martes, 8 de septiembre de 2009

DIARIO DE UNA JOVEN ASESINA

Era su librito de apuntes diarios, apuntes que iba haciendo, cada día, una joven de catorce años de edad. ¿Qué cosas podría escribir en ese diario? Cosas juveniles: impresiones de muchachos, actividades de colegio, paseos, fiestas.

Pero un día, justamente el primero de enero, la joven escribió: «Querido diario: Es principio de año, y ya no aguanto más. Tengo que quitarme de encima una carga que ya no puedo llevar. Yo maté a mi hermanita.»

El diario sigue narrando: «Fui hasta su cuarto y le dije que la quería mucho. Cubrí, entonces, su boca, y la sofoqué. Tú, mi querido diario, eres a quien primero le cuento. Gracias. Ahora me siento mejor.»

Ya hacía cinco meses que esta adolescente había matado a su hermanita de cuatro años de edad. Cuando hallaron el cuerpo de la chiquita, el médico forense determinó que era «muerte por asfixia traumática». La investigación no produjo ningún resultado. Pero sucedió que los padres de la hija mayor descubrieron su diario.

Por más que querramos callar la voz de nuestra conciencia, no podemos. Tarde o temprano su grito se oirá.

¿Qué está pasando en los hogares, en las familias, en los adolescentes? Esta joven no carecía de nada. Tenía buenos padres, buena casa, buen colegio, buenos amigos, buena ropa, buen calzado, buenas cosas. ¿Por qué, de un modo sorpresivo y brutal, mató a su hermanita?

En parte tiene que ver con la violencia que los adolescentes ven en la televisión, la cual se va acumulando en su psiquis. Cuando ésta se llena a más no poder, el adolescente no tarda en poner en práctica más de alguna de esas cosas.

Tampoco se descarta la posibilidad de los contactos con sectas extrañas. Lo que padres incautamente podrán llamar «chifladuras de adolescentes» puede que sean relaciones, incluso satánicas, cosa que está más extendida de lo que parece.

La fuerza moral más potente del mundo está en Jesucristo. Si nosotros, como padres, descuidamos nuestra propia vida espiritual, con eso dirigimos a nuestros hijos por el camino de la perdición.

Hagamos de Cristo el Señor de nuestra vida. Tanto nosotros como nuestros hijos necesitamos ese poder. Sólo Cristo nos pone a salvo de toda fuerza maligna. Él desea ser nuestro Señor. Coronémoslo Rey de nuestra vida hoy mismo.

Hermano Pablo

JESUS TE AMA

ALTAR FAMILIAR

A menudo, las oraciones nocturnas se limitan a recitar un poema o repetir una pequeña oración memorizada. Sin embargo, estas pueden convertirse en devociones familiares, si la familia completa se reúne, al lado de la cama del hijo que se acueste primero.
Cada miembro de la familia hace una sincera oración espontánea e improvisada. Uno o dos versos de las Escrituras, pueden ser leídos antes de ese tiempo. La idea no es que el niño sea obediente al decir una oración antes de dormir, sino que el corazón del chico se una al de Dios y al de cada miembro de la familia.
Las oraciones espontáneas e improvisadas, invitan al chico a compartir su corazón con el Señor. Cuando cada miembro de la familia ora, el niño puede vislumbrar el alma de ellos y aprender del ejemplo, cómo relacionarse con Dios, ofrecerle alabanza, y cómo exponer sus peticiones a un Padre amoroso.
Concluye esta noche con un altar familiar. Aun cuando no tengas hijos, es una oportunidad para pasar tiempo con tu Padre celestial y poner en orden el caos del día. Él te ayudará a situar las cosas en su debida perspectiva, para que puedas dormir en paz.
Mateo 6:6
Más tú, cuando ores… ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

CUMPLIDOS RECIBIDOS AQUI

“Y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios” 1 Corintios 4:5
El artista Tom Greaves sabe cómo hacer cumplidos. Diseñó una caja de brillantes rayas rojas y blancas para una exhibición de arte en Washington, DC., llamada «La Máquina de los Cumplidos». Cuando la gente pasa por su lado, la máquina reparte cumplidos provenientes de un iPod interno. Dice cosas tales como, «tienes lindos ojos», «qué bien hueles» y «a las personas les atrae tu energía positiva».
Greaves no dirá que su motivación para haber creado la caja es otra que una respuesta a la cultura de sacarina en la que todos son especiales y no se critica a nadie, sin importar cómo se comporten las personas.
A todos nos encanta escuchar un cumplido de vez en cuando; por supuesto, si es auténtico. Tener la aprobación o la admiración de los demás nos hace sentirnos bien con nosotros mismos -al menos por unos cuantos minutos. Sin embargo, el apóstol Pablo consideraba lo que los demás pensaran de él o incluso lo que él pensara de sí mismo como «en muy poco» (1 Corintios 4:3). Él dijo, «el que me juzga es el Señor» (v. 4). Él sabía que un día nuestros corazones serán revelados «y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios» (v. 50).
No podrá haber mayor cumplido que el que recibiremos de nuestro Padre celestial cuando nos encontremos con Él: «Bien, buen siervo y fiel» (Mateo 24:23).
El trabajo bien hecho para Cristo recibirá un “bien hecho” de parte de Cristo.

lunes, 7 de septiembre de 2009

CAMNATA TERRENAL

IDespués de la misión del Apolo XV, el coronel James Irwin relató algunos de los puntos sobresalientes de su experiencia. Contó de sus cuerpos sin peso flotando libres en la cápsula espacial, el semicírculo en aumento de la tierra como se ve desde la luna, y el descenso triunfal de la cápsula ante un mundo que observaba.
Irwin también habló del impacto que tuvo esa experiencia en su vida espiritual. Dijo que desde la superficie lunar percibió tanto la gloria de Dios como el apuro del hombre apegado a la tierra. Cuando regresó a la tierra se dio cuenta de que no se podía contentar con ser meramente una persona célebre. Tendría que ser un siervo y hablar a su prójimo acerca de una mejor manera de vivir. Irwin concluyó diciendo que si creemos que ir a la luna es un gran acontecimiento, ¡cuánto mayor es la maravilla de que Dios vino a la tierra en la persona de Jesucristo!
Gracias a que el hombre caminó sobre la luna, la ciencia y la tecnología han avanzado formidablemente. Pero gracias a que Dios caminó sobre la tierra, conocemos tanto nuestro origen como nuestro destino. Podemos conocer a nuestro Creador personalmente (Juan 1:14,18), y podemos vivir en su luz (v.9). Por medio de la vida sin pecado de Jesús y de su muerte sacrificatoria podemos conocer el gozo de tener nuestros pecados perdonados y experimentar la plenitud de una vida abundante… todo porque Dios caminó sobre la tierra.
Juan 1:14
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria.

LOS PELIGROS DEL EXITO

Lectura: Deuteronomio 8:6-18.
“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir Sus mandamientos, Sus decretos y Sus estatutos” Deuteronomio 8:1
Alexandr Solzhenitsyn dijo que aprendió a orar en un campo de concentración siberiano porque ya no le quedaba otra esperanza. Antes de su arresto, cuando las cosas iban bien, apenas si pensaba alguna vez en Dios.
De manera similar, los israelitas aprendieron el hábito de depender de Dios en el desierto de Sinaí donde no tenían otra opción; necesitaban de Su intervención diaria para algo tan básico como comer y beber. Pero, cuando finalmente estuvieron sobre las márgenes del río Jordán, quedaron a la espera de una prueba de fe aún más difícil. Cuando entrasen en la tierra de la abundancia, ¿se olvidarían pronto de Dios?
Poco sabían los israelitas acerca de las tentaciones de las demás culturas, ya que habían pasado sus vidas en el desierto. Moisés estaba más temeroso de la prosperidad venidera que de los rigores del desierto -la cautivante sensualidad, las religiones exóticas, la fastuosa riqueza. Pudiera ser que los israelitas dejaran a Dios atrás y se atribuyesen el crédito de su éxito (Deuteronomio 8:11,17).
Irónicamente, el éxito dificulta la dependencia en el Señor. Los israelitas demostraron ser menos fieles después de entrar en la Tierra Prometida. Una y otra vez volvieron sus corazones hacia otros dioses.
Cuídate de la tentación que trae el éxito. Hay un grave peligro en obtener lo que queremos.
No hay fracaso más desastroso que el éxito que deja a Dios a un lado.

domingo, 6 de septiembre de 2009