivocado en casi todas.

Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó:

“Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no estaba examinando su conocimiento sino su voluntad de apuntar a lo alto”.

Nuestra meta como seres humanos debe ser siempre apuntar a lo alto!, no solamente en nuestros proyectos de vida tales como profesión, estudios, negocios etc, sino también fijarnos la meta en aquello que tiene aún mas valor.

Filipenses 3:14
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús

Habacuc 3:19
“El Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.”

Salmos 93:4
“Dios en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias olas del mar.”
Job 16:19
“Mas he aquí que en los cielos está mi testigo, Y mi testimonio en las alturas.”