lunes, 21 de abril de 2008

UN VASO DE LECHE

Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar su escuela, encontró que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenía hambre. Decidió que pediría comida en la próxima casa.
Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso de agua. Ella pensó que él joven parecía hambriento así que le trajo un gran vaso de leche. Él lo bebió despacio, y entonces le preguntó, "¿Cuánto le debo? "No me debes nada," contestó Ella. "Mi madre siempre nos ha enseñado a nunca aceptar pago por una caridad". Él dijo ..... "Entonces, te lo agradezco de todo corazón."

Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió físicamente más fuerte, si no que también su fe en Dios y en los hombres era más fuerte. Él había estado listo rendirse y dejar todo.
Años después esa jóven mujer enfermó gravemente.
Los doctores locales estaban confundidos. Finalmente la enviaron a la gran ciudad, donde llamaron a especialistas para estudiar su rara enfermedad. Se llamó al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando oyó el nombre del pueblo de donde ella vino, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla. La reconoció en seguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor para salvar su vida.

Desde ese día prestó atención especial al caso. Después de una larga lucha, ganó la batalla. El Dr. Kelly pidió a la oficina de administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para aprobarla. Él la reviso y entonces escribió algo en el borde y le envió la factura al cuarto de la paciente. Ella temía abrirla, porque sabia que le tomaría el resto de su vida para pagar todos los gastos. Finalmente la abrió, y algo llamo su atención en el borde de la factura.

Leyó estas palabras.....
"Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche - (firmado) Dr. Howard Kelly".

Lágrimas de alegría inundaron sus ojos y su feliz corazón oró así:"Gracias, Dios por que Tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones humanos."

EL CORAZON PERFECTO

Parábola extraida de la cultura del Tibet, los monjes poseen la cualidad de ver el aura de las personas.

Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en el ni máculas ni rasguños.

Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.

De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Porqué dice eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió - "¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?", pensaron ...

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío...El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."

"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."

"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos - dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."

"¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

LAS TRES PIPAS

Una vez un miembro de la tribu se presento furioso ante su jefe para informarle que estaba decidido a tomar venganza de un enemigo que lo había ofendido gravemente. ¡Quería ir inmediatamente y matarlo sin piedad!

El jefe lo escuchó atentamente y luego le propuso que fuera a hacer lo que tenía pensado, pero antes de hacerlo llenara su pipa de tabaco y la fumara con calma al pie del árbol sagrado del pueblo. El hombre cargó su pipa y fue a sentarse bajo la copa del gran árbol.

Tardó una hora en terminar la pipa. Luego sacudió las cenizas y decidió volver a hablar con el jefe para decirle que lo había pensado mejor, que era excesivo matar a su enemigo pero que si le daría una paliza memorable para que nunca se olvidara de la ofensa.

Nuevamente el anciano lo escuchó y aprobó su decisión, pero le ordenó que ya que había cambiado de parecer, llenara otra vez la pipa y fuera a fumarla al mismo lugar. También esta vez el hombre cumplió su encargo y gastó media hora meditando.

Después regresó a donde estaba el cacique y le dijo que consideraba excesivo castigar físicamente a su enemigo, pero que iría a echarle en cara su mala acción y le haría pasar vergüenza delante de todos.

Como siempre, fue escuchado con bondad pero el anciano volvió a ordenarle que repitiera su meditación como lo había hecho las veces anteriores.

El hombre medio molesto pero ya mucho más sereno se dirigió al árbol centenario y allí sentado fue convirtiendo en humo, su tabaco y su bronca.

Cuando terminó, volvió al jefe y le dijo:
"Pensándolo mejor veo que la cosa no es para tanto. Iré donde me espera mi agresor para darle un abrazo. Así recuperaré un amigo que seguramente se arrepentirá de lo que ha hecho".

El jefe le regaló dos cargas de tabaco para que fueran a fumar juntos al pie del árbol, diciéndole:
"Eso es precisamente lo que tenía que pedirte, pero no podía decírtelo yo; era necesario darte tiempo para que lo descubrieras tu mismo".

UN CLAVO SACA OTRO CLAVO

¡
Hubo una vez un hombre que pensaba en como sacar un clavo de una tabla gruesa de madera, pues no tenía tenazas, solo un mazo y unos clavos. Pasó mucho rato tratando de pensar la manera de sacarlo y cuando iba a desistir se le ocurrió una idea.
Tomó otro clavo y la clavó sobre la cabeza del que quería sacar y de esta forma el primer clavo salió del otro lado de la tabla.
A veces tenemos un odio, un dolor, un resentimiento que hemos estado tratando de sacar de nuestros corazones y no hemos podido por lo arraigadoque se encuentra.
Existen otros clavos que podemos usar para sacar esos primeros que nos lastiman tanto, puedes sacar:
El Rencor con el Perdón
El Odio con el AmorLa Tristeza con la Alegría
La Inseguridad con la ConfianzaLa Ira con la Paz
La Autolástima con la Aceptación
¿Cuál es el ese “clavo” que no has podido sacar? No importa cual sea, debes saber que tu no tienes por que tenerlo clavado!…pues ya hubo alguien que los recibió por tí en una cruz.
El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley.” -Gálatas 5:22-23

FALSOS

Lectura: Mateo 23:1-2, 23-33
Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. --Mateo 23:28.
Durante 11 años, un hombre de Massachusetts guardó su secreto. Nadie sospechaba que algo andaba mal. Incluso en la casa, su conducta parecía normal. Se sentaba cada noche con el periódico después de la cena, y ni siquiera su esposa conocía su problema.
Pero llegó el día en que ya no pudo aguantar la tensión de ocultarlo. Después de años de guardar su secreto, finalmente lo confesó: no sabía leer. Había estado fingiendo.
Mucha gente se pone una máscara en su vida espiritual. Parecen ser cristianos. Hablan el idioma, se hacen miembros de una iglesia y tienen cuidado de ocultar sus pecados. Actúan piadosamente y tratan de dar una buena impresión, y la gente asume que son cristianos. Pero en el fondo, estos actores espirituales saben que nunca han admitido su condición pecaminosa delante de Dios ni han colocado su confianza en el Señor Jesucristo como única esperanza de salvación. Por fuera «parecen justos», pero internamente están «llenos de hipocresía y de iniquidad» (Mateo 23:28).
¿Has estado fingiendo? Puede que engañes a los demás, pero no puedes engañar a Dios. Él ve lo que hay en tu corazón. No seas falso. Recibe al Hijo de Dios como tu Salvador. Experimenta lo que es verdadero.
PUEDES TENER TONELADAS DE RELIGIÓN SIN UNA ONZA DE SALVACIÓN.

domingo, 20 de abril de 2008

EL COLLAR DE MARIA

Maria era una linda niña de cinco años de ojos relucientes. Un día mientras ella visitaba la tienda con su mamá, Maria vio un collar de perlas de plástico que costaba $2.50 dólares.
.¡¡Cuánto deseaba poseerlo!! Preguntó a su mamá si se lo compraría, su mamá le dijo:
.- Hagamos un trato, yo te compraré el collar y, cuando lleguemos a casa, haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar. Y No te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale un billete de un dólar ¡¡enterito!!, ¿Está bien?
.Maria estuvo de acuerdo y su mamá le compró el collar de perlas.
.Maria trabajó mucho con tesón todos los dias para cumplir con sus tareas, y tal como su mamá le había mencionado, su abuelita le regaló un billete nuevo de dólar para su cumpleaños.
.En poco tiempo Maria canceló su deuda.
.Maria amaba sus perlas, ella las llevaba puestas a todos lados, al Kinder, a la cama y cuando salía con su mamá hacer los mandados. El único momento en el que No las usaba era cuando se bañaba, su mamá le había dicho que las perlas con el agua le pintarían el cuello de verde!
.Maria tenía un padre que la quería muchisimo. Cuando Maria iba a la cama, el se levantaba de su sillón favorito para leerle su cuento preferido.
.Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo: “¿Maria tú me quieres?”, Oh si papá tú sabes que te quiero.
.“Entonces regálame tus perlas”
.“¡Oh papá!” No mis perlas. “Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita ¿la recuerdas? Tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños y te doy su ajuar también ¿está bien papá?
.“Oh No hijita!, está bien, No importa”, dándole un beso en la mejilla, “buenas noches pequeña”
.Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el diario cuanto: “¿Maria, tú me quieres?”
.“¡Oh si papá tú sabes que te quiero!”
.“Entonces regálame tus perlas”
.¡Oh, papá No mis perlas! Pero te doy a lazos, mi caballo de juguete, ¿lo recuerdas? Es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con el y hacerle trencitas. Tú puedes tenerlo si quieres papá
.“Oh no hijita, esta bien,” le dijo su papá dándole nuevamente un beso en la mejilla, “Dios te bendiga buenas noches y dulces sueños”
.Algunos dias después, cuando el papá de Maria entró a su dormitorio para leerle el cuento, Maria estaba sentada en su cama y le temblaban los labios, “toma papá” dijo, y estiró su mano. La abrió y en su interior estaba su tan querido collar, el cual regaló a su padre.
.Con una mano él tomó las perla de plástico y con otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la caja había unas hermosas perlas genuinas. El las había tenido todo ese tiempo, esperando que su hija renunciara a la baratija para poderle dar la pieza de valor.
.Y así es también nuestro padre celestial. El está esperando a que renunciemos a las cosas sin valor en nuestras vidas para podernos dar preciosos tesoros.
.¿No es bueno el Señor? Esto me hace pensar en las cosas a las cuales me aferro y me pregunto qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar?
.Su amor siempre está contigo, sus promesas son verdad. Y cuando le damos a El todas nuestras inquietudes, tú sabes que el verá por nosotros.
.Así que, cuando el camino por el que viajes parezca muy difícil solo recuerda que yo estaré aquí orando y Dios hará el resto.
.“Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman”. (1ª Corintios 2:9)

LA VERDADERA LIBERTAD

Lectura: Gálatas 4:19-5:1
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes. . . . --Gálatas 5:1.
En 1776, 13 colonias británicas en Norteamérica protestaron por las limitaciones que les ponía el rey de Inglaterra y se involucraron en una lucha que dio a luz a una nueva república. La recién nacida nación pronto adoptó el documento, que hoy es famoso, conocido como la Declaración de Independencia.
Hace casi 2.000 años, el Señor Jesucristo clamó en la cruz: «Consumado es», proclamando la «declaración de independencia» del creyente. Toda la humanidad estaba bajo la tiranía del pecado y la muerte. Pero Cristo, el Impecable, tomó nuestro lugar en el Calvario y murió por nuestros pecados. Habiendo satisfecho las justas demandas de Dios, ahora liberta por toda la eternidad a los que confían en Él.
Pablo escribió: «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros» (Gálatas 3:13). Romanos 8 nos asegura: «Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús. . . . Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte» (vv.1-2). Gálatas 5:1 nos apremia a todos los que hemos sido redimidos con estas palabras: «Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes. . . .»
Doy gracias a Dios por la libertad que disfruto como ciudadano estadounidense. Pero sobre todo, los creyentes en todas partes del mundo pueden alabarlo por la libertad que se encuentra en Cristo.
NUESTRA MAYOR LIBERTAD ES LA LIBERTAD DEL PECADO.