jueves, 31 de julio de 2008

LAS TINIEBLAS

El claro sol sus rayos oscurece;
en el Templo se rompe el claro velo
hiere una piedra en otra con gran duelo;
la tierra con angustia se estremece.

Desmaya el día; la tiniebla crece;
de tristeza se cubre el ancho cielo.
Reina en todos piedad y desconsuelo
por su Hacedor inmenso que padece.

Aprende, ¡oh pecador! el sentimiento
debido a esta pasión, pues es causado
tal dolor por tu ciego atrevimiento.

Ablanda con llorar tu pecho helado;
mira en la cruz al Salvador sangriento
que te ha con su muerte libertado.

Gutiérrez de Cetina
(1520-1557 ?)

LA PRIMERA CAIDA

No puede más... Vacila... Los divinos
pies destrozan las piedras y matojos.
Y la sangre corriendo, hasta sus ojos,
borra un momento todos los cominos.

En torno, al verlo vacilar, se aterra
la multitud... Oculta el horizonte
espesa niebla. Se estremece el monte
y gimen las entrañas de la tierra.

Cayó. Todo se abate a su caída...
El cielo, al ver su gloria así rendida
a derrumbarse va sobre la agreste

inmensidad vencida y desolada...
Pero El clava en la altura su mirada
¡y sostiene la bóveda celeste...!

Manuel Machado

A LA MUERTE DE JESUS


Muere la vida, y vivo yo sin vida,
ofendiendo la vida de mi muerte,
sangre divina de las venas vierte,
y mi diamante su dureza olvida.

Está la Majestad de Dios tendida
en una dura cruz, y yo de suerte
que soy de sus dolores el más fuerte
y de su cuerpo la mayor herida.

¡Oh duro corazón de mármol frío!
¿Tiene tu Dios abierto el lado izquierdo
y no te vuelves un copioso río?

Morir por él será divino acuerdo,
mas eres tú mi vida, Cristo mío,
y como no la tengo, no la pierdo.

Lope de Vega(1565-1635)

VIBORAS EN EL SEPULCRO

En cierta ciudad de los Estados Unidos vivió hace tiempo un hombre rico, bien conocido, llamado Zet Pedil, quien no creía en la existencia de Dios; se burlaba de los que creían en Dios, con tal vehemencia lo hacía y con un vocabulario tan soez que cuando los creyentes lo veían, temblaban de terror. Un día, este ateo dijo delante de muchos testigos lo siguiente: “Si Dios existe y es verdad lo que dice la Biblia, que mi cuerpo habite entre víboras cuando yo esté en el sepulcro.”
No mucho después, en 1908, este ateo murió a la edad de 82 años, y cuando bajaban su cadáver al sepulcro, había en él una enorme víbora. Después de esto siempre se han encontrado víboras alrededor del sepulcro del ateo. El sepulturero dijo que una vez mató cuatro víboras en esta tumba, mientras que en otras no se encuentra ninguna. Otro escribió: “El sepulcro de este hombre está siempre lleno de víboras. En cualquier tiempo que lo visitéis, encontraréis estos animales; el año pasado visitamos ese lugar veinte personas y encontramos veinte víboras.” Y se asienta que mientras más víboras matan, más abundan.
En 1931, el director de un periódico escribió lo siguiente: “En abril visité la tumba del ateo Zet Pedil y vimos en él seis víboras negras; mi compañero mató una de ellas a la que fotografiamos. El sepulturero nos dijo que esa mañana él había matado cuatro. Y que hacía algún tiempo habían abierto el sepulcro y lo habían limpiado para extinguir los animales, pero no habían tenido éxito. Y otro hombre dijo: “Es notable que en los sepulcros adjuntos no haya ni una sola víbora, mientras que éste está infestado.”
Este hecho, raro y notable, a la vez que verdadero, se ha esparcido por medio de los periódicos y folletos, acompañado por fotografías. Con esto, muchos hombres juiciosos e inteligentes se han convencido de su error; pero otros, desgraciadamente, han seguido en su pecado. Dios contestó el dicho del ateo e hizo que su cuerpo habitara entre víboras. Cuánta razón tenía el Apóstol al decir: “No os engañéis, Dios no puede ser burlado” (Gálatas 6:7).—Julio Petridis, en El Heraldo de Santidad.
Es fácil abrir los labios para pronunciar maldiciones sobre nosotros y sobre los demás y a veces no entendemos que las palabras que salen de nuestros labios tienen poder. Cuantos padres han lanzados maldiciones a sus hijos o viceversa. Cuantas veces no hemos medido tal arma. Hoy es una oportunidad para bendecir mi día, mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo y apartarme de aquellas tendencias a hablar cosas de las cuales tendré que arrepentirme tarde que temprano.
El día señalado, Herodes, ataviado con su ropaje real y sentado en su trono, le dirigió un discurso al pueblo. La gente gritaba: «¡Voz de un dios, no de hombre!» Al instante un ángel del Señor lo hirió, porque no le había dado la gloria a Dios; y Herodes murió comido de gusanos.Hechos 12:21,22
Mis labios no hablarán iniquidad ni mi lengua pronunciará mentira! Job 21:4
Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño. Sal 34:13

FORTALEZA PARA HOY

Lectura: Filipenses 4:8-13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. --Filipenses 4:13.
La mayoría de la gente usa un calendario o agenda en la cual escriben los detalles de compromisos futuros. Un amigo mío cristiano usa su agenda de la manera contraria. No escribe las actividades clave hasta después que han ocurrido.
Así es como piensa él: Todas las mañanas ora: "Señor, voy en tu fortaleza solamente. Por favor, úsame como Tú quieras." Luego, siempre que logra algo inusual o difícil, lo escribe en su diario esa noche.
Por ejemplo podría escribir: "Hoy fui capacitado para compartir mi testimonio con un amigo." "Hoy Dios me capacitó para vencer mi temor por medio de la fe." "Hoy fui capacitado para ayudar y animar a una persona que se encontraba en problemas."
Mi amigo usa la frase fui capacitado porque sabe que no podría hacer esas cosas sin la ayuda de Dios. Al escribir cada "capacitación" está dando a Dios toda la gloria. Al apoyarse constantemente en la fortaleza de Dios puede testificar junto con el apóstol Pablo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).
Cuando empieces un nuevo día, pídele a Dios que te fortalezca y te use. Puedes estar seguro de que cuando mires atrás y veas lo que pasó ese día, alabarás y glorificarás al Señor cuando te des cuenta de cómo te capacitó para hacer lo que hiciste.
DIOS SIEMPRE DA LA FUERZA SUFICIENTE PARA EL PRÓXIMO PASO.

miércoles, 30 de julio de 2008

LA TAZA DE TE

Un hombre calvo y demacrado se hallaba en su cama, la cara pálida, le habían trasplantado la médula ósea porque tenía leucemia.
La enfermera Hanne Dina se le acercó, lo saludó y le preguntó si quería sopa y él dijo que no, que solo quería dormir. Al rato Hanne le llevó la medicina y él se la tomó con disgusto y volvió a hundirse en la almohada.
Hanne fue a la cocina del hospital preparó para ella una taza de te, preparó una bandeja y colocó la tetera y dos tazas y se dirigió al cuarto del enfermo preguntandole: Lo molesto si tomo el té aquí? Quisiera ver las noticias acá mientras tomo el té.
Claro que no me molesta respondió. Ella encendió el televisor mientras le decía: Traje una taza extra por si quiere té. Sí, me sirve media taza, por favor, respondió el enfermo.
Al día siguiente Hanne volvió con la bandeja y dos tazas y así lo hizo por una semana. A los pocos días se fue: se había restablecido lo suficiente para irse a terminar su convalecencia en su casa.
Cuatro meses más tarde Hanne estaba en un centro comercial cuando oyó una voz potente. ¡ Hanne, que gusto de verla”. La enfermera lo reconoció. Era el enfermo de la taza de té. Él la abrazó y presentándole a la esposa , dijo: “ Ésta es Hanne, la mujer que me salvó la vida con una taza de té”.
Pequeños gestos pueden mostrar grandes amores y grandes simpatías. No tenemos idea de lo que Dios puede hacer con lo poco que tenemos a mano. Pueden ser dos panes y dos peces pero con el aderezo del corazón algo milagroso puede suceder. No menosprecies lo poco que tiene y extiéndelo hoy al que está cerca de ti.
“Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar al que dé un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores, aunque se trate del menos importante”.Mateo 10:42
Luego tomó los cinco panes y los pescados, y dio gracias a Dios. Partió los panes y los pescados en pedazos y se los entregó a sus discípulos, y ellos los repartieron a la gente
.Mateo 15:36
Jesús les dijo: –Denles ustedes de comer. Pero ellos respondieron: –Sólo tenemos cinco panes y dos pescados. Si fuéramos a dar de comer a toda esta gente, tendríamos que ir a comprar comida,Lucas 9:13

NO HAY DON NADIES

Lectura: 1 Corintios 12:12-31
. . . los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios. --1 Corintios 12:22.
A un visitante le estaban mostrando una colonia de leprosos en la India. Al medio día sonó una campana llamando a la gente para comer. Llegaron al comedor personas de todas partes del complejo. De repente se llenó el ambiente de risas. Dos jóvenes, uno montado sobre el lomo del otro que jugaban a ser caballo y jinete, se estaban divirtiendo mucho.
Mientras el visitante observaba vio que el hombre que llevaba a su amigo era ciego, y el que iba sobre él era cojo. El que no podía ver usaba el pie del otro; y el que no podía caminar usaba los ojos de su amigo. Juntos se ayudaban mutuamente y al mismo tiempo sentían un gran gozo al hacerlo.
Imagínate una iglesia así, adonde cada miembro use su punto fuerte para compensar la debilidad del otro. Eso es lo que debería suceder en todas las congregaciones de creyentes. Pablo comparó los dones espirituales con las diferentes partes del cuerpo humano. Los ojos ven. Los oídos oyen. Las manos trabajan. Los pies mueven el cuerpo hacia adelante. Todos son esenciales. Y cuando cada uno cumple su función, el cuerpo entero se beneficia.
Todos tenemos debilidades, pero también tenemos puntos fuertes. El Espíritu de Dios nos ha dotado a cada uno de nosotros para bien de la Iglesia. Nos necesitamos los unos a los otros. En la Iglesia, no hay don nadie.
NINGÚN SERVICIO PARA CRISTO ES INSIGNIFICANTE.