miércoles, 18 de noviembre de 2009

EJERCICIOS ESPIRITUALES

UNA BONITA IMAGEN

SISTEMA DE DEFENSA

Hace unos cuantos años, el Servicio Secreto de los Estados Unidos observó que un alto funcionario del gobierno parecía ser el «menos protegido» de los miembros del gabinete. De manera que instalaron en la suite del funcionario en Washington cuatro puertas de seguridad hechas de vidrio a un costo de 58.000 dólares. Además de éstas, había un par de enormes puertas gruesas de madera que eran imposibles de derribar
Posteriormente, cuando la persona que supervisa los gastos miró los resultados, notó que las nuevas puertas de seguridad siempre «estaban abiertas y sin vigilancia». Así que su valor para brindar seguridad era cero.
En este incidente hay un paralelo espiritual. El Señor ha provisto la armadura completa que necesitamos para enfrentar todo tipo de prueba y tentaciones. Por ejemplo, 1 Tesalonicenses 5:8 habla de la «la coraza de fe y amor». Cuando los problemas invaden nuestras vidas, la fe los puede desarmar. Y el amor impide que las dificultades nos lleven a encerrarnos en nosotros mismos y que nos ahoguemos en autocompasión. El amor concentra nuestra atención en las necesidades y el bienestar de los demás.
El yelmo de «la esperanza de salvación» es una espera confiada en el rescate máximo, el cual nos puede guardar de no perder la cabeza en medio del desorden.
Recuerde, nuestro sistema de defensa no es automático. Para que sean útiles, los recursos de Dios deben ponerse en uso.
1 Tesalonicenses 5:8
…seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.

CERRANDO LAS BRECHAS

Lectura: Hechos 5:1-11.
“¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios” Hechos 5:4
Después del episodio final del programa de televisión del 2002, Survivor: Africa (Sobreviviente: África), un resumen especial se centró en los finalistas de la competencia. El presentador del programa, Jeff Probst, dijo que el vencedor ganó «en gran medida porque se apegó a sus principios». Más tarde el campeón explicó que quería ganar pero manteniendo su «dignidad y el respeto por sí mismo». Dando mayores detalles, continuó diciendo que no se tiene que mentir, hacer trampa o hacer cosas turbias para ganar. Se puede ser competitivo y, sin embargo, mantenerse veraz y agradable. En pocas palabras, no permitió discrepancia alguna entre la imagen y la realidad.
En el libro de Hechos leemos acerca de Ananías y Safira, quienes sí tenían abierta una brecha entre aquello por lo que querían que se les conociera y quienes eran en realidad (5:1-11). Satanás puso en sus corazones un plan lleno de mentiras.
Vendieron una propiedad pero sólo trajeron una parte del dinero a los apóstoles fingiendo que estaban dando el valor total de lo recaudado. Querían que se les reconociera como una pareja generosa, pero no eran lo que aparentaban ser. Esta brecha hizo que mintieran al Espíritu Santo y a la comunidad de fe. Pagaron un precio terrible -la muerte. Su ejemplo prevalece como una severa advertencia a todos nosotros.
¿Qué discrepancias hemos permitido en nuestras vidas? Debemos confesarlas y cerrar las brechas.
Integridad significa jamás tener que mirar por encima de nuestros hombros.

martes, 17 de noviembre de 2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

EL REY SN DIENTES

Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó a llamar a un adivino para que interpretase su sueño.
“¡Qué desgracia, mi Señor!” exclamó el adivino, “cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad”.
“¡Qué insolencia!” gritó el Sultán enfurecido, “¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!” Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro adivino y le contó lo que había soñado. Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: “¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada… ¡El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes!”
Iluminóse el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: “No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que la del primer adivino. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
“Recuerda bien, amigo mío”, respondió el segundo adivino, “que todo depende de la forma en el decir… uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse”.
De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma conque debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas.
La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.
Que refrene su lengua de hablar el maly sus labios de proferir engaños. Sal 34:13
La boca del justo imparte sabiduría,y su lengua emite justicia.Sal 37:30
Su propia lengua será su ruina,y quien los vea se burlará de ellos. Sal 54:8

NO LO SABIA

Lectura: Génesis 28:10-16.
“Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía” Génesis 28:16
Tal y como lo hizo Jacob en Génesis 28, me gusta recordarme cada mañana al despertar que Dios está aquí, «en este lugar», presente conmigo (v. 16). Pasar tiempo con Él cada mañana, leyendo Su Palabra y respondiendo en oración, refuerza mi sentido de Su presencia -que Él está cerca. Aunque no Le veamos, Pedro nos recuerda que podemos amarle y regocijarnos en Su amor por nosotros con gozo glorioso «inefable» (1 Pedro 1:8).
Llevamos la presencia del Señor con nosotros a lo largo de todo el día, entrelazando el trabajo y la diversión con la oración. Él es nuestro maestro, nuestro filósofo, nuestro compañero -nuestro amable, gentil y muy mejor amigo.
Dios está con nosotros dondequiera que vayamos. Él está en lo común y corriente, lo sepamos o no. «Ciertamente Jehová está en este lugar -dijo Jacob refiriéndose a un lugar de lo más insólito-, y yo no lo sabía» (Génesis 28:16). Puede que no nos demos cuenta de que Él está muy cerca de nosotros. Puede que nos sintamos solos y tristes. Puede que nuestro día parezca sombrío y gris sin un rayo de esperanza visible; pero Él está presente.
En medio de todo el clamor y el barullo de este mundo visible y audible, escucha cuidadosamente y busca la suave voz de Dios. Escúchale en la Biblia. Habla con Él frecuentemente en oración. Búscale en las circunstancias en las que te encuentras. Ve tras Él. ¡Él está contigo dondequiera que vayas!
Nuestro mayor privilegio es disfrutar de la presencia de Dios