lunes, 2 de febrero de 2009

ALGO LE SUCEDE A ENRIQUE

Lectura: 1 Pedro 2:9-17
El corazón alegre hermosea el rostro. —Proverbios 15:13
Cada mañana, Enrique, un cristiano, iba de camino a su oficina cantando una canción del musical Oklahoma, de Rodgers y Hammerstein: «¡Oh, qué bella mañana; oh qué bello día! ¡Tengo una linda sensación, todo me está saliendo bien!»
Pero una mañana se olvidó de cantar. Pronto Enrique notó que algo andaba mal en la oficina; todos a su alrededor parecían nerviosos. Cuando finalmente le preguntó a una compañera de trabajo qué pasaba, ella respondió: «¡No has cantado esta mañana y hemos pensado que estabas disgustado!»
Enrique se había hecho conocido por un espíritu tan alegre y positivo que sus compañeros de trabajo estaban seguros de que algo le pasaba esa mañana. Enrique no se había dado cuenta de cuán atentamente las personas le observaban y tomó la decisión de que de allí en adelante siempre vendría cantando al trabajo.
1 Pedro 2 nos recuerda que las personas están observando nuestras vidas (vv. 11-12). Para ser buenos representantes de Jesucristo, Pedro enseña que hemos de someternos a la autoridad, vivir una vida honorable, hacer buenas obras, dar honra a todas las personas y temer a Dios (vv. 12-17).
El testimonio de nuestras vidas puede darnos oportunidades para compartir las buenas nuevas de Jesús. Así que es posible que queramos preguntarnos: «¿Qué ven las personas en mí?»
¿Ven los demás a Jesús en ti?

domingo, 1 de febrero de 2009

HOY..QUIERO SER LLENO DEL ESPIRITU

“Antes bien sed llenos del Espíritu” Efesios 5:18.
El Apóstol Pablo nos habla en sus cartas de la necesidad de vivir victoriosamente y la forma de vivir así y evitar los excesos de la carne, es la llenura del Espíritu Santo. En una ocasión un hombre en un auditorio ilustró esta verdad de la manera siguiente: Él pregunto como podía el sacar todo el aire de un vaso. Alguien contesto, succionando con una bomba el aire. Ante esto, él contesto, eso crearía un vacío y destrozaría el vaso. Después de recibir muchas sugerencias, el hombre sonrió y tomando una jarra de agua, llenó el vaso y dijo: “Ahora no hay nada de aire en este vaso. Luego el dijo: “La única manera de echar el pecado de mi vida es siendo lleno del Espíritu Santo. Hoy por lo tanto quiero ser lleno del Espíritu.
Ser lleno del Espíritu no debería ser un misterio, sino una realidad anhelada por cada cristiano. Hemos sido hechos recipientes para ser llenados por Dios. Él promete vivir en nosotros y traer abundancia en todo lo que hacemos. Cuando nosotros recibimos a Jesús en nuestro corazón como Señor y Salvador, él promete que nunca nos dejará ni nos abandonará. Él quiere morar en todas las áreas de nuestra vida. Cuantas veces sin embargo él no puede morar en nosotros porque no hemos hecho un lugar para él y nuestra vida esta llena a veces de tanta basura mundanal. Por eso hoy quiero limpiar mi vida y dejar el corazón listo para que pueda ser llenos por el Espíritu Santo.
Si hoy soy lleno del Espíritu Santo entonces seré librado de cada pecado conocido en mi vida y podré comprender la Palabra de Dios y ser obediente a sus enseñanzas. La Palabra de Dios trae convicción y arrepentimiento a mi vida. Como creyente debo desear tener una vida abundante en llenura y bendición del Señor. Me asombra saber que Dios me ha escogido para ser el templo de su Espíritu. Hoy por lo tanto dispongo mi vida completamente para que el Espíritu Santo me llene con su poder y su presencia.
Señor Gracias por tu Santo Espíritu. Gracias por darme la oportunidad de ser templo del Espíritu Santo. Hoy quiero ser lleno de tu presencia y de tu poder para poder hacer frente a la vida con plena y completa victoria en ti. Por mucho tiempo otras cosas han llenado mi vida , pero ahora quiero ser lleno de tu amor y de tu poder. Amén.

EL PORQUE DE NUESTRO TRABAJO

Según cuenta la leyenda, un misionero cayó de un barco mientras navegaba en alta mar y fue arrastrado por el agua hasta la orilla de una remota villa de nativos. Personas de la villa lo encontraron y lo cuidaron y curaron ya que estaba casi muerto por la falta de comida y de agua fresca. Vivió entre ellos durante veinte años, adaptándose a su estilo de vida y forma de trabajo. No predicó sermones, ni tampoco les inculcó su fe. Tampoco les leyó ni recitó las Escrituras.
No obstante, cuando alguien se enfermaba, él se sentaba con el enfermo, a veces durante toda la noche. Cuando estaban hambrientos, les daba de comer. Cuando se sentían solitarios, les ofrecía un oído para escucharlos. Enseño al ignorante y siempre estuvo al lado del que se había equivocado.
Llegó un día en el que los misioneros entraron a esta villa y comenzaron a hablarles a las personas acerca de Jesús. Luego de escuchar su historia, la gente de la villa insistía en que Jesús ya había estado viviendo con ellos durante muchos años. Vengan, les dijo uno de ellos, se lo presentaremos. ¡Los misioneros fueron conducidos a una cabaña donde se encontraron con un compañero al cual habían perdido hacía mucho tiempo!.
EL por qué de nuestro trabajo siempre determina cómo vivimos.
Lo que haga un hombre determina si su trabajo es sagrado o laico, sino el porqué lo hace.

Colosenses 3:23-24Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres… porque a Cristo el Señor servís.

¡LEVANTATE!

Lectura: Juan 20:1-8,19-20
Y a vosotros, estando muertos en pecados... os dio vida juntamente con él. —Colosenses 2:13
El 6 de febrero de 1958, un avión fletado que llevaba a la mayoría de los miembros del club inglés de fútbol Manchester United se estrelló al despegar de Munich, Alemania. Habiendo perdido a tantos de sus jugadores estrella, algunos se desesperaron ante las perspectivas de supervivencia del club. Pero hoy, éste es uno de los equipos más famosos del mundo.
Como era de esperar, Matt Busby, quien había sobrevivido a este accidente, fue quien reconstruyó al equipo.
Hace casi 2 mil años, el arresto y la subsiguiente crucifixión de Jesús hizo que muchos de Sus seguidores se desesperaran. Los discípulos mismos habían perdido toda esperanza. Pero su abatimiento se evaporó esa primera mañana de Pascua de Resurrección cuando encontraron que la piedra que sellaba la tumba había sido quitada (Juan 20:1). ¡Jesús había resucitado!
Pronto Jesús apareció a María Magdalena (vv. 11-16) y luego a Sus discípulos, quienes se habían reunido a puertas cerradas (v. 19). Su visita produjo un cambio extraordinario en ellos. La Biblia dice que «se regocijaron» (v. 20).
Tal vez tu mundo se ha estrellado a tu alrededor. Puede que se trate de una profunda pérdida personal, una tragedia familiar o alguna otra gran prueba. La resurrección de Jesús demostró que Él es más grande que el más grande de los obstáculos. Él puede reconstruir tu vida —tal y como lo hizo con Sus discípulos— a partir de hoy.
Dios puede convertir cualquier dificultad en una oportunidad.

sábado, 31 de enero de 2009

HOY..QUIERO APROVECHAR BIEN EL TIEMPO

“Mirad, pues con diligencia como andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos” Efesios 5:15.
Hoy he estado pensando en el tiempo. Cuando salí a mi trabajo dije: Oh, cuanto necesito yo de más tiempo, pero lamentablemente tengo solo 24 horas en el día. He estado pensado que la gente más ocupada pareciera que tuvieran más tiempo que los menos ocupados. La gente con menos compromisos y responsabilidades en la vida parece que nunca tienen tiempo suficiente. Por qué es así?.
Hoy entiendo que mi responsabilidad hoy es economizar tiempo, muchas veces he derrochado tiempo en las cosas menos importantes. He notado que la gente ocupada tiende a organizar sus vidas a fin de aprovechar cada minuto disponible. Muchos de ellos se desenvuelven en intrincadas organizaciones cívicas y además tienen tiempo para sus familias y tiempos de recreación y aún tienen tiempo para la iglesia.
La Biblia declara que nosotros como cristianos tenemos que aprovechar bien el tiempo porque los días son malos. Una persona que ha aprendido a aprovechar cada minuto del día, ha aprendido a emplear la sabiduría de Dios. Se que hoy yo debo emplear tiempo suficiente como una oportunidad para servir a Dios y cumplir sus mandamientos en mi vida.
Hoy he descubierto que en verdad tengo tiempo para todo y sobre todo para lo que es más útil y provechoso. Cuando mi mente no está enfocada en las cosas del Señor, la Palabra de Dios y en la oración entonces siento que mi vida parece un pequeño barco dando vueltas en medio de un lago. La manera como nosotros gastamos el tiempo es un indicativo de la clase de calidad de nuestro caminar con el Señor.
Hay muchos ladrones de tiempo que roban horas preciosas de tiempo que podrían usarse para cosas productivas y significativas de la vida. La televisión es un gran ladrón de tiempo. Nos seca el alma y nos deja sin productividad. Que buena idea sería agregar a la familia las horas que se gastan ante la televisión. Otros ladrones de tiempo son nuestras aflicciones, aún el trabajo, nuestras relaciones y el dejar para más tarde lo que se podría hacer hoy.
Hoy entiendo que tengo la misma cantidad de horas que otra persona tiene. En vez de anhelar tener más tiempo o más horas hoy decido tomar las horas que tengo y organizar mi vida de tal manera que pueda hacer la mejor inversión del tiempo tanto para mi vida como para el Reino de Dios.
Señor Gracias por cada hora que me das. Quiero hacer lo mejor con esa hora en este día. Amén.

CUANDO HACEMOS LO QUE PODEMOS

Un joven hombre estaba corriendo una carrera y se percató de que cada vez quedaba más atrás de los demás competidores. Sus amigos lo alentaban desde las líneas laterales, pero parecía que esto no surtía efecto. Sin embargo, de repente, sus labios comenzaron a moverse con regularidad, sus piernas incrementaron la velocidad, y para sorpresa y aliento de todos los espectadores que estaban viendo la carrera, comenzó a pasar uno por uno a sus competidores… ¡y ganó la carrera!
Luego de recibir la medalla y las felicitaciones de su entrenador y sus compañeros de equipo, se dirigió a sus amigos. Uno de ellos le preguntó: Podíamos ver tus labios moverse pero no podíamos escuchar lo que decías. ¿Qué estabas murmurando?.
El joven contestó: Estaba hablando con Dios. Le dije: Señor, tú levántalos y yo iré bajándolos… ¡Tú levántalos y yo iré bajándolos!.
Cuando hacemos las cosas que sabemos hacer, vivimos nuestras vidas de la forma que la Palabra de Dios nos ordena, y creemos para el bien de nuestra habilidad que el Señor siempre nos ayuda, estamos en posición de saber con certeza lo que el apóstol Pablo sabía: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
Cuando hacemos lo que podemos, Dios hará lo que no podemos.
Lucas 1:37Porque nada hay imposible para Dios.

LA BUSQUEDA DE LA PAZ

Lectura: Filipenses 4:4-12
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. —Filipenses 4:7
En la cúspide de su popularidad, creatividad y riqueza, los Beatles produjeron un controvertido proyecto llamado «El Álbum Blanco». Éste señaló la desintegración del grupo al aparecer en él piezas que eran fundamentalmente de naturaleza individual en vez de ser el producto de una colaboración conjunta.
También reveló un mayor desencanto con todo lo que su fama había producido. En su canción «I’m So Tired» («Estoy tan cansado»), John Lennon expresó el vacío de su vida exitosa y adinerada, con estas profundas palabras: «Te daría todo lo que tengo por un poquito de paz mental». Todo lo que tenía, todo lo que había logrado y todo lo que había llegado a ser no podía satisfacer esta sencilla, aunque profunda, necesidad personal.
El mundo en que vivimos no puede ofrecer paz. Sólo ofrece malas opciones. El placer, el poder y las posesiones no son sustitutos para la paz en el corazón y en la mente.
Pablo les recordó a los creyentes en Filipos: « Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (Filipenses 2:14-16). Es una paz que hemos de compartir con un mundo que está desesperado por ella.
La paz —la verdadera paz— sólo se encuentra en una relación con Jesús. ¿Has recibido Su paz?
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. —Jesús