sábado, 9 de octubre de 2010
EL PASTOR Y SU HIJO
Todos los domingos por la tarde, después del servicio mañanero en la iglesia, el Pastor y su hijo de 11 años van al pueblo a repartir tratados a cada persona que ven. Este domingo en particular, cuando llego la hora de ir al pueblo a repartir los tratados, estaba muy frió afuera y comenzó a lloviznar. El niño se puso su ropa para frío y le dijo a su padre, 'OK, papa, estoy listo'. SU papa Pastor le dijo, 'Listo para que?' 'Papa, es hora de ir afuera y repartir nuestros tratados.' El papa respondió, 'Hijo, esta muy frío afuera y esta lloviznando.' El niño miro sorprendido a su padre y le dijo, 'Pero Papa, la gente se esta yendo al infierno aun en los días lluviosos.' El Papa contesto, 'Hijo no voy a ir afuera con este tiempo.' Con desespero, el niño dijo, 'Papa, puedo ir yo? Por favor? Su padre titubeó por un momento y luego dijo, 'Hijo, tu puedes ir. Aquí tienes los tratados, ten cuidado.' 'Gracias papa!' Y con esto, el se fue debajo de la lluvia. El niño de 11 años camino todas las calles del pueblo, puerta por puerta repartiendo los tratados a las personas que veía. Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su último tratado. Se detuvo en una esquina y miro a ver si veía a alguien a quien darle el tratado, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces el se viró hacia la primera casa que vio, comenzó a caminar hacia la puerta del frente y toco el timbre. El tocó el timbre varias veces, esperó y nadie salió. Finalmente el niño se volteo para irse, pero algo lo detuvo. El niño se volteo nuevamente hacia la puerta, comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. El esperó, algo lo aguantaba ahí frente al la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente. Salio una señora con mirada muy triste y suavemente le pregunto, 'Que puedo hacer por ti, hijo.' Con unos ojos radiantes y una sonrisa que te corta las palabras, el niño dijo, 'Señora, lo siento si la molesté, pero solo quiero decirle que *JESUS REALMENTE LA AMA* y vine para darle mi último tratado que habla sobre JESUS y SU GRAN AMOR. El niño le dio el tratado y se fue. Ella lo llamo y le dijo, 'GRACIAS, HIJO', y que DIOS te bendiga. Bien, el próximo Domingo por la mañana el pastor estaba en el pulpito y cuando comenzó el servicio, dijo, 'Alguien tiene un testimonio o algo que quiera compartir? Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando comenzó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos, 'Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, inclusive hasta el domingo pasado no era cristiana. Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. El Domingo pasado fue un día particularmente frío y lluvioso, y también fue en mi corazos donde llegue al final de la línea que no tenia esperanza ni ganas de vivir. Entonces tome una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarre la soga y la asegure a las vigas del techo, entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado estaba a punto de tirarme, cuando de repente escuche el sonido fuerte del timbre de la puerta. Entonces pensé, 'Esperare un minuto y quien quiera que sea se ira'. Yo espere y espere, pero el timbre de la puerta cada vez era mas fuerte e insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza. Entonces me pregunte, QUIEN PODRA SER? Nadie toca mi puerta ni vienen a verme, solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez mas fuerte. Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto. Su sonrisa, ohhh, nunca poder describirla! Las palabras que vinieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida cuando dijo con voz de querubín, 'SEÑORA, solo vine a decirle que JESUS realmente la ama.' 'Cuando el pequeño angel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra de el tratado. Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga. Ya no la necesitarla más. Como ven ---- ahora soy una niña feliz del REY. Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del tratado, Yo vine personalmente decirle GRACIAS a ese pequeño ANGEL DE DIOS que llego justo a tiempo y de hecho a rescatar mi vida de una eternidad en el infierno.' Todos lloraban en la iglesia, y le daban Gloria y honor al REY DE REYES, el Pastor bajo del pulpito hasta la primera banca del frente donde estaba sentado el pequeño ángel. Tomo a su hijo en sus brazos y lloro y gimió incontrolablemente. Probablemente la iglesia no tuvo un momento mas glorioso, y probablemente este universo nunca a tenido un padre mas lleno de amor y honor por su hijo?..Excepto por uno. Este PADRE permitió a su hijo venir a un mundo frío y oscuro. El recibió a su hijo con una alegría inexplicable, y todo el cielo le dio gloria y honor al REY DE REYES, sentó su hijo amado a la diestra de su trono y le dio poder sobre todo principado y su nombre es sobre todo nombre, JESUS. Recuerda, el mensaje de DIOS puede hacer la diferencia en la vida de alguien cerca de ti. No te avergüences de compartir este maravilloso mensaje. DELEITATE ASI MISMO EN JEHOVA TU DIOS Y EL TE CONCEDERA LAS PETICIONES DE TU CORAZON!! |
PERDON POR LAS LAGRIMAS
"[Jesús] se estremeció en espíritu y se conmovió" Juan 11:33
Una amiga mía estaba haciendo un gran cambio en su vida; estaba dejando su empleo de 50 años para emprender un nuevo negocio. Lloraba cuando se despedía de sus compañeros y, al hacerlo, con frecuencia decía: «Perdón por las lágrimas».
¿Por qué algunas veces sentimos la necesidad de disculparnos por llorar? Tal vez vemos las lágrimas como una muestra de debilidad de nuestro carácter o de una vulnerabilidad que no nos gusta. Tal vez nos sentimos incómodos o pensamos que nuestras lágrimas molestan a los demás.
Sin embargo, es Dios quien nos dio nuestras emociones. Son una característica de que hemos sido hechos a la imagen de Dios (Génesis 1:27). Él sufre. En Génesis 6:6-7, estaba afligido y molesto por el pecado de Su pueblo y la separación que este causó entre Él e Israel. Jesús, Dios encarnado, se unió a Sus amigas María y Marta al llorar la pérdida del hermano de ellas, Lázaro (Juan 11:28-44). «Se estremeció en espíritu y se conmovió» (v.33). «Lloró» (v.35). «Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro» (v.38). Dudo que Él se disculpara por llorar.
Un día, cuando lleguemos al cielo, ya no habrá sufrimiento, separación ni dolor, y Dios enjugará toda lágrima de nuestros ojos (Apocalipsis 21:4). Mientras tanto, puede que corran las lágrimas. No hay necesidad de disculpas.
Si dudas de que a Jesús le importe, recuerda Sus lágrimas.
viernes, 8 de octubre de 2010
DEVUÉLVASE AL REMITENTE
Era un paquete de correo: un paquete común, de menos de un kilo de peso. Lo había llevado al correo de Bagdad, Irak, Khay Ranahjet, un joven de veinticuatro años de edad. Se lo estaba enviando a una persona de la misma ciudad.
Al llevar Khay, varios días después, una carta al correo, encontró ese mismo paquete en su buzón. Tenía impreso un sello de correo que decía: «Franqueo insuficiente. Devuélvase al remitente.»
Lo que el joven olvidó en el azoramiento era que él mismo había colocado dentro del paquete una bomba de tiempo. Al abrirlo, la bomba explotó en sus manos, matándolo en el instante.
Hay una ley natural que se llama el efecto bumerán. Algo que se lanza al aire hace un gran círculo y vuelve al mismo lugar de donde partió. Los indígenas australianos inventaron esta arma, y son expertos en su uso.
En el orden moral de las cosas opera la misma ley. Una calumnia que se lanza al aire da una gran vuelta entre la gente y a la larga vuelve a la persona que la lanzó. Esto ocurre con cada maldad humana: da una gran vuelta en el tiempo y en la humanidad, hace su daño inevitable, y al final regresa con fuerza arrolladora en contra del que la perpetró.
Dios ha puesto sobre cada pecado humano el mismo sello: «Devuélvase al remitente.» Y el remitente de cada mentira, de cada calumnia, de cada difamación, de cada deshonra, de cada robo, de cada adulterio y de cada homicidio recibe de vuelta con creces gigantescas el mismo agravio que impartió.
Dios podría hasta alejarse totalmente de este universo, y sin embargo el hombre, sin esa presencia divina, seguiría sufriendo las consecuencias de su pecado. Esto se debe a que el pecado en sí se convierte en su propio castigo.
«No se engañen —dice el apóstol Pablo, el doctor del cristianismo—: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra» (Gálatas 6:7).
¿Habrá manera de neutralizar el efecto bumerán? No, pero lo que sí hace Dios es darle al pecador una oportunidad de arrepentirse. Cuando el culpable recibe el perdón de Cristo, recibe un nuevo corazón, y sus obras cambian, junto con las consecuencias. Cristo regenera al pecador, borra sus pecados y le da vida eterna. Este es el milagro del Evangelio de Cristo.
Hermano Pablo
CONFIAR A DIOS LO IMPSIBLE
La doctora Amanda Whitworth se sentía frustrada, su auto era el noveno en una fila que subía muy despacio una colina debido a un camión que iba muy lentamente, y ella estaba apurada. Su último paciente había necesitado más atención de a requerida normalmente para los exámenes y se le había hecho tarde para recoger a su hija de la escuela.
Ahora susurraba una oración No volveré a llegar tarde y como sería la tercera vez que sucedía y la escuela no les permite tardanzas a sus padres, tendría que hacer arreglos para el cuidado de Allie por las tardes.
En silencio, Amanda protestaba por la lentitud del camión. Nadie se atrevía a pasarlo en la larga cuesta, ya que era imposible ver los autos que venían en dirección contraria. De repente, el chofer del camión movió su mano indicando que no venía ningún auto de frente.
Mientras Amanda pasaba por el lado del camión, pensó en que ese hombre era un extraño y nueve personas confiaban sus vidas y las de sus familias a él.
¡Qué representación tan tremenda de cómo hacemos todo lo que podemos hacer, y luego debemos confiar hasta el mínimo detalle de nuestras vidas al cuidado de Dios, que es un amante Padre Celestial!.
¡Y cómo nos consuela saber que Él siempre ve todo lo que tenemos por delante!
Mi trabajo es preocuparme por lo posible y confiar a Dios lo imposible.
Salmo 9:10
En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Señor, no desamparaste a los que te buscaron.
YA HE ESTADO ALLI
"Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias" Juan 21:1
A la leyenda del béisbol Yogi Berra se le conoce por sus ocurrencias a menudo repetidas, tales como «no ha terminado hasta que haya terminado» y «¡parece que ya he estado allí antes!»
Me pregunto si los discípulos sintieron que ya habían estado allí antes cuando vieron a Jesús de pie junto a la orilla (Juan 21). Desalentados, distraídos y preocupados por sus propias necesidades, a la sombra de la negación de Pedro y de cómo habían abandonado a Jesús, habían dejado su llamamiento de seguir a Su Señor y retornaron a su antigua ocupación, la pesca.
Luego, después de una infructuosa noche de pesca, una voz desde la orilla les dio una orden: «Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis» (Juan 21:6). Cuando lo hicieron, las redes estaban tan llenas que no podían sacarlas. Sin duda alguna, sus mentes volaron hacia su primer encuentro con Jesús, cuando Él se les apareció a la «orilla» de sus carreras y, después de otra pesca milagrosa, les llamó a dejar sus redes y seguirle (Lucas 5:1-11).
Al igual que los discípulos, tal vez queramos regresar a nuestras antiguas vidas cuando nos desalentamos en nuestro caminar con Jesús. Pero luego el Señor vuelve a aparecérsenos a la orilla de nuestras vidas para darnos perdón y llevarnos de vuelta a aquellos momentos en los que nos llamó por primera vez.
¡Es como si ya hubiéramos estado allí antes!
Jesús nos llama a seguirle; y repite Su llamado siempre que es necesario.