sábado, 23 de agosto de 2008

LLEVENME AL CEMENTERIO

Un sabio maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que se declaraban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando éste se apaga en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.
El maestro les escuchó con atención y después les relató un testimonio personal:
- Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno cuando sufrió un infarto y cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, condujo hasta el hospital mientras su corazón se despedazaba en profunda agonía. Cuando llegó, por desgracia, ella ya había fallecido.
Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que dijera algunas reflexión sobre la muerte y la eternidad. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte. Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió “llévenme al cementerio”.
“Papá” , respondimos: ¡Son las 11 de la noche! No podemos ir al cementerio ahora! Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: “No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años”. Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador y, con una linterna llegamos a la lápida.
Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos:
“Fueron 55 buenos años…¿saben?. ¡Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así!. Hizo una pausa y se limpió la cara. Ella y yo estuvimos juntos en todo. Alegrías y penas. Cuando nacieron ustedes, cuando me echaron de mi trabajo, cuando ustedes enfermaban, continuó: Siempre estuvimos juntos. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de muchos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos y perdonamos nuestras faltas… hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera…”
Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló:
-Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día. Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo y no tiene que ver con el erotismo. Más bien es una comunión de corazones que es posible porque somos imagen de Dios. Es una alianza que va mucho mas allá de los sentidos y es capaz de sufrir y negarse cualquier cosa por el otro.
Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de amor les superaba en grande. Pero, aunque no tuviesen la valentía de aceptarlo de inmediato, podían presentir que estaban ante el amor verdadero. El maestro les había dado la lección mas importante de sus vidas.
Efesios 3:17-21que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios. A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros, a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén.
Efesios 5:25Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella.

DI LA PALABRA

Lectura: Salmo 14
Todos se han desviado, a una se han corrompido. . . . --Salmo 14:3.
La gente raras veces usa ya la palabra pecado. Cuando hacemos algo malo decimos que nos hemos "comportado de manera inapropiada" o que hemos cometido "un error táctico", o una "equivocación". Puede que hasta digamos: "He hecho algo malo." Parece que la gente ha llegado a creer en su propia bondad innata.
Hacemos eso a pesar de la abrumadora evidencia física y espiritual que indica lo contrario. En el momento en que escribo esto, hay un genocidio rampante en Sudán. En Bosnia y Ruanda se han soportado increíbles atrocidades. ¿Quién puede olvidar los campos de matanzas de Camboya? ¿Y los millones de bebés que no pudieron nacer en los Estados Unidos porque se mataron en nombre de la comodidad? El mal no ha desaparecido de la faz de la tierra.
Como seguidores de Cristo debemos resistir firmemente los esfuerzos de nuestro mundo por reducir al mínimo la realidad del pecado. Debemos estar de acuerdo con Dios en que "no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno" (Salmo 14:3).
Reconocer los pecados de las naciones es más fácil que admitir nuestro propio pecado personal. Pero necesitamos confesar los pecados específicos que cometemos contra nuestro Dios santo. "Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso y su palabra no está en nosotros" (1 Juan 1:10).
Llama pecado a tu pecado y confiésalo delante de Dios.
LA SANGRE DE CRISTO PUEDE LIMPIAR TODO PECADO, PERO NO PUEDE HACER NADA PARA PERDONAR UNA EXCUSA.

viernes, 22 de agosto de 2008

HOY.. LO TOCARE Y ME SANARE

“Entonces cuando la mujer vió que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo porque causa le había tocado, y cómo al instante había sido sana” Lucas 8:47.
Una de las más impresionante narraciones de la Biblia es esta en relación a la obra milagrosa de Jesús en los cuerpos enfermos. Esta es la historia de una mujer ignorante, pero con fe. Ella imaginó que la virtud venía fuera de Cristo por una ley de reserva.
Ella era una forastera a la generosidad de Jesús, sin embargo ella no pensó en colocarse en un sitio donde él la pudiera ver y de esa manera en su omnisciencia él conocería el caso de ella y en su amor trabajaría de inmediato en su cura. No, ella sólo penso en tocarle, Ella dijo si tan sólo toco su manto seré sana.
Hoy admiro su fe, pero también me maravillo de su ignorancia. Después que ella obtuvo el milagro , ella se acercó a Jesús temblando, sin duda ella temió de que Cristo se retractara de la bendición y pusiera una negativa en el subsidio de Su gracia, qué poco entendía ella la plenitud de su amor. Hoy, no quiero ignorar la grandeza de su amor. Se que no es fácil comprender las alturas y las profundidades de su amor, pero si se que Jesús es tan bueno que jamás retirará el regalo que en su bondad nos ha extendido.
Esta mujer era ignorante pero con una gran fe y por ello pudo ver la maravilla del milagro. Si hoy tengo fe como un grano de mostaza veré la salvación presente como un regalo eterno. Ningún poder humano o diabólico nos puede expulsar de la salvación y la sanidad que recibimos de él.
Hoy quiero tener esa fe sencilla pero genuina de la mujer del milagro. Hoy quiero colocar mi cabeza sobre el pecho del Señor como Juan lo hacía. Hoy quiero tocar su manto y seré sano. Hoy quiero tener el coraje de ir más allá de la enfermedad y el dolor y saber que el Maestro aun vive y recorre nuestras calles.
Hoy quiero recordar que él es mi sanador. Hoy quiero llegar confiadamente ante su presencia y extendiendo mi mano con sencillez, con fe, con amor y genuina devoción decirle, Señor: Quiero ser sano. No tengo que mendigarlo, sólo pedirlo con fe, mientras recuerdo que él llevó mis enfermedades.

LAS SIETE MARAVILLAS

Un grupo de estudiantes de Geografía, estudiaban las siete maravillas del mundo. Al terminó de la clase, se le pidió hacer una lista de la que ellos consideraban deberían ser actualmente la 7 maravillas del Mundo. A pesar de algunos desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente: Las pirámides de Egipto, El Taj Mahal, El gran cañón, El canal de Panamá, El Empire State, La Basílica de San Pedro y La Muralla China. Mientras se hacía la votación el maestro notó que una estudiante permanecía callada y no había entregado aun su lista. Así que le preguntó si tenía problema para terminar de hacer su elección. La muchacha tímidamente respondió: Si, un poco. "No podía decidirme pues son tantas las maravillas”. “Bueno, dinos lo que has escrito y tal vez podamos discutirlo.La muchacha titubeò y después leyó: Creo que la sietes maravillas de mundo son: Poder tocar, Poder saborear, Poder ver, Poder escuchar. Titubeando un poco continuó: Poder sentir, Poder reír, y...Poder amar. Al terminar de leerlas el salón de clase quedó en un silencio absoluto. Son tantas las maravillosas que tenemos y no las valoramos. Autor Desconocido.Cuantas veces en la vida ignoramos las grandezas y maravillas de Dios demostradas en las cosas pequeñas de la Vida pero que son impactantes.No busques tantas maravillas afuera, cuando dentro de ti están las mejores maravillas de Dios.
¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas,nos impresionas con tus portentos. Exodo 15:11
.Ciertamente ustedes han visto con sus propios ojos todas las maravillas que el Señor ha hecho. Deuteronomio 11:17.
Entonces Josué dijo al pueblo: Consagraos, porque mañana el SEÑOR hará maravillas entre vosotros. Josué 3:7.

PREDIDA Y GANANCIA

Lectura: Lucas 24:13-35
Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron; pero Él desapareció de la presencia de ellos. --Lucas 24:31.
Un equipo de fútbol de una escuela secundaria de Tejas comenzó la temporada 2002 con una racha de 57 juegos ganados y esperanzas de un quinto campeonato consecutivo estatal. A pesar de perder a su entrenador de mucho tiempo y competir contra escuelas más grandes, el equipo Celina Bobcats permaneció invicto durante toda la temporada regular. Pero entonces perdieron por un punto el juego de la serie de los cuartos de finales. Pareció el fin del mundo, aunque habían ganado 68 juegos consecutivos y cinco campeonatos en siete años.
Cuando nuestros sueños se hacen trizas y nuestros corazones se quebrantan, puede que sintamos que todo se ha perdido y que nada se ha ganado. Se necesita el toque de Dios para que abra nuestros ojos y veamos la gloria mayor de su plan.
Cuando el Cristo crucificado y resucitado se unió a los dos discípulos en el camino a Emaús, ellos estaban afligidos por la muerte de Él. "Nosotros esperábamos que Él era el que iba a redimir a Israel" (Lucas 24:21), dijeron a Jesús, a quien no reconocieron. Pero Jesús dijo: "¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria?" (v.26). Posteriormente se dieron cuenta de que habían estado conversando con Jesús. ¡Estaba vivo!
En nuestra época de pérdida, el Señor resucitado viene a nosotros con consuelo y paz, revelando su gloria y la eterna ganancia que es nuestra gracias a su cruz.
LOS DOLORES DEL PRESENTE PUEDEN CONDUCIR A GANANCIAS PERMANENTES.

jueves, 21 de agosto de 2008

SI ERES SABIO

William Arthur Word nos animarán a no pensar en «sobrevivir» y por eso perder nuestro temor de fracasar:Si usted es sabio, olvídese de la grandeza. Olvide sus derechos, pero recuerde sus responsabilidades. Olvide sus inconveniencias, pero recuerde sus bendiciones. Olvide sus propios logros, pero recuerde su deuda con los demás. Olvide sus privilegios, pero recuerde sus obligaciones. Siga los ejemplos de Florence Nightingale, de Albert Schweitzer, de Abraham Lincoln, de Tom Dooley, y olvídese de la grandeza.Si es sabio, se lanzará a la aventura. Recuerde las palabras del General Douglas MacArthur: «No hay seguridad en esta tierra. Solamente oportunidad». Vacíe sus días en busca de seguridad; llénelos con una pasión por el servicio. Vacíe sus horas de ambición de reconocimiento; llénelas con la aspiración de logros. Vacíe sus momentos de necesidad de entretenimiento; llénelos con el anhelo de creatividad.Si es sabio, se perderá en la inmortalidad. Pierda su cinismo. Pierda sus dudas. Pierda sus temores. Pierda su ansiedad. Pierda su incredulidad. Recuerde estas verdades: Un hijo debe olvidarse pronto a sí mismo para ser recordado. Debe vaciarse a sí mismo para descubrir un yo más lleno.Recuerda que el mejor ejemplo de un verdadero sabio está en la persona de Jesús, quien se olvidó de si mismo y se dió por nosotros y nos pide que nosotros nos neguemos a nosotros mismos para que poder llegar al punto correcto de nuestra vida.
Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Luc 14:33
Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo,no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Fil 2:3,4

HAZ LAS PACES

Lectura: 2 Corintios 5:17-20
. . . Dios . . . nos dio el ministerio de la reconciliación. --2 Corintios 5:18.
Fue una dramática historia de perdón. En diciembre del año 2000, en el monumento Battleship Missouri Memorial de Hawaii, una docena de sobrevivientes estadounidenses del ataque a Pearl Harbor abrazaron a tres de los pilotos japoneses que volaron aviones de ataque. La ceremonia de reconciliación fue organizada por el Comité de Amistad Americo-Japonés.
Esa conmovedora escena es sólo un débil reflejo de lo que hace la gracia de Dios por nosotros. Aunque somos pecadores, podemos tener una relación con Dios simplemente por medio de la fe en Jesús. Puesto que Él murió en la cruz por nosotros, Dios borra el registro de nuestros pecados y nos reconcilia con Él.
El Señor, en su amor asombroso, no sólo nos ha perdonado, sino que también nos ha dado "el ministerio de la reconciliación" (2 Corintios 5:18). Tenemos el honor de compartir las buenas nuevas con los demás para que ellos también puedan estar en paz con Dios. Y cuando estamos bien con Dios, también hemos de hacer lo que podamos para vivir en paz con todo el mundo (Romanos 12:18).
¿Has aceptado ya la oferta de perdón que Dios hace en Cristo? ¿Estás hablando a otros de su amor? ¿Eres un agente de la gracia de Dios en tus relaciones? Empieza hoy: haz las paces. CUANDO TENEMOS PAZ CON DIOS PODEMOS COMPARTIR SU PAZ CON LOS DEMÁS.