domingo, 14 de diciembre de 2008

GANAS DE CAMINAR

Hace algunos años una importante fábrica norteamericana de calzado, envió a dos de sus representantes a diferentes partes de Australia. La compañía deseaba que el producto le gustara a los aborígenes para poder comerciar con ellos. Era una aventura riesgosa pero la firma se dio cuenta de cuántos nuevos clientes podría ganar si la aventura fuese un éxito.
Luego de que cada representante estuvo varias semanas en ese continente, la compañía recibió dos faxes:
-No deseamos nuevos negocios aquí, decía uno. Los aborígenes no solo no usan zapatos! ¿Podríamos haber investigado esto antes y así haberme ahorrado el viaje? ¡Esto ha sido una gran pérdida de tiempo! No veo la hora de volver a casa,
El segundo reporte del otro vendedor era diferente: ¡Vaya! ¡Qué oportunidad increíble tenemos aquí! ¿Sabían que los aborígenes no usan zapatos? ¡Significa que no tenemos competidores de otras compañías! ¡Gracias por esta gran oportunidad! ¡Fue una idea muy ingeniosa haberme enviado aquí!.
Como verá, lo que es un obstáculo para una persona es una oportunidad para otra. Todo lo que se necesita es un poco de optimismo y un poco de alma (o de ganas de caminar).
No vaya por donde le puede llevar el camino; vaya por donde no hay camino y deje una huella.
Marcos 9:23Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

PALABRAS DE VIDA

Lectura: Juan 6:60-71
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. -Juan 6:68
En su libro Amusing Ourselves to Death: Public Discourse in the Age of Show Business (Muriéndonos de diversión: Discurso público en la era del negocio del espectáculo), Neil Postman nos advierte del peligro de un mundo con una sobrecarga de información. Él nos hace recordar una visión futurista escalofriante -la obra de Aldous Huxley, Brave New World (El valiente nuevo mundo), la cual describe un mundo totalmente inundado de información. Pero esos datos son manipulados para que ninguno de ellos sea de importancia alguna.
Una mirada a Internet o a algún estante de revistas nos indica que estamos viviendo en una cultura así. Estamos ahogándonos en un mar de información a menudo comercializado por los inescrupulosos. Necesitamos discernimiento para elegir sabiamente a quién escucharemos. En Juan 6, Jesús dio Su mensaje: «Yo soy el pan de vida» (v. 35). Fue un sermón tan polémico que, cuando lo terminó, muchos de Sus seguidores se fueron y dejaron de ir con Él (v. 66). Prefirieron dejar de escuchar la voz de Cristo. Cuando Jesús desafió a Sus discípulos preguntándoles si ellos también se marcharían, Pedro respondió sabiamente: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna» (v. 68).
En un mundo anegado de información confusa y contradictoria, podemos, al igual que Pedro, volvernos a Cristo en busca de sabiduría. Él penetra a través de las palabras de confusión con palabras de vida.
Si quieres ser sabio, escucha a Jesús.

VERDAD

Por ti he sembrado la esperanza en los rincones, temblorosa de miedo y
cubierta de tu inmensidad.
He vuelto a escribir con las pupilas húmedas tu luz sobre la hierba.
Hoy hablo con la tibieza cóncava de mis manos, he recuperado la dulzura de
esperar, sin jinetes que invadan mis recuerdos ni alfileres que entren por
mis poros.
Veo como tus puertas levantan sus dinteles y se elevan los portones
eternos..

Por ti he vuelto a soñar la casa del árbol con un ejército de pájaros.
Sin la pesadumbre de las cúspides absortas, sin los vasos de angustia, ni
los opacos universos.
¡Que fácil es encontrar tu luz en ritmos azules..!
¡Que fácil es aprender a leer las letras del cielo..!

Mi corazón me habla de Ti..
Eres mi pastor y nada me puede faltar...
Si me aturden las penas,
mi corazón no teme.
Ahora mi cabeza se levanta, has preparado la mesa para mí.
Reconfortas mi alma frente a mis adversarios, he recibido la unción del
Espíritu Santo..
¡Rindo honor a tu nombre Señor!
Eres el Rey de la gloria, Dios de Jacob
Amor y lealtad son todos tus caminos,
para quienes guardamos tu alianza y tus mandatos.

TESORO ESCONDIDO

Eric Lawles, de setenta años de edad y vecino de Londres, Inglaterra, armó su detector de metales. Lo probó para asegurarse que funcionaba bien y salió en busca de su martillo. Había perdido un martillo, herrumbrado y viejo, pero suyo de todos modos. Buscó en su propio patio y por los predios vecinos. En algún lado tendría que hallarse.

De pronto el detector comenzó a emitir sus señales. «Aquí debe de estar», se dijo Eric, y armado de pico y pala, empezó a cavar. De pronto la pala golpeó algo metálico. No era su martillo sino un cofre.

Dentro del cofre había un tesoro increíble: ¡más de dos mil monedas de oro y de plata, y cantidades de anillos, collares y brazaletes: un tesoro valorado en quince millones de dólares!

No hay persona en este mundo que no sueñe con encontrar, o conseguirse de alguna manera, un tesoro. Desde los tiempos de Robinson Crusoe y La isla del tesoro, chicos y grandes sueñan con descubrir cofres que contienen fortunas fabulosas. Con razón abundan las historias, algunas de ellas dramáticas y trágicas, otras ridículas y risibles, que constan de la búsqueda de tesoros. Hay mucha gente propensa a creer en esos tesoros escondidos y en montañas de perlas y diamantes, la misma que es dada a creer en fantasmas y aparecidos, horóscopos y ocultismo.

Desgraciadamente estos no son más que sueños fantásticos. Lo cierto es que si algún día uno de estos sueños se cumpliera, sólo produciría problemas, corrupción y ruina. El apóstol Pablo advierte contra semejante fantasía: «Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción» (1 Timoteo 6:9).

Sin embargo, hay un tesoro que debiera ser el más codiciado de todos los tesoros del mundo. No es un tesoro de perlas ni diamantes ni joyas, pues no es material. Es un tesoro mil veces más provechoso. Es espiritual, compuesto de virtudes morales que llevan a una vida abundante y feliz.

Ese tesoro es la Biblia, la eterna Palabra de Dios. Cada promesa de Dios estampada en la Biblia es una joya que enriquece el espíritu, da vida al alma y esperanza al corazón. Y cualquiera puede obtenerla, con sólo leer, escudriñar, indagar y escarbar.

No hay por qué buscar tesoros escondidos. Entre las tapas del Sagrado Libro está Jesucristo, Señor, Salvador, Maestro y Amigo. El que halla a Cristo halla el mayor de los tesoros.

sábado, 13 de diciembre de 2008

HOY..INVERTIRE EN UNA HERENCIA ESPIRITUAL

“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ellas” Hebreos 11:4.
Hoy debo recordar que Dios no solo está interesado en mi vida, sino también en lo que viene después de mi vida. Con esto no estoy refiriéndome a mi vida en el cielo, sino en la influencia de mi vida acá en la tierra aún después de morir. Lo que Dios desea de mi vida, es que aún después de que parta de esta vida, como Abel, aún hable a los que quedan por la vida entregada que pudo tener con Dios.
Hay muchas maneras de vivir en la tierra después de vivir. Se puede aún vivir en el recuerdo por las obras que se hacen, o por construcciones materiales o proyectos que puedan sobrevivir, pero una de las mejores maneras de seguir viviendo después de vivir es a través de mis hijos y de mis nietos. La Biblia dice que es posible dejar una herencia espiritual a los hijos y a los nietos.
El salmo 103:17,18 dice: “ Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos. Sobre los que guardan su pacto y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra”
La mejor y más grande herencia que podré dejar para mis hijos y mis nietos es la herencia espiritual. Esta es una herencia que asegura para ellos la misericordia y la justicia del Señor para los días que están aún por delante. El hombre natural se desvive por proveer para sus hijos pero usualmente él piensa en proveerles estabilidad financiera. Pero de que sirve estabilidad financiera si no hay misericordia y justicia para sus descendientes?
Qué es lo más importante, dólares o misericordia y justicia. Hoy quiero invertir para dejar una herencia espiritual y esa herencia espiritual hablará aún después que deje de existir en la tierra de los vivientes.
Como puedo yo dejar una herencia espiritual que hablé más allá de mi existencia terrenal? Comienza si llego a Dios y dejo que él habite en mi y ando diariamente en su temor reverencial, si guardo su pacto y obedezco su palabra, entonces Dios honrará mi vida derramando sobre mi bendición y vida eterna y esa bendición y vida eterna tocará a mis hijos y a mis nietos. Ellos sentirán siempre la influencia de la misericordia y la justicia de Dios en sus vidas.
Que mejor provisión puedo hacer para las generaciones futuras?. Hoy, me propongo a caminar en el sendero del Señor, con el deseo de amarle y ser ejemplo para las generaciones que vienes detrás de mi.
Señor, gracias porque al llegar ante ti reconozco que no hay mejor herencia que la herencia que he recibido de tu mano, es una herencia espiritual que se ve materialmente. Hoy quiero caminar en tu pacto y amarte y si así lo hago estará estableciendo el fundamente para las generaciones futuras.Amén.

SU CAMINO DE AMOR

Si miramos a través de la ventana de la cocina, podemos ver un camino que va desde nuestro portal por la hierba hasta la propiedad adyacente a la nuestra. Esa propiedad le pertenece a mi mamá y ese camino también.
Algún tiempo atrás, estuve involucrada en un accidente que resultó casi mortal. Con nueve huesos rotos y otras lesiones, necesitaba de cuidado continuo y mi futura recuperación incluía una posible estandía en un centro de rehabilitación.
Mi esposo decidió llevarme a casa, unos pocos días antes que me dieran de alta. El doctor lo aprobó y el equipo que iba a necesitar fue enviado y puesto en una habitación vacía. Wally y mamá aceptaron la responsabilidad de cuidarme durante las veinticuatro horas del día.
Entonces fue cuando comenzó su camino. Se continuó usando cada día. Durante los próximos dos meses y medio, mamá pasó por ese sendero bajo el sol, la lluvia, la nieve y lloviznas frías durante la mañana y las horas de la tarde, incluso en ocasiones en medio de la noche.
Yo lo llamo el camino de amor. Las cosas que hizo por mí en ese tiempo son tantas como las estrellas del cielo. Me cuidó como solo una madre puede hacerlo. Nunca olvidaré el amor, la ternura y la gentileza que me demostró. Dieciocho meses después, el camino permanece, una señal visible del amor de una madre.
Clare DeLong
El amar y ser amado es sentir el sol en ambos lados.Bárbara Johnson

Proverbios 31:10Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su ESTIMA sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
Proverbios 31:29Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas.

¿QUE DEBO HACER?

Lectura: Proverbios 2:1-9
Porque Jehová da la sabiduría, y de Su boca viene el conocimiento y la inteligencia. -Proverbios 2:6
Mi amiga Cristina está luchando con una decisión: ¿Debe conservar su antiguo automóvil con sus continuos problemas de mantenimiento o comprar un modelo más nuevo? Ella quiere ser una buena administradora de sus finanzas y desea tomar una buena decisión. Y más que nada, quiere honrar a Dios.
Las decisiones financieras puede ser difíciles de tomar. Billy Graham incluso dice: «Si una persona logra tener una actitud correcta en cuanto al dinero, esto le ayudará a arreglar casi cualquier otra área en su vida».
He aquí unas cuantas ideas a considerar con respecto a la sabiduría en asuntos de dinero:
Revisa para estar segura que estás siguiendo las prioridades de Dios. ¿Estás dándole a Él y a los demás? (1 Corintios 16:2). ¿Te ocupas de las necesidades familiares? (1 Timoteo 5:8). ¿No permites que el dinero te controle? (Lucas 16:13). Investiga el tema. Considera todas las opciones y los pros y los contras para cada una de ellas.
Pídele sabiduría a Dios. Ora, ora, y ora un poco más. Él te guiará (Proverbios 2:6). Confía en Dios y toma la decisión. Usa el conocimiento y la sabiduría que has adquirido, y encomiéndale tu decisión a Él.
La obediencia a Dios alimenta una relación cada vez mayor de amor y confianza con Él. Lo más importante es que veamos cada decisión como una oportunidad para acercarnos más a Él.
Cuánto más cerca de Dios caminemos, tanto más claramente veremos Su guía.