jueves, 8 de enero de 2009

LO VIEJO Y LO NUEVO

Lectura: Gálatas 5:16-23
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. —2 Corintios 5:17
Los buenos propósitos en enero son perder peso, hacer más ejercicio, pasar menos tiempo trabajando y más tiempo con la familia —tal vez incluso dejar de conversar por el teléfono móvil mientras se está conduciendo.
No es de sorprender que queramos cambiar las cosas en nuestra vida que nos hacen infelices —aun cuando la mayoría de los buenos propósitos para el año nuevo no duran más de tres semanas.
¿Qué pasaría si pudieras preguntarle a Dios qué es lo que Él quiere que cambies, mejores o comiences a hacer este año? Podría ser que Él te dijera que:
Muestres más del fruto del Espíritu en tu vida, el cual es «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza» (Gálatas 5:22-23).
«Am[es] a [tus] enemigos, bend[igas] a los que [te] maldicen, ha[gas] bien a los que [te] aborrecen, y or[es] por los que [te] persiguen» (Mateo 5:44).
«[Vayas] por todo el mundo y predi[ques] el evangelio a toda criatura» (Marcos 16:15).
Estés «contento con lo que [tienes] ahora» (Hebreos 13:5).
«Ande[s] según sus mandamientos» (2 Juan 1:6).
Como creyentes y nueva creación, podemos estar libres de los antiguos patrones y fracasos. Debemos pedirle a Dios que nos ayude a vivir cada día en el poder del Espíritu Santo. Luego podemos desechar lo viejo y adoptar lo nuevo (2 Corintios 5:17).
Es más fácil mantener nuestros buenos propósitos cuando confiamos en Dios.

CIEGO Y MANEJANDO

El semáforo daba fielmente las señales debidas: luz verde permitiendo el paso, luz amarilla indicando precaución, luz roja demandando alto. Débora Mohr, de treinta y dos años de edad, esperaba la señal. Cuando la luz se puso verde, ella prosiguió a cruzar la calle. Pero Jorge Lizarralde, no viendo la luz roja de su lado, lanzó su vehículo al cruce. En el accidente Débora fue cruelmente atropellada.

¿Qué había pasado? Jorge Lizarralde era lo que llaman «legalmente ciego». Es decir, veía tan poco que las leyes establecían que no tenía derecho a una licencia de manejar, y sin embargo Lizarralde manejaba con licencia auténtica, debidamente autorizada.

Cuando el caso llegó al tribunal, el condado donde ocurrió el accidente condenó al Departamento de Tránsito a pagarle a Débora Mohr cuatro millones de dólares de indemnización. El juez dictaminó que el Departamento de Tránsito era culpable por conferirle a un ciego una licencia de manejar.

Es increíble que un conductor, casi ciego, maneje un automóvil. Y es también increíble que haya podido obtener una licencia de manejar. Pero más increíble aún es pensar que se puede violar la ley sin tener que sufrir las consecuencias.

¿Será posible que el desbarajuste moral, que ha llegado a ser parte de nuestro mundo actual y que es un atropello en masa de nuestra sociedad, sea el resultado de una especie de ceguera universal?

El hecho es que si hay desfalcos, si hay asaltos, si hay borracheras, si hay drogadicciones, si hay infidelidades, si hay homicidios, si hay guerras, es decir, si existen atropellos en nuestro mundo, es porque estamos quebrantando alguna ley. Estamos, con licencia y todo, manejando ciegos, pues nuestra sociedad ya no reconoce la diferencia entre lo bueno y lo malo. ¿Qué calamidad tendrá que sobrevenirnos para que despertemos?

No sigamos quebrantando las leyes morales de Dios. Aunque neguemos la actualidad de esas leyes, los Diez Mandamientos siguen, como siempre, vigentes. El hacer caso omiso de ellos no los anula. Querámoslo o no, esas leyes divinas nos gobiernan. El apóstol Pablo bien lo dijo: «Cada uno cosecha lo que siembra» (Gálatas 6:7).

¿Qué podemos hacer? Arrepentirnos y someternos al señorío de Cristo. Comencemos elevándole a Dios una oración como la siguiente: «Señor, perdona mi orgullo. Perdona mi rebeldía. De hoy en adelante Tú serás el Señor de mi vida. Me someto a tu divina voluntad.»

Hermano Pablo.

POEMA DE MANUEL ACUÑA - LA PATRIA


Ante el recuerdo bendito
de aquella noche sagrada
en que la patria alherrojada
rompió al fin su esclavitud;
ante la dulce memoria
de aquella hora y de aquel día,
yo siento que en el alma mía
canta algo como un laúd.

Yo siento que brota en flores
el huerto de mi ternura,
que tiembla entre su espesura
la estrofa de una canción;
y al sonoroso y ardiente
murmurar de cada nota,
siendo algo grande que brota
dentro de mi corazón.

¡Bendita noche de gloria
que así mi espíritu agitas,
bendita entre benditas
noche de la libertad!
Hora del triunfo en que el pueblo
vio al fin en su omnipotencia,
al sol de la independencia
rompiendo la oscuridad.

Yo te amo... y al acercarme
ante este altar de victoria
donde la patria y la historia
contemplan nuestro placer,
yo vengo a unir al tributo
que en darte el pueblo se afana
mi canto de mexicana,
mi corazón de mujer.

miércoles, 7 de enero de 2009

POEMA DE NICANOR PARRA - ES OLVIDO


Juro que no recuerdo ni su nombre,
Mas moriré llamándola María,
No por simple capricho de poeta:
Por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
Ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
Supe de la su muerte inmerecida,
Nueva que me causó tal desengaño
Que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!
Y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
Por la gente que trajo la noticia
Debo creer, sin vacilar un punto,
Que murió con mi nombre en las pupilas.
Hecho que me sorprende, porque nunca
Fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
Relaciones de estricta cortesía,
Nada más que palabras y palabras
Y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
Sólo queda un puñado de cenizas),
Pero jamás vi en ella otro destino
Que el de una joven triste y pensativa
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
Con el celeste nombre de María,
Circunstancia que prueba claramente
La exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡Quién es el que no besa a sus amigas!
Pero tened presente que lo hice
Sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
Su inmaterial y vaga compañía
Que era como el espíritu sereno
Que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
La importancia que tuvo su sonrisa
Ni desvirtuar el favorable influjo
Que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aún, que de la noche
Fueron sus ojos fuente fidedigna.
Mas, a pesar de todo, es necesario
Que comprendan que yo no la quería
Sino con ese vago sentimiento
Con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
Lo que a esta fecha aún me maravilla,
Ese inaudito y singular ejemplo
De morir con mi nombre en las pupilas,
Ella, múltiple rosa inmaculada,
Ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
Que se pasa quejando noche y día
De que el mundo traidor en que vivimos
Vale menos que rueda detenida:
Mucho más honorable es una tumba,
Vale más una hoja enmohecida.
Nada es verdad, aquí nada perdura,
Ni el color del cristal con que se mira.

Hoy es un día azul de primavera,
Creo que moriré de poesía,
De esa famosa joven melancólica
No recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
Como una paloma fugitiva:
La olvidé sin quererlo, lentamente,
Como todas las cosas de la vida.

LA GUILLOTINA

Llevaban a la guillotina a tres hombres. Le preguntaron al primero si quería estar boca arriba o boca abajo cuando le llegara la hora final.

El contestó que quería estar boca arriba, para estar mirando al cielo al morir. Levantaron la hoja de la
guillotina y la dejaron caer. La hoja cayó velozmente y de repente se detuvo, a unos cuantos centímetros de su cuello.

Las autoridades consideraron esto como una intervención Divina y liberaron al hombre.

Luego, llegó el turno del segundo, quien también decidió morir mirando al cielo, esperando tener la misma suerte del primero. La cuchilla fue levantada nuevamente, y soltada. Cayó velozmente y de pronto se detuvo apenas a centímetros del cuello del segundo hombre, por lo que también fue puesto en libertad.

Seguía el tercero, que era ingeniero mecánico de profesión, quien también optó por morir boca arriba.

Levantaron lentamente la hoja de la guillotina, cuando de repente el ingeniero, viendo un desperfecto en el mecanismo de la guillotina, dijo: “Hey, ya sé porqué no cae la hoja de la guillotina…”

Los verdugos, arreglaron el mecanismo, y el ingeniero fue puesto nuevamente en la guillotina, y esta vez, funcionó perfectamente.

Aun cuando podamos estar ansiosos de compartir con otros lo mucho que sabemos, ¡a veces es mejor no decirlo! A veces nos metemos en problemas por decir algo que debimos callar.

Proverbios 10

13 En los labios del sabio no falta la sabiduría; en la espalda del imprudente no faltan los garrotazos.

14 El sabio sabe callar; el tonto habla y causa problemas.

19 Hablar mucho es de tontos; saber callar es de sabios.

AQUEL DIA

En que mi sol se apagaba
Sola corría
De lágrimas inundada
En contra de la vía
Sin importarme nada
Gemía y Gemía
Hasta el aire me asfixiaba.

Aquel día
Sin luz ni esperanza
No veía
La muerte que amenaza ...
Tú mi guía
Pusiste tu confianza,
Compañía
Y ternura que me enlaza.

Aquel día
Dejó de ser lamento,
Sólo vida
Con Cristo mi sustento,
Sonreía
Libre de tormento,
Como niña
En los brazos del Maestro.

ES EL MOMENTO DE COMENZAR A CAMINAR CON JESÚS

Es el momento de comenzar a caminar con Jesús


Y despegó el año 2009. Sí, el nuevo año comenzó en medio de una gran incertidumbre, que no nace de meras suposiciones ni de simples pronósticos, sino que nace de crudas realidades: el mundo económico y financiero que se desplomó, el mundo político que busca desesperadamente alianzas estratégicas y el mundo social que aún se encuentra desbalanceado. Bajo estas circunstancias, se habla de buscar medidas de salvataje para contrarrestar estas problemáticas. Y esta palabra salvataje se acerca más a aquella expresión que muchos hoy por hoy esquivan y que escuchan soslayadamente: SALVACIÓN POR CRISTO.

Con estos síntomas no hay más remedio que concluir que el mundo va rumbo a una hecatombe de proporciones indeterminadas. ¿Pero alguien se ha puesto a pensar que la peor hecatombe es aquella que consiste en la ausencia de la vida de Jesús en la vida de las personas? Esta situación se denomina condenación eterna que no es otra cosa que estar alejado de Dios, es decir el que no va a Jesús. Ante este interrogante surgen dos reflexiones: primero, Dios ya realizó la medida histórica por excelencia de todos los tiempos que evita esta hecatombe personal. Dice Dios en Jn. 3:16a: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”, es decir, envió a su Hijo Jesucristo en forma de hombre, quien murió en la cruz por los pecados y resucitó como señal inequívoca que la medida realizada era eficaz y contundente. Esa es la acción realizada por Cristo en favor de la humanidad. La contraparte es muy sencilla, diciendo Dios en la segunda parte del versículo 16 (Jn. 3:16b) “…para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”, lo cual consiste en que tú puedes recibir la salvación por Cristo, reconociendo tu lejanía de Dios, pidiendo perdón a Jesús por tu incredulidad y aceptando a Jesús en tu corazón. En el momento en que tú ores (orar es conversar con Dios) y recibas a Jesús en tu corazón puedes estar seguro de que has pasado de condenación eterna a vida eterna, es decir, tienes las Salvación por Cristo. Esta salvación es eterna, de ahí que se llame vida eterna. Es sencillo, ¿no?

La segunda reflexión consiste en que la decisión tomada por Jesús es de tal magnitud que tienes ahora contacto con Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¿No es increíble? Y ahora puedes empezar a caminar con un nuevo estilo de vida acorde con un hijo de Dios. Este estilo de vida no es posible realizarlo solo, se requiere de la ayuda de alguien que conozca a la perfección en qué consiste ese nuevo camino y que conozca tus debilidades y fortalezas para moldear tu vida y transformar aquellas cosas que hasta ahora eran imposibles de cambiar. Esa persona es el Espíritu Santo quien tiene el p oder suficiente de ayudarte en tus decisiones de cambio (Hch. 1:8a: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”).

A partir de esta fase de tu vida es muy importante conocer de cerca a aquel quien ha rescatado tu vida y conocer en qué consiste el nuevo modelo de vida para ti, para lo cual se hace necesaria la lectura diaria y permanente del libro que revela en modo perfecto y preciso tanto a Jesús como tu nuevo caminar: La Palabra de Dios. Ver Col.3:16: “La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. Así como también es importante tener una relación con Jesús de doble vía, no solo escuchando y leyendo la Biblia, sino también orando diariamente siendo agradecidos con El, alabándole y adorándole por lo que El es y también hay lugar desde luego para pedirle a El cuando estés necesitado (Ef. 5:19-20: “…cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, …”)

Es la mejor manera de iniciar un año, tanto para aquellos que aún no conocían de la salvación por Cristo, como para aquellos que ya conociéndole pueden mejorar y estrechar la relación con Jesús.

Les deseo a todos Uds. y sus familias un año 2009 lleno de bendiciones.

Enviado por: Gabriel Lelek