viernes, 1 de agosto de 2008

AMABILIDAD NO ESPERADA

Lectura: 1 Samuel 26:1-26
Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber. . . . --Romanos 12:20.
Un misionero estaba impartiendo una clase sobre amabilidad a unas niñas. Les habló de Jesús, el cual dijo que una persona que da un vaso de agua en su nombre "en verdad . . . no perderá su recompensa" (Marcos 9:41).
Al día siguiente, el misionero vio que un grupo de hombres cansados llegaron a la plaza de la villa, se quitaron de encima sus mochilas, y se sentaron a descansar. Minutos después, varias niñas se acercaron a él tímidamente y sorprendieron a los hombres dándoles a todos algo de beber. Luego corrieron hacia el misionero. "¡Maestro! --gritaron-- dimos a esos hombres un vaso de agua en el nombre de Jesús."
Aunque Marcos 9:41 se aplica primordialmente a mostrar amabilidad a los creyentes en Cristo, sabemos que hemos de "hacer bien a todos" (Gálatas 6:10), e incluso dar de beber a nuestro enemigo (Romanos 12:20).
En la lectura bíblica para hoy, David tuvo la oportunidad de vengarse del rey Saúl (1 Samuel 26:9). Pero puesto que reverenciaba a Dios, se mostró amable con el rey.
El mostrar amabilidad no esperada a los extraños o los enemigos no siempre cambia sus corazones. Pero tarde o temprano, alguien se preguntará por qué somos amables, y tendremos la oportunidad de hablarles de nuestro Señor, que fue amable incluso con sus enemigos (Romanos 5:10).
UN ACTO DE AMABILIDAD PUEDE ENSEÑAR MÁS DEL AMOR DE DIOS QUE MUCHOS SERMONES.

jueves, 31 de julio de 2008

MI MOTIVO

Cuando mi mundo era

el vientre de mamá,

aunque yo no viera

tú mirabas desde allá.

Ponías tu mano

para descansar,

y arrullabas mi sueño

para no llorar.


En tu almohada dormía

cubierta de paz

y siempre despierto

te encontrabas papá.

Desde la infancia

me empezó a consolar

tu tierna mirada

y tu forma de amar

que acariciaba mi alma

cuando solía llorar.

Cuando hambre tenía

no supiste negar

tu amor ni comida,

Oh! Mi tierno papá.

Me llevabas en brazos

y aprendí a caminar,

con amor de tu mano

sostenías mi andar.

Sobre tus rodillas

me sentaba a escuchar

los consejos que un día

yo tuviera que usar.

Corregías mis pasos

aunque dolían, ¡Papá!

Sabía que era

por el buen bienestar

de esta carrera

que lograré terminar.

Hoy te agradezco

mi dulce papá

por tu amor y cuidados

que derramaste al dar

lo que nadie me ha dado

¡Mi Señor celestial!


Patricia J. Olivera Costilla

SOLIDARIO

En medio de la desgracia
que es provocada por hombres viles
en egoísmo, en vil acción,
¡qué hermoso suena en la tormenta
la voz preciosa de animación
"Soy solidario y ahí va mi acción!"

En situaciones que nos son tristes
momentos tristes que da la vida
de problemática situación
cuando no hay nada que nos sonríe
que hermoso es en el desierto
una sonrisa de animación.

Una sonrisa en las tinieblas
que trae atisbos de claridad con bendición
y hace pensar en solución,
en lo terrible de tu problema
si oyes la voz que es solidaria
te es de esperanza y animación.

Ya tú sonríes por vez primera
ya ves salida a tu problema
y al solidario le das las gracias,
que como suya sintió tu pena
y de sí puso todo su empeño
por dar salida que fuera hermosa a tu problema.

Mucho más hizo Dios con el problema
del ser humano que tanto anhela
en desespero la vida eterna,
tan solidario Él se mostró
que en la persona de Jesucristo Él descendió
sintiendo suya toda tu pena.

Dejó su Gloria de Dios Eterno
algo que el hombre no imaginó
ni aún los ángeles del cielo,
que Él naciera en un pesebre,
y aquí viviera en humillación
y por salvarnos haya mostrado todo su celo.

Inaudito a todos nos parece
locura al pensamiento humano
que Él por salvarnos tanto se empequeñece
y al fin muere en un cruz por mi pecado
y al librarnos de nuestra pena eterna
su amor a nuestros ojos se engrandece.

Maravilla de amor del Creador
que viéndonos perdidos sin remedio
aunque no sepamos de su amor el por qué
sabemos que es real y verdadero.

AYER Y HOY

En Belén a media noche
Vino un resplandor.
Vino un ángel anunciando:
Nace el Salvador.

Este pobre mundo yace
En la oscuridad;
Y, cegado del pecado
Va a la eternidad.

Mas la luz ha amanecido;
Vino el Salvador
Que ilumina las tinieblas
Y nos lleva a Dios.

Una multitud celeste
Viene a pregonar:
Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz.

Tiene sed el pobre mundo
de tranquilidad:
Nada tiene de descanso
Gime por la paz.

Cuando Cristo vuelva al mundo
Traerá la paz:
En Su reino habrá justicia
Y prosperidad.

Vienen sabios de Oriente,
Buscan al gran Rey:
Traen oro, incienso y mirra,
Muestras de su fe.

Cristo yo también te entrego
Vida y corazón:
Sé mi Salvador y dueño;
Mora en mí Señor.

Predicad las Buenas Nuevas
Que hay un Salvador
Poderoso, Compasivo
Que ama al pecador.

Enrique Turrall

ALEGRIA INTERIOR

En alegría interior la paz de la Navidad
llena nuestro corazón,
meditando en el amor, como Jesús nació en Belén
por traernos Salvación.
Ese amor incomparable hacia el pecador perdido
que no tiene explicación
quiere ser correspondido de sus hijos redimidos
en contínua adoración.

Con humildad y respeto y gozo en el corazón
los pastores le adoraron,
llenos de fe y devoción aquellos magos de Oriente
honra y prez le tributaron.

¿Y qué debemos hacer los que vemos consumada
la obra de la redención?
¿Los que vemos en Jesús cumplidas las exigencias
para nuestra redención?
El vivió para nosotros en este mundo maldito
porque nos amó infinito,
Él murió en nuestro lugar en la cruz de malechores
El Hijo de Dios bendito.

Él resucitó triunfante y para nosotros vive
preparándonos lugar,
lugar eterno y bendito donde luego, para siempre
con Él hemos de morar.

Cantemos en este día recordando Vida y Muerte
del Bendito Salvador.
Alabemos al que vive eternamente en los cielos
y nos dió todo su amor.

LAS TINIEBLAS

El claro sol sus rayos oscurece;
en el Templo se rompe el claro velo
hiere una piedra en otra con gran duelo;
la tierra con angustia se estremece.

Desmaya el día; la tiniebla crece;
de tristeza se cubre el ancho cielo.
Reina en todos piedad y desconsuelo
por su Hacedor inmenso que padece.

Aprende, ¡oh pecador! el sentimiento
debido a esta pasión, pues es causado
tal dolor por tu ciego atrevimiento.

Ablanda con llorar tu pecho helado;
mira en la cruz al Salvador sangriento
que te ha con su muerte libertado.

Gutiérrez de Cetina
(1520-1557 ?)

LA PRIMERA CAIDA

No puede más... Vacila... Los divinos
pies destrozan las piedras y matojos.
Y la sangre corriendo, hasta sus ojos,
borra un momento todos los cominos.

En torno, al verlo vacilar, se aterra
la multitud... Oculta el horizonte
espesa niebla. Se estremece el monte
y gimen las entrañas de la tierra.

Cayó. Todo se abate a su caída...
El cielo, al ver su gloria así rendida
a derrumbarse va sobre la agreste

inmensidad vencida y desolada...
Pero El clava en la altura su mirada
¡y sostiene la bóveda celeste...!

Manuel Machado