jueves, 10 de abril de 2008
HOY.. EL SEÑOR ES MI MULTIPLICADOR Y MI DISMINIUDOR
“El Señor vuelve el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales” “ El convierte los ríos en desierto y los manantiales de las aguas en sequedales. Salmo 107:33,35.
.Hoy, necesito aceptar que el Señor en mi multiplicador, porque el promete volver el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales…pero que también él será mi disminuidor, porque el promete convertir los ríos en desierto y los manantiales de agua en sequedales.
Cuando oí por primera vez de su amor y sentí su amor tocando mi corazón el árido desierto comenzó a reverdecer y a tornarse pastos delicados y verdes. La gente notó el cambio y pudieron palpar la manifestación de Dios en mi vida…Pero, hoy, he comprendido que no sólo el Señor me multiplica y me convierte de Desierto en río, pero también el me disminuye cuando es necesario.
El Señor me disminuye cuando desvío mi camino de él y busco otros dioses, tales como la fama, las riquezas, el placer o quizá el orgullo.
Yo puedo ser “placentero” como Nohemi, pero si yo me muevo de la tierra de Dios a Moab, el lugar de los ídolos, mi nombre rápidamente vendrá a ser Mara, esto es “amargura”. Hoy necesito recordar a muchos en la Biblia a quienes Dios disminuyó como un Herodes, Senaquerib, Nabucodonozor, Giezi, Faraón y Ananías y Safira.
Hoy, si estoy continuamente ante su presencia, el multiplicará lo poquito que tengo y convertirá desiertos en ríos, pero si salgo de su presencia y camino por los lugares que no son de su agrado y me vuelvo hacia mis propios caminos, el será mi disminuidor y tornarán mis ríos en sequedales. Y eso no es lo que quiero.
“Señor: No quiero nunca conocerte como y disminuidor, pero siempre como mi multiplicador. Tú eres suficiente para ser mi multiplicador de la fe, de las fuerzas, de la visión y los propósitos nobles. Yo entiendo que quien da el primer paso para verte como el disminuidor, seré yo, si quito mi mirada de ti y me salgo de tu camino y eso no es lo que quiero hoy.
Hoy, me presento delante de ti para caminar con seguridad y contemplarte como mi multiplicador. Nada ni nadie podrá apartarme de su presencia, sin embargo yo si puedo salir de tu presencia y entrar en una dimensión de tristeza y dolor.
No quieres ni la tristeza ni el dolor para mi, por ello quiero ser obediente en este día. Gracias por darme la oportunidad de vivir para verte una vez como mi multiplicador.
.
En el Nombre de Jesús. Amen.
.Hoy, necesito aceptar que el Señor en mi multiplicador, porque el promete volver el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales…pero que también él será mi disminuidor, porque el promete convertir los ríos en desierto y los manantiales de agua en sequedales.
Cuando oí por primera vez de su amor y sentí su amor tocando mi corazón el árido desierto comenzó a reverdecer y a tornarse pastos delicados y verdes. La gente notó el cambio y pudieron palpar la manifestación de Dios en mi vida…Pero, hoy, he comprendido que no sólo el Señor me multiplica y me convierte de Desierto en río, pero también el me disminuye cuando es necesario.
El Señor me disminuye cuando desvío mi camino de él y busco otros dioses, tales como la fama, las riquezas, el placer o quizá el orgullo.
Yo puedo ser “placentero” como Nohemi, pero si yo me muevo de la tierra de Dios a Moab, el lugar de los ídolos, mi nombre rápidamente vendrá a ser Mara, esto es “amargura”. Hoy necesito recordar a muchos en la Biblia a quienes Dios disminuyó como un Herodes, Senaquerib, Nabucodonozor, Giezi, Faraón y Ananías y Safira.
Hoy, si estoy continuamente ante su presencia, el multiplicará lo poquito que tengo y convertirá desiertos en ríos, pero si salgo de su presencia y camino por los lugares que no son de su agrado y me vuelvo hacia mis propios caminos, el será mi disminuidor y tornarán mis ríos en sequedales. Y eso no es lo que quiero.
“Señor: No quiero nunca conocerte como y disminuidor, pero siempre como mi multiplicador. Tú eres suficiente para ser mi multiplicador de la fe, de las fuerzas, de la visión y los propósitos nobles. Yo entiendo que quien da el primer paso para verte como el disminuidor, seré yo, si quito mi mirada de ti y me salgo de tu camino y eso no es lo que quiero hoy.
Hoy, me presento delante de ti para caminar con seguridad y contemplarte como mi multiplicador. Nada ni nadie podrá apartarme de su presencia, sin embargo yo si puedo salir de tu presencia y entrar en una dimensión de tristeza y dolor.
No quieres ni la tristeza ni el dolor para mi, por ello quiero ser obediente en este día. Gracias por darme la oportunidad de vivir para verte una vez como mi multiplicador.
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En el Nombre de Jesús. Amen.
EL CAMINO ES UNA PERSONA
Lectura: Juan 14:1-6
Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. --Hechos 4:12.
El piloto de un avión militar fue obligado a tirarse en paracaídas en una jungla del sudeste de Asia. ¿Cómo iba a poder encontrar la salida? Un hombre de allí vio lo que había sucedido y fue a rescatar al piloto, cortando la maleza enmarañada. El atemorizado piloto gritó: «¿Dónde está la carretera? ¿Dónde está la salida?» El que fue al rescate le contestó gritando: «No hay carretera. Yo soy el camino. ¡Sígame!» El piloto confió en el hombre, el cual lo condujo a través de la jungla y lo sacó a la seguridad.
Para algunas personas es difícil aceptar palabras similares que pronunció el Señor Jesús. Él dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (Juan 14:6). Los críticos dicen que esta enseñanza es intolerante y divisoria. Pero porque la dijo el Hijo de Dios, y la Palabra de Dios la registra, es verdad por mucho que la desafíen. La fe en Jesús es el único camino a la comunión eterna con Dios.
El camino a Dios no se halla siguiendo un credo, cultivando un carácter moral ni asistiendo a la iglesia. Se halla confiando en que Jesús perdone nuestros pecados y nos reconcilie con el Padre. Cuando abrimos nuestro corazón al Salvador crucificado y resucitado, estamos en el único camino que nos llevará al hogar con Dios.
NADIE LLEGA AL CIELO PASANDO POR ALTO A JESÚS.
Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. --Hechos 4:12.
El piloto de un avión militar fue obligado a tirarse en paracaídas en una jungla del sudeste de Asia. ¿Cómo iba a poder encontrar la salida? Un hombre de allí vio lo que había sucedido y fue a rescatar al piloto, cortando la maleza enmarañada. El atemorizado piloto gritó: «¿Dónde está la carretera? ¿Dónde está la salida?» El que fue al rescate le contestó gritando: «No hay carretera. Yo soy el camino. ¡Sígame!» El piloto confió en el hombre, el cual lo condujo a través de la jungla y lo sacó a la seguridad.
Para algunas personas es difícil aceptar palabras similares que pronunció el Señor Jesús. Él dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (Juan 14:6). Los críticos dicen que esta enseñanza es intolerante y divisoria. Pero porque la dijo el Hijo de Dios, y la Palabra de Dios la registra, es verdad por mucho que la desafíen. La fe en Jesús es el único camino a la comunión eterna con Dios.
El camino a Dios no se halla siguiendo un credo, cultivando un carácter moral ni asistiendo a la iglesia. Se halla confiando en que Jesús perdone nuestros pecados y nos reconcilie con el Padre. Cuando abrimos nuestro corazón al Salvador crucificado y resucitado, estamos en el único camino que nos llevará al hogar con Dios.
NADIE LLEGA AL CIELO PASANDO POR ALTO A JESÚS.
miércoles, 9 de abril de 2008
¡GRANDE PRIVILEGIO!
¡Qué hermoso es obedecer
al Dueño del universo!
No merecemos tal honra
¡Es un grande privilegio!
Nuestro Dios en las alturas
es Soberano y Supremo,
es grande Su Majestad
Su gloria cuentan los cielos.
Todo aquello que creó
con Su palabra y con celo,
lo colocó en su lugar ?
Él vio que todo era bueno.
Mas aún, algo faltaba,
no podía obviar el resto,
Quería ser Padre de hijos
que le guardaran respeto.
Que caminaran con Él,
Le confiaran sus secretos,
Como al Padre que les ama,
Como Amigo en todo tiempo.
Entonces determinó
como Propósito Eterno
el darnos lo más preciado,
lo más valioso y perfecto:
Al que con sangre pagó
por tí y por mí ?¡Gran Misterio!
No menosprecies tal don
No ignores Su mandamiento
¡Obedecer al Señor
es un grande privilegio!
(Zaida C. de Ramón)
HOY.. VIVIRE PARA EL DIOS QUE NO CAMBIA
“Porque yo, el Señor no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos” Mal 3:6..
Muchas cosas cambian cada día. No todo es igual. Cambia el clima, cambian los amigos, cambia la familia, cambian las esperanzas y los sentimientos. Lo que ayer parecía duradero, hoy ya parece débil. Cambian los sistemas y cambian los gobiernos.
.Cuando veo todos esos cambios y veo cambios en mi mismo, tiendo a preocuparme, porque en lo profundo de mi ser no quisiera que nada y nadie cambiara. Pero todo cambia.. Todo?. No..No…gracias a Dios que no todo cambia. Hay alguien quien jamás cambia.
.Dios no cambia, el es el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Oh, Que seguridad me da eso. Saber que Dios no cambia.Cuando las cosas cambian, los corazones se estremecen. Cada vez que me informan que cambiaran al jefe, me pregunto que si ese cambio me afectará. Cuando cambian los profesores o los gobernantes, el pueblo y los estudiantes se preguntan y ahora qué.
.Pero Dios no cambia. Primero él es el único y no hay otro, de manera que nunca recibiré una noticia que Dios fue cambiado por otro y en segundo lugar además de que él es el único….nunca recibiré la noticia que él ha cambiado de parecer. Porque él nunca cambia y por ello él dice..porque nunca cambio, por eso no habéis sido consumidos.
.Que gran lección aprendo del Padre celestial. La lección de inmutabilidad, lo que me transmite confiabilidad. Mientras el mundo a mi alrededor cambia y yo mismo cambio, levanto mi cara al cielo y marcho firme diciendo,,pero yo sé que mi Dios no cambia.
.“Señor, gracias por que en este día me recuerdas que tu no cambias. Cuán pronto soy para olvidar esta verdad. Ayer cosas nuevas y hoy ya son viejas y el mundo me ofrece nuevas ideas y nuevos movimientos, pero mi corazón reposa confiado, porque tú eres el mismo ayer, hoy y por los siglos. ..Los historiadores nos dicen que aun la iglesia cambia de siglo en siglo y los conceptos morales cambian, pero tu palabra me dice que tu jamás cambias. Tu amor sigue brillando para nosotros al igual que al principio y se que brillará con la misma intensidad mañana. Hoy te agradezco padre, porque aun el cielo y la tierra pasaran pero tú no cambiaras.
.Agradecidos estoy por tu inmutabilidad. Amen.
.Cuando veo todos esos cambios y veo cambios en mi mismo, tiendo a preocuparme, porque en lo profundo de mi ser no quisiera que nada y nadie cambiara. Pero todo cambia.. Todo?. No..No…gracias a Dios que no todo cambia. Hay alguien quien jamás cambia.
.Dios no cambia, el es el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Oh, Que seguridad me da eso. Saber que Dios no cambia.Cuando las cosas cambian, los corazones se estremecen. Cada vez que me informan que cambiaran al jefe, me pregunto que si ese cambio me afectará. Cuando cambian los profesores o los gobernantes, el pueblo y los estudiantes se preguntan y ahora qué.
.Pero Dios no cambia. Primero él es el único y no hay otro, de manera que nunca recibiré una noticia que Dios fue cambiado por otro y en segundo lugar además de que él es el único….nunca recibiré la noticia que él ha cambiado de parecer. Porque él nunca cambia y por ello él dice..porque nunca cambio, por eso no habéis sido consumidos.
.Que gran lección aprendo del Padre celestial. La lección de inmutabilidad, lo que me transmite confiabilidad. Mientras el mundo a mi alrededor cambia y yo mismo cambio, levanto mi cara al cielo y marcho firme diciendo,,pero yo sé que mi Dios no cambia.
.“Señor, gracias por que en este día me recuerdas que tu no cambias. Cuán pronto soy para olvidar esta verdad. Ayer cosas nuevas y hoy ya son viejas y el mundo me ofrece nuevas ideas y nuevos movimientos, pero mi corazón reposa confiado, porque tú eres el mismo ayer, hoy y por los siglos. ..Los historiadores nos dicen que aun la iglesia cambia de siglo en siglo y los conceptos morales cambian, pero tu palabra me dice que tu jamás cambias. Tu amor sigue brillando para nosotros al igual que al principio y se que brillará con la misma intensidad mañana. Hoy te agradezco padre, porque aun el cielo y la tierra pasaran pero tú no cambiaras.
.Agradecidos estoy por tu inmutabilidad. Amen.
!! PRUEBA Y DI ¡¡
Lectura: Salmo 34:1-10
Probad y ved que el Señor es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia! --Salmo 34:8.
¿Crees que Dios es bueno, incluso cuando la vida no lo es? María así lo creía, y yo me quedé pasmada el día en que escuché a su pastor contar su historia en su entierro.
María era viuda, muy pobre, y confinada a su casa debido a sus enfermedades y avanzada edad. Pero igual que el salmista, ella había aprendido a alabar a Dios en medio de sus dificultades. Con los años había llegado a saborear con profunda gratitud todas las cosas buenas que Él le enviaba.
Su pastor la visitaba de vez en cuando en su casa. A causa del dolor que la paralizaba, le tomaba mucho tiempo llegar poquito a poco a la puerta para dejarlo entrar. Así que él la llamaba por teléfono y le decía que estaba de camino y a qué hora llegaría. María entonces empezaba la lenta y ardua caminata hasta la puerta, llegando a ella más o menos a la hora en que llegaba el pastor. Sin falta, ella lo saludaba con estas triunfantes palabras: «¡Dios es bueno!»
He observado que los que hablan con más frecuencia de la bondad de Dios son generalmente los que tienen más pruebas. Se centran en la misericordia y la gracia del Señor y no en sus problemas, y al hacerlo, prueban su bondad. El ejemplo de María no sólo nos desafía a «probar y ver», sino también a probar y a decir que el Señor es bueno. . incluso si la vida no lo es.CUANDO PRUEBES LA BONDAD DE DIOS, TUS LABIOS LO ALABARÁN.
Probad y ved que el Señor es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia! --Salmo 34:8.
¿Crees que Dios es bueno, incluso cuando la vida no lo es? María así lo creía, y yo me quedé pasmada el día en que escuché a su pastor contar su historia en su entierro.
María era viuda, muy pobre, y confinada a su casa debido a sus enfermedades y avanzada edad. Pero igual que el salmista, ella había aprendido a alabar a Dios en medio de sus dificultades. Con los años había llegado a saborear con profunda gratitud todas las cosas buenas que Él le enviaba.
Su pastor la visitaba de vez en cuando en su casa. A causa del dolor que la paralizaba, le tomaba mucho tiempo llegar poquito a poco a la puerta para dejarlo entrar. Así que él la llamaba por teléfono y le decía que estaba de camino y a qué hora llegaría. María entonces empezaba la lenta y ardua caminata hasta la puerta, llegando a ella más o menos a la hora en que llegaba el pastor. Sin falta, ella lo saludaba con estas triunfantes palabras: «¡Dios es bueno!»
He observado que los que hablan con más frecuencia de la bondad de Dios son generalmente los que tienen más pruebas. Se centran en la misericordia y la gracia del Señor y no en sus problemas, y al hacerlo, prueban su bondad. El ejemplo de María no sólo nos desafía a «probar y ver», sino también a probar y a decir que el Señor es bueno. . incluso si la vida no lo es.CUANDO PRUEBES LA BONDAD DE DIOS, TUS LABIOS LO ALABARÁN.
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