viernes, 5 de noviembre de 2010

ES POSIBLE CONVERTIR TUS CICATRICES EN ESTRELLAS

En el palacio real de Teherán, en Irán, puede verse uno de los más hermoso trabajos en mosaico del mundo. Los techos y paredes resplandecen como diamantes en reflejos multifacéticos.

Originalmente, cuando fue diseñado, el arquitecto hizo colocar grandes paneles de espejos en las paredes. Cuando llegó el primer embarque desde París, encontraron horrorizados que los espejos estaban rotos.

El contratista los tiró a la basura y le llevó las tristes nuevas al arquitecto. De forma sorprendente, el arquitecto ordenó que se recogiesen todos los trozos rotos, los rompió en pequeños pedazos y los pegó en las paredes para convertirlas en un mosaico de plateados, brillantes, espejados trozos de vidrio.

¡Quebrarse para embellecerse! Es posible convertir sus cicatrices en estrellas. Es posible mejorar a causa del quebranto. Es extremadamente raro encontrar en los grandes museos del mundo objetos antiguos que no estén rotos. En realidad, algunas de las piezas más preciadas del mundo son sólo fragmentos que permanecen como un sagrado recuerdo de un glorioso pasado.

Nunca debemos subestimar el poder de Dios para reparar y restaurar.

Salmos 147: 3 Él sana a los de roto corazón, y venda sus heridas.

UNA BUENA ACICALADA

Lectura: Salmo 139:1-10, 23-24.
"Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón" Salmo 26:2-3
Nuestra perra, Dolly, es una terrier escocesa de siete años de edad. Le encanta escarbar en la tierra, lo cual significa que se ensucia mucho. La bañamos en casa una vez a la semana más o menos, pero de vez en cuando termina tan mugrienta y enredada que tenemos que llevarla a una peluquería canina para un tratamiento profesional.
Dolly detestaba ir allí porque la mujer que la atendía siempre estaba con prisa, y solía tener mal humor y ser muy dura. Hacer que atravesara la puerta era una lucha. Tan sólo ver el local hacía que quisiera huir.
El año pasado decidimos probar en otro salón y descubrimos que nuestra perra estaba menos renuente a ir, aunque la idea jamás la llenó de gozo. Eso se debe a que la persona que la atiende es amable con ella aún cuando deba bañarla a fondo, lo que le causa incomodidad.
Cuando el pecado y la maldad se acumulan en nuestro interior, necesitamos que se nos limpie. Al igual que el salmista David, debemos pedirle a Dios que examine y pruebe nuestras mentes y corazones, y nos señale los pensamientos, las actitudes y las acciones viles (Salmo 139:23-24). Puede que el Señor nos cause incomodidad, ya que la exposición es a menudo difícil, pero podemos acercarnos a Él sin temor.
Aunque algunas veces es doloroso, cuando el Señor nos examina, lo hace con amabilidad y gentileza.
El arrepentimiento es el dolor que lleva a la sanidad.

jueves, 4 de noviembre de 2010

CUIDA TU CORAZON PONIENDO TUS OJOS EN JESUS

puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

Hebreos 12:2

En la vida nos enfrentaremos a un sinfín de circunstancias que querrán dañar nuestro corazón, situaciones que llevaran como objetivo golpear nuestro corazón para que de esa manera nos debilitemos y poco a poco nos alejamos del Señor.
Y es que a veces nosotros somos los que permitimos que eso ocurra, pues descubrimos nuestro corazón a cosas, situaciones o a personas a quien no tendríamos que descubrirlo.
Lo peor de todo es que al permitir que nuestro corazón sea dañado, nuestra actitud cambia, nuestros oídos se vuelven sordos ante la voz del Señor y nuestros ojos se fijan en lo que el hombre hace y no en lo que Dios puede hacer en una vida con corazón humilde.
Quizá tú fuiste dañado en algún momento, cuando por situaciones de la vida pusiste tus ojos en alguien a quien creías perfecto y digno de imitar, pero al ver como ese hombre o esa mujer fallo en algo, todo se te vino abajo y comenzaste a permitir que tu corazón sea contaminado por la voz del enemigo que te dice muchas cosas de las cuales ninguna es verdad.
Quizá tu líder o tu pastor en momento determinado no midió palabras y te dijo algo que te lastimo y eso daño tu corazón y ahora todo lo que él o ella haga o diga te es indiferente. Muchos hasta sean alejado de sus congregaciones al ser dañados en su corazón.
Y es que muchas veces cometemos el ENORME error de creer que cierta persona es perfecta y que jamás fallara. Ese es el error más grande que puede haber, puesto que todos tenemos un cuerpo corruptible, lo cual significa que estamos propensos a fallar, propensos a dejarnos llevar por nuestra naturaleza pecaminosa y de una u otra forma fallar.
Si algo me ha ayudado personalmente, es el hecho que jamás he puesto mis ojos en alguien en especial. Si bien es cierto en algunas etapas de mi vida admiraba la forma de servir de ciertos siervos de Dios, jamás permití que mi ojos estuvieran totalmente fijos en ellos, porque sabía que en cualquier momento me podrían defraudar, por tal razón decidí poner mis ojos solo en alguien de quien yo muy bien sabia que jamás me podría defraudar, el es Jesús.
Y es que por más que podamos buscarle defectos, jamás le encontraremos porque Él es PERFECTO, su caminar acá en la tierra también lo fue, y vino a enseñarnos que cuando una persona desde el corazón se propone a ser fiel a Dios en todo, se puede.
Hoy quiero invitarte a que renueves tu corazón delante de la presencia del Señor, que si los últimos días, semanas o meses has estado con tu corazón cruzado, permitiendo que el enemigo mine tu mente de tantos pensamientos negativos por el hecho de haber visto que alguien a quien tu admirabas fallo, puedas en esta hora volver tus ojos al único que jamás te fallara que se llama JESÚS.
No pongas tus ojos en un ser humano, mejor mira a Jesús Autor y Consumador de la FE, porque eso te ayudara para que puedas avanzar en tu vida cristiana y tu vida diaria, crecerás y tu fe cada día irá en aumento, no habrá nada que pueda hacerte desistir de este Camino, porque Jesús será tu modelo a seguir.
Si tu corazón ha sido dañado hoy te invito a que permitas que Dios pueda restaurarlo a totalidad, que pueda tomarlo y sanarlo a través de su dulce presencia, ve y busca del Señor, dobla tus rodillas y dile que lo necesitas, que necesitas que sane tu corazón, que quieres volver a sentir su linda presencia, que quieres tener nuevamente un corazón humilde y sobre todo que lo quieres agradar todos los días de tu vida.
Cuidemos nuestro corazón que cada día nuestra fe y nuestros ojos estén puestos nada mas en Jesús, que caminemos tratando de imitarlo y viviendo una vida que sabemos que le agradara, hagamos de Jesús nuestro modelo de vida.
¡Hoy Jesús quiere sanar y restaurar tu corazón si tan solo pones tus ojos en El!

SEMILLAS Y FE

Lectura: Gálatas 6:7-10.
"Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" Gálatas 6:7
Leí una fábula acerca de un hombre que estaba mirando en una tienda cuando hizo el pavoroso descubrimiento de que Dios estaba detrás del mostrador. Así que el hombre se acercó, y preguntó: «¿Qué vendes?» Dios respondió: «¿Qué desea tu corazón?» El hombre dijo: «Quiero felicidad, paz mental y libertad del temor […] para mí y para todo el mundo». Dios sonrió y dijo: «Aquí no vendo frutos. Sólo semillas».
En Gálatas 6, Pablo enfatizó la importancia de sembrar semillas de comportamiento que honren a Dios, porque «todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (v.7). No podemos esperar experimentar el fruto de las bendiciones de Dios si no reconocemos la importancia de hacer nuestra parte.
Seguir el ejemplo de otros que han sembrado buena semilla puede ayudarnos. Samuel Shoemaker dijo que un buen ejemplo puede inspirarnos o hacernos decir: «Ah, sí, él (o ella) es así. Los cambios de humor, los nervios, la impaciencia o la preocupación no le suponen un problema como en mi caso; simplemente tiene mejor temperamento». Shoemaker continuó: «Puede que no se nos ocurra que tal vez esta persona haya tenido que luchar por su serenidad y que también podríamos triunfar si hiciéramos lo mismo».
¿Estás cansado de tu manera de ser? Pídele ayuda a Dios y comienza hoy a sembrar las semillas de nuevas acciones y respuestas. A su debido tiempo, el Espíritu dará el crecimiento.
Las semillas que sembramos hoy determinan el tipo de fruto que cosecharemos mañana.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

«TODO EN LA FAMILIA»

El joven buen mozo e inteligente, y actor de cine, observó la fecha en el calendario: era el martes 28 de marzo, el tercer aniversario de su boda. Miró también la foto de su querido hijito y la de su esposa Ángela. Tenía además delante de él la foto de su padre, famoso actor de cine.

Después, sencillamente y con toda tranquilidad, se puso en la sien la pistola que tenía en las manos, y apretó el gatillo. El humo de la pistola y el hilo de sangre que brotó de su sien dibujaban una sola palabra: cocaína.

Hugh O’Connor, de treinta y tres años de edad, hijo adoptivo de Carroll O’Connor, el protagonista de la famosa serie All in the Family, traducida al español como «Todo en la familia», se había suicidado. No pudo soportar más su drogadicción.

Este suicidio, un suicidio más en la larga serie de personas que ponen fin a su vida, conmovió a la colonia cinematográfica de Hollywood. Hugh O’Connor, nacido en Italia e hijo adoptivo de Carroll O’Connor, el famoso actor de cine y televisión, era también actor, y estaba triunfando en su carrera. Pero había perdido toda esperanza de poder controlar su vicio, y eso para él ya no era vida.

La droga no respeta nombres, ni fama, ni talentos, ni destreza, ni edades ni bienes. Una vez que atrapa a su víctima, es tenaz como el pulpo, y sus tentáculos de acero no perdonan ni título ni herencia.

Un grupo de los Estados Unidos llamado «Familias anónimas» trata de ayudar a las familias que tienen a un miembro esclavizado por las drogas. Ante el suicidio de Hugh O’Connor dijeron: «Llamamos a la narcomanía una enfermedad familiar porque toda la familia queda terriblemente afectada con el vicio de uno solo de sus miembros.»

Al actor Carroll O’Connor, que tantas veces describió jocosamente problemas familiares de toda índole, le tocó vivir trágicamente uno de los más terribles: la narcomanía y el suicidio de su propio hijo.

¿Cómo podemos salvar a nuestra familia de esta implacable esclavitud? Habrá muchas sugerencias, pero hay una sola solución. Es una entrega total, de alma y corazón, a Jesucristo. Es que sólo Cristo puede salvar al drogadicto, detener la mano del suicida y reconstruir la familia deshecha.

Esto ocurre cuando la persona herida, esclava del vicio, acepta a Jesucristo como Salvador, como Señor, como Maestro y como Amigo. Abramos nuestro corazón e invitemos al divino Maestro a que sea el Señor de nuestra vida.

Hermano Pablo

martes, 2 de noviembre de 2010

JESUS ES EL UNICO CAMINO

PREFERIR EL ANONIMATO

Lectura: Mateo 6:1-4.
"Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto" Mateo 6:3-4
El impulso a portarme mal y el deseo de permanecer anónima siempre me vienen juntos. Como si fueran socios que ofrecen vender su producto, se esfuerzan al máximo para convencerme de que puedo darme el lujo de hacer algo malo, porque no tendré que pagar.
La naturaleza humana nos dice que usemos la cubierta del anonimato para evitar que se nos eche la culpa de las cosas malas que hacemos. Sin embargo, Dios nos dice otra cosa. Él quiere que usemos el anonimato para evitar recibir el crédito por el bien que hacemos (Mateo 6:4). ¿Por qué será que el impulso a permanecer anónimo rara vez acompaña a mi deseo de hacer bien?
La Biblia dice que no hemos de dejar que una mano sepa el bien que la otra está haciendo (vv.3-4). En otras palabras, dentro del cuerpo de Cristo, nuestros actos de caridad deben hacerse sin llamar la atención sobre nosotros mismos. Sin embargo, esto no significa que Dios quiera que las buenas acciones permanezcan ocultas; simplemente, significa que deben hacerse de una manera que le den gloria a Dios y no a nosotros (5:16).
Cuando nos ofrecemos como voluntarios para prestar nuestros servicios o realizamos donaciones a iglesias y organizaciones para hacer bien en el nombre de Jesús, obtenemos algo mucho mejor que la honra de nuestros contemporáneos. ¡Recibimos recompensas de parte de Dios, y Él recibe la gloria de los demás! (1 Pedro 2:12).
Cuando servimos en el nombre de Jesús, Él recibe la gloria.