martes, 2 de junio de 2009
HOY..CONTEMPLARE PUERTAS ABERTAS
MI INSPIRACION
-¿Quién es ese?
Ella lo miró por un momento, y luego sus ojos se le llenaron de lágrimas mientras cruzaba sus brazos en su pecho y decía:
-Deja a los niños venir a mí. (Marcos 10:14)
En esta ocasión Dannaker supo que había tenido éxito.
Luego, el escultor confesó que durante esos seis años, Cristo se le había revelado en una visión, y su parte fue transferir al mármol lo que él había visto con sus ojos internos.
Más tarde, cuando Napoleón Bonaparte le pidió que hiciera una estatua de Venus para el Louvre, Dannaker rehusó.
-Un hombre –dijo él- que ha visto a Cristo nunca puede emplear sus dones en esculpir una diosa pagana. Mi arte es, por tanto, algo consagrado.
El verdadero valor de un trabajo no viene de un esfuerzo, ni por su acabado, sino de Cristo que lo inspira.
Tomado de El libro devocionario de Dios para jóvenes.
Romanos 12:11Fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.
CONPINCHES
lunes, 1 de junio de 2009
JAVIER Y JESÚS
SE VENDE MASIÓN POR UN DÓLAR
Solo días antes de la fecha fijada para demolerla, un matrimonio joven pasó junto a ella, y viendo más allá de lo que era obvio, vieron lo que podría llegar a ser. Decidieron comprarla para restaurarla.
Finalmente, se llegó a un acuerdo poco acostumbrado: La Municipalidad o Alcaldía de la Ciudad les vendió la mansión por un precio simbólico de 1 Dólar, con la condición de que se mudaran a ella el día en que se finalizara el traspaso de propiedad, para poder justificar la venta y la no demolición. El matrimonio lo aceptó.
Aquella casa era un desastre sucio, infectado de ratas y con las ventanas rotas y solas servía para destruirla. Así le parecía a todo el mundo, menos a sus nuevos dueños. Después de una renovación de tres años, aquella casa reflejaba en todos sus cuartos la personalidad de la joven pareja.
Cuando el periodista que los había entrevistado les preguntó como se las habían arreglado para hacer aquel trabajo, ellos le dijeron que, después de recorrer cada cuarto, observando lo que se necesitaba hacer, decidieron ir terminando un cuarto tras cuarto, hasta que se terminara el trabajo.
Me siento profundamente agradecido de que Dios, en su sabiduría, nos trate a nosotros así. Todos somos una obra en progreso, y su Espíritu Santo nos está remodelando. Eso nos debe dar la esperanza en cuanto a los cambios que se están produciendo en nuestra vida, y en la vida de miembros de nuestra familia.
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6.
El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Juan 14:17.