miércoles, 21 de enero de 2009

HOY..PERSEVERARE EN LA ORACION

” Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” Colosences 4:2
Es muy interesante que cada vez que me encuentro con un pasaje de las Sagradas Escrituras hay algo que tiene que ver con oración. Encuentro ejemplos, o mandamientos o exhortaciones o tal vez promesas que tienen que ver con la oración. Encuentro un Jacob luchando con Dios o un Daniel quien oraba tres veces al día, un David quién con todo su corazón clamó a Dios y sobre la montaña encontramos un Elías orando al Señor, en la mazmorra un Pablo y Silas.
Yo encuentro en la Palabra de Dios multitudes de mandamientos sobre la oración y miles de promesas. Que me enseña todo esto? Sin duda me enseña las grandes reservas acumuladas para mi en la oración y por supuesto la importancia de la oración como un medio que el Señor me ha dado. Dios ha destacado en su Palabra a través de estas verdades el destino que el tiene para mi como hijo y siervo de él.
Si Dios me habla en su palabra acerca de la oración, es porque el sabe que yo necesito de la oración. Son tan profundas las reservas que Dios tiene para mi como hijo que no las podré ver en acción hasta que no llegó a ese deposito de reservas con la única llave que encaja en esa cerradura, la oración. Un alma sin oración es casi un alma sin Cristo, porque oración y Cristo están tomados de la mano.
La oración es el balbuceo de un niño creyente, el grito del creyente combatiente, es el hálito del que ya no tiene aliento, es la comodidad, la fortaleza y el honor de un cristiano. Si yo soy un hijo de Dios no podré estar tranquilo hasta no vea el rostro de mi Padre en oración. Necesito hoy orar para ser mas santo, más humilde y más paciente. Hoy necesito orar para ser un ejemplo y bendición a otros. La orden que recibo del Señor hoy es: Perseverad en oración, velando en ella con acción de gracias.
En todas las religiones del mundo la oración juega un papel vital. Sea mahometano, Budista y de cualquiera otra corriente. La oración es como una columna vertebral dentro de las manifestaciones religiosas. En la vida cristiana la oración es como el oxigeno a los pulmones. No podremos vivir espiritualmente sin oración. Hoy, quiero respirar el oxigeno espiritual de la oración para darle vida a mi espíritu por el Espíritu de Dios.
Señor, el libro de los libros, tu sagrada palabra me invita cada día a entrar en la sala de tu trono y al deposito de las reservas celestiales a través de la oración. Este es un gran y único privilegio. Puedo llegar confiadamente ante tu trono y llenar mi corazón con tu gracia a través del maravilloso camino de la oración.
Gracias por preparar ese camino para mi en este día. Amén.

HACER LO MEJOR

Siempre admiré a las personas detallistas; aquellas que realizan las tareas de manera casi perfecta. Son personas de buen gusto, que tienen paciencia para volver a hacer un trabajo dos, tres o más veces si es necesario; son las que sienten gran satisfacción cuando terminan un proyecto.
En verdad, por más sencillo que sea el trabajo, debemos hacerlo de la mejor manera posible. Si ponemos amor en aquello que hacemos, habrá una diferencia muy grande en el producto de nuestro trabajo.
Una vez, un cantante famoso fue invitado a dar un concierto a beneficio de los Veteranos de la Primera Guerra Mundial. El Presidente de la Comisión que lo invitó, le dijo:
- Será una presentación benéfica. Por eso, no esperamos que presente un gran concierto. Su nombre es suficiente para atraer a las multitudes. Le aconsejo canciones simples, que no le exijan gran esfuerzo a su voz.
El cantante se sintió ofendido y respondió:
- No me contento con hacer menos de lo mejor que puedo hacer.
Es nuestro deber sacar el máximo provecho de nuestros dones y oportunidades, y cumplir fielmente y de la mejor manera cualquier tarea, sea grande o pequeña. Dios también espera que hagamos lo mejor, no importa cuál sea la obra que tengamos entre manos.
Creo que conoces la historia de José, aquel joven que fue vendido a los mercaderes ismaelitas por sus hermanos. Aunque pasó por muchos problemas, nunca entró en pánico. Preso en la cárcel como un esclavo en Egipto, mantuvo el autocontrol y el coraje. Otros, en su lugar, se habrían rebelado, se habrían deprimido o habrían muerto. Pero el carácter de José había sido educado para hacer lo mejor mientras esperaba que el futuro llegara. Esa manera de ser de José lo llevó a ocupar el puesto más alto en tierra extraña.
Tú tienes la vida por delante. Colócate el propósito de realizar la mejor manera todo lo que te venga a las manos por hacer. Dios te bendecirá, así como bendijo a José.
Su sueño le respondió:
¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!Mateo 25:21

LO PEQUEÑO ES BELLO

Lectura: Juan 6:53-71
Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán. —Zacarías 4:10
Justo el otro día alguien dijo acerca de un amigo. «Este hombre está destinado a un gran ministerio», con lo cual quería decir que estaba camino del estrellato —una iglesia prominente con un gran presupuesto.
Esto hizo que me preguntara: ¿Por qué pensamos que el llamado de Dios necesariamente es de movilidad social ascendente? ¿Por qué no enviaría a Sus mejores obreros a dedicar toda una vida de trabajo en algún lugar pequeño? ¿Acaso no hay personas en lugares oscuros que necesitan ser evangelizados y recibir enseñanza? Dios no está dispuesto a dejar que nadie perezca.
Jesús se preocupaba tanto por el individuo como por las masas. Enseñaba a grandes multitudes si éstas aparecían, pero jamás Le molestó que el número de sus oyentes disminuyera cada día. Juan dice que muchos Le dejaron (Juan 6:66), un caprichoso desgaste que a la mayoría de nosotros nos habría lanzado a un terrible estado de pánico. Pero Jesús siguió adelante con los que el Padre le había dado.
Vivimos en una cultura donde lo más grande es mejor, donde el tamaño es la medida del éxito. Es necesario ser una persona fuerte para resistirse a esa tendencia, en especial si se trabaja en un lugar pequeño.
Pero el tamaño no significa nada; la sustancia lo es todo. Ya sea que estés pastoreando una iglesia pequeña o dirigiendo un estudio bíblico o una clase de escuela dominical pequeños, sirve allí con todo tu corazón. Ora, ama, enseña de palabra y con el ejemplo. Tu pequeño lugar no es un peldaño hacia la grandeza. Es la grandeza.
Lo poquito es mucho cuando Dios está allí.

lunes, 19 de enero de 2009

HOY..JESUS ME INVITA A ORAR


“Clama a mi yo te responderé y en enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” Jeremías 33:3
Un día mientras leía varias revistas cristianas, mi corazón fue tocado por un artículo adaptado del libro La Necesidad de orar de Bounds, lo cual era una invitación de Jesús para orar. Como si el Señor lo dijera la invitación decía así: Todo lo que tienes que hacer es amarme, y solo háblame acerca de alguien por quien sientes carga. Hay personas por quién tú quieres orar? Dime los nombres y pide por ellos. Yo soy generoso y capaz de suplir todas sus necesidades.
Yo quiero que tú muestres tu amor por mi confiando en mi para que yo haga lo que se que es mejor. Háblame acerca del pobre, acerca del enfermo, de quien se encuentra turbado, del que está en stress o del desanimado y acerca de los pecadores. Y si has perdido tu afecto por alguien, dímelo también a través de la oración.
Háblame en oración acerca de tu orgullo, tu terquedad o tu egoísmo o de tu pereza. Si quieres ser honesto, se honesto conmigo a través de la oración. No te avergüences que hay muchos santos en el cielo quienes tuvieron las mismas faltas tuyas, ellos oraron a mi acerca de esas faltas y poco a poco esas faltas fueron corregidas. No te preocupes en pedirme por las bendiciones para el cuerpo y la mente, por la salud y por la memoria, por éxito y tu triunfo.
Yo puedo dártelo todo. Soy capaz de suplir lo que es necesario para que tu alma sea más santa y tu vida más abundante. Qué es lo que tú quieres hoy? Dímelo en oración porque yo me complazco en hacerlo. Cuáles son tus preocupaciones hoy? Háblame acerca de ellas. Hay alguien a quien tu quieres hacer feliz? Qué es lo que quieres hacer por él o ella?
Háblame acerca de tus fallas y yo te mostraré la causa de ellas. Cuales son tus preocupaciones? Quién ha causado tu dolor? Háblame de eso y te daré mi gracia para que seas perdonado y para que pueda perdonar y yo te bendeciré. Estas temeroso acerca de algo? Te sientes atormentado con temores que parecen no tener razón? Yo estoy a tu lado yo veré por ti.
No hay nada imposible para mi y yo jamás te dejaré ni te abandonaré. Haz perdido tu gozo? Háblame de eso. Muéstrame tu gratitud y agradéceme en oración por todo lo que he sido para ti. Quieres hablarme acerca de las almas de tus amigos? Yo estoy esperando ser el Padre de ellos.. Estas determinado a ser victorioso sobre las tentaciones? Has expuesto tu mente a películas degradantes y libros no sanos o amigos que te han robado la paz del alma? Hablemos de eso en oración y te haré más quieto, más humilde, más sumiso y amable y regresa mañana y tráeme tu corazón sincero y te bendeciré más- Jesús.

Gracias Señor, por invitarme a orar. Quiero acercarme ante tu altar con un corazón sincero . Amén.

EL LEON ENAMORADO DE LA HIJA DEL LABRADOR

Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio.
Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba.
Entonces ideó lo siguiente. Como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente condición: que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas, porque eso era lo que atemorizaba a su hija.
El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba.
Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió a presentarse ya sin sus poderes, el labrador lleno de desprecio por él, lo despidió sin piedad a golpes.
Nunca te fíes demasiado como para despojarte de tus propias defensas, pues fácilmente serás vencido por los que antes te respetaban.
Fábula de Esopo
Queridos Hermanos:
La fábula de hoy me recuerda la historia del tristemente célebre juez de Israel, Sansón. Al igual que el león de la fábula, este héroe sacrificó aquello que era un don de Dios para bendecir a su nación por un momento de placer y al final, lo perdió todo. Bueno, en el caso de Sansón (a diferencia del león de la fábula), Dios le concedió una nueva oportunidad de contribuir a la liberación de su nación…aunque a costo de su propia vida. ¿Por qué desperdiciar los dones y talentos que Dios nos ha concedido por un disfrute momentáneo que, a la larga se disipa y nos deja con el sabor amargo de la desilusión? Consideremos lo que hacemos a la luz de los planes de Dios para nuestra vida y atrevámonos a hacer ajustes. Adelante y que el Señor les bendiga.

1 Timoteo 4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

EL DIOS DE LA VICTORIA

Lectura: 2 Corintios 2:14-17
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. —Romanos 12:21
En la mitología griega, Niké era la diosa de la victoria. Niké luchó del lado de los dioses olímpicos, ganando la victoria sobre los poderosos titanes. Como resultado de ello, ella se convirtió en el símbolo de ganar. Pero los supuestos poderes de Niké no se limitaban simplemente a la guerra. También llegó a ser la diosa favorita de los atletas que querían ganar en las competencias deportivas. Los romanos la adoptaron y la adoraron dándole el nombre latino de Victoria.
En el mundo grecorromano donde enseñaba Pablo, la victoria era altamente valorada. Así que, cuando él expresaba la verdad cristiana, usaba palabras que sus oyentes pudieran entender. En sus cartas, describía a Cristo como Aquel que nos guía en un desfile de triunfo militar (2 Corintios 2:14-17) y comparaba la vida cristiana con alguien que estaba entrenando para los antiguos juegos olímpicos (1 Corintios 9:24-27).
Pablo también usaba la palabra victoria en referencia a nuestras luchas contra aquellos que nos hieren deliberadamente. «Vence [sé un vencedor] con el bien [d]el mal» (Romanos 12:21). Puede que esto signifique devolver amabilidad por maldad o establecer límites de manera respetuosa al comportamiento maligno. En cualquiera de estos casos, una actitud de amor no puede generarse con nuestras propias fuerzas. Pero en Cristo, tenemos el poder divino que los antiguos paganos sólo podían tener la esperanza de alcanzar. Jesucristo es el auténtico Dios de la victoria. Dios nos dará la victoria cuando nos unamos a Él en la lucha.

EL PERDON

Diapositiva cristiana que habla del perdón, una palabra tan usada pero tan poco practicada por muchos creyentes hoy en día.